•Tu destino•

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¿Tu consigues todo lo que quieres cuando lo pides?, probablemente no, pues ella tampoco ¡Pero lo quería! , quería que todos sus sueños se volvieran realidad, que cada palabra saliente de su boca sea escuchada, ¡Lo quería liderar todo! , Era una chica tan bella, Ojos grandes y de un brillante Azul, Unos labios rojizos brillosos que cualquier persona desearía besar, un cabello largo , negro y sedoso perfecto, un cuerpo bien modelado, ella lo tenía todo llamado Belleza, sabía donde podía encontrar lo que quería en el "Castillo Ludenberg" , ella sabía que si se adueñaba de ese lugar todos sus deseos se volverían realidad, así que se dirigió al castillo, donde ella esperaba enamorar al Rey y volverlo su amante, caminando hacía la entrada se encontró a un chico con cabello Negro muy bien peinado, ropa elegante , ese señor desprendía un Aura elegante que sorprendió a Elizabeth, se acercó a hablarle para preguntarle sobre la Reina o el Rey, El chico de cabello negro la miro con una sonrisa encantadora y le respondió con mucha calma "La Reina hoy esta libre, ¿Quiere pedir una cita con ella?" , Elizabeth no podía los increíbles modales del señor , ¿Quien es?, esa fue la pregunta principal en la cabeza de Elizabeth, no le importo lo que le había dicho sobre la Reina, Ella solo podía concentrarse en aquel joven señor, o eso aparentaba, se puso algo tímida de la nada ni ella podía comprenderlo, tomo fuerza fácilmente y le pregunto su nombre, el mayor alzo una ceja y se presentó como "Sebastián Ludenberg, Sirviente de la Reina Shirley" , ella no podía creerlo, "¿Este chico es un sirviente? Pensé que era el Rey" sin duda no podía creerlo , le preguntó si podía ver a la Reina y el le asintió con la cabeza, le dijo formalmente que le siguiera con una reverencia y entro en el castillo, Elizabeth iba detrás de el viendo todo con mucha atención , era como si después de haber conocido a Sebastián se le hubiese olvidado el propósito de su llegada.

"Ella venía para cumplir sus sueños" .

no tenía que olvidarlo, al recordarlo tomo su valor denuevo y siguiendo elegantemente el paso de Sebastián en un cerrar de ojos ya estaban en el Salón de Reyes, donde estaba la Reina sentada en su trono, pero el del Rey estaba vacío, Elizabeth pregunto por el Rey, la Reina rápidamente se dio cuenta de sus intenciones y soltó una risa malvada como la antagonista de una historia de hadas, La reina Shirley miro a Sebastián con una sonrisa y pregunto en voz alta .

"Tu te diste cuenta hace mucho, ¿verdad?, ¿Porque la dejaste entrar?" .

Sebastian solo asintió con la mirada dejando a Elizabeth muy confundida, Aquellos hermanos solo seguían su conversación ignorando completamente la presencia de Elizabeth .

"Me di cuenta cuando pregunto por usted y el rey, pero es de mala educación negarle la entrada a una señorita cuando quiere verla mi Reina".

La reina asintió y miro a Elizabeth.

"¿Vienes a quedarte con mi Reino? ¿De esa manera?... solo te digo que mejor te vayas antes de intentar algo de mas, tenga un buen día" .

la Reina cruzó sus piernas mirando a Elizabeth.

"Sebastian llévatela" .

Elizabeth no podía creerlo, ¿Como podían saberlo? ¿Era tan obvia? Trago saliva y dejo que el chico elegante la llevara a la Salida, cuando ya estaban en esta Sebastian le dirigió una reverencia elegante para luego arrodillarse ante ella y dedicarle unas palabras .

"Mis mas sinceras Disculpas señorita, la gente suele venir para apoderarse del castillo y la Reina se esta cansando de esto" .

Volvió a levantarse viendo el confundido y ruborizado rostro de Elizabeth .

"Si me disculpa, iré al jardín del Reino a tomar un pequeño descanso, tenga un lindo día" .

Se dio la vuelta decidido a irse cuando la Chica le tomo de la mano haciéndole parar, Sebastián con mucha delicadeza tomo la mano de la chica y giro un poco su cabeza para verla.

"¿Quiere venir conmigo?"

La chica con mirada baja asintió y dejo denuevo que ese chico la guiará.

Llegando al jardín el chico parecía pasar de largo, eso confundió a Elizabeth

"Uhm... ¿Sebastián? Por aquí no es el jardín....".

Sebastián asintió con la cabeza y seguía caminando, llegaron al final de un bosque , todo era tan lindo, había un lago hermoso, una piedra enorme con forma de sillón perfectamente iluminado por la luz solar, había un columpio algo viejo pero parecía que resistía un humano, Elizabeth se impresionó por lo lindo que era el lugar, miro a Sebastián quien parecía estar sonriendo

"Usted es diferente a todas las chicas que venían al reino, lo veo en su interior"

Elizabeth se sonrojo bastante y le dedicó una sonrisa alegre, se sentó en el columpio y comenzó a columpiarse lentamente, Sebastián se puso detrás de ella y le ayudo a columpiarse, ambos parecían disfrutar la compañía del contrario, pasaron las horas y ambos hablaron de distintos temas, sé rieron juntos, sonrieron juntos y se volvieron un poco mas cercanos....juntos, acordaron que todos los lunes se verían en este lugar , lo prometieron con el meñique y cada lunes como ambos prometieron se veían para pasar el tiempo juntos un poco, cada vez su amistad subía más y se volvían mas cercanos, pasaron 19 años viéndose solo los lunes, pero claro nunca iban a estar a salvo de la vista de la Reina, todos esos 19 años ella veía como su Sirviente y esa chica se volvían cada lunes mas amigos, cuando estaban a nada de cumplir 20 años conociéndose Shirley citó a Sebastián para pedirle una orden importante, el solo agacho la mirada y sonrió al escuchar la orden que le había dado, era un Lunes y Elizabeth estaba esperando ansiosamente a Sebastián sentada en el columpio, cuando llegó Sebastián se notaba un poco mas raro de como ella lo conocía, se levanto se acerco a el .

"Sucede algo Sebastián? Porfavor dime que pas—.....ah...."

había recibido una apuñalada en el pecho, cayó al suelo sentada mirando a Sebastián con una sonrisa y pequeñas lágrimas.

"Ibas a hacer esto desde un principio.... verdad...?"

Sebastián no respondió a eso,

"Lo sabía..."

El mayor soltó el cuchillo con el que apuñalo a Elizabeth mientras ella seguía desangrándose lentamente, Dejo una muñeca de madera a su lado y dijo

"Cuando te dije que eras especial al resto... no era solo porque sabia que me iba a enamorar de ti, era porque siempre supe que nuestro destino iba a ser matarte, ojalá algún día puedas presenciar el futuro con tus ojos.. mi querida Elizabeth".

Sonrió suavemente y Elizabeth también, solo que... ella fue la única que cerró sus ojos

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