Enfermo como una ardilla

Cuidando a Alvin

Alvin estaba en su cama con un fuerte resfriado y fiebre, Dave no estaba en casa y le dejó una campana para que llamara cuando necesitara algo, por ejemplo ahora

(Alvin toca su campana y Simón aparece en el cuarto)

Simón: ¿Sí? Dime
Alvin: (afónico) Ay Simón, ¿me puedes traer un té con miel? ¡Achú!
Simón: Bien, bien. Pero ya te tomaste uno, ¿lo ves?
Alvin: Sí, lo sé. Pero ya se acabó y necesito otro. (Le pasa la taza y Simón la toma) Este té es lo que realmente necesito para mi pobre garganta (tos)
Simón: Bien, te traeré otro en seguida
Alvin: Gracias Simón. Eres un gran hermano
(Simón está a punto de bajar las escaleras, pero Alvin vuelve a tocar su campana)
Simón: ¿Algo más?
Alvin: Aparte del té con miel, ¿le puedes preguntar a Eleanor si ya viene mi sopa? Estoy empezando a tener hambre

Dicho esto, Simón bajo al comedor donde se encontraban los demás

Simón: Alvin pregunta si la sopa ya viene
Eleanor: Ya debería estar lista. ¿Teo?
Teodoro: (revolviendo la sopa) Ya casi
(Simón sirve té con miel en la taza de Alvin)
Jeanette: ¿Alvin quería más té?
Simón: Sí, sí, eso es lo que quería
Jeanette: Simón, ¿estás, estás bien?
Simón: (enojado) ¡No, chicos! ¡No estoy bien! ¡Estoy harto! ¡Alvin no para de tocar su campana! ¡Ni siquiera me deja...! (Alvin toca la campana desde arriba) ¡Grrr!
Teodoro: Vamos Simón, Dave dijo que lo cuidáramos
Eleanor: Sí, el pobre está enfermo
Simón: (calmado) Lo sé, pero podría darnos un respiro, ¿no?
Jeanette: Simón, estamos hablando de Alvin. Además fue Dave quien le dejó la campana
Brittany: (trayendo paños fríos) No sé de qué te quejas, Simón. Alvin tiene todo el derecho de tocar la campana cuando él quiera
Eleanor: Britt, dices eso por 2 razones. Primero: Porque tú también lo haces. Y segundo: Porque Alvin es tu esposo
Brittany: Y porque lo amo
Jeanette: Lo sabemos
Simón: (suspiro) Solo quisiera saber si Alvin nos cuidaría si estuviéramos enfermos
Jeanette: No lo sé, habrá que preguntarle