De los corazones agrietados llenos de dolor y sangre que escupen a penas el dolor del alma en sollozos silencio de locura, canta a leguas la lechuza proclamando la esperada agonía de Rosi.
Rosi es víctima de una tragedia de amor que abarca los tiempos, escondida en la oscuridad sola.
Rosi era una joven chica cuyo amor dio a un apuesto muchacho quien trajo más penas y desesperanzas que una alegría jovial. Era risueña y esperanzada, confiaba en el mundo y en la humanidad. Su de salir al mundo no le falta ver al sombrío ser que se ocultaba detrás de Balton.
Rosi solo quería ser amada y tenía todo el amor para dar, su corazón era el más noble y Balton lo sabía. Se aprovechó de la inocencia de la joven y una noche la raptó. La joven esperaba una promesa de amor en aquel laberinto de rosas, cuando en un suspiro y sin aviso cerró los ojos para no volver a abrirlos nunca más.
Se acercó a él y le sonrió, tomó su mano y se acercó a besarlo, cuando él del otro lado sacó un ramo de rosas y de una tajada terminó con su alegría. La sangre corrió por todo su vestido, ella presionando el cuello dijo "Por qué mi amor, he hecho todo para complacerte. No lo entiendo acaso no fue así? ". Rosi se arrodilló y miró a su amado con los ojos llenos de lágrimas y se desplomó en el piso. El somnífero era implacable.
Balton la levantó suavemente del piso y mientras la llevaba en sus brazos susurró "Ay Rosi, lamento llegar a estas circunstancias pero no sos vos quien hace palpitar mi corazón, pero más bien el tuyo puede hacer eso por el de ella".
En su lecho vacío dice las palabras: "Para todos aquellos que han dejado el corazón por amor"