-La muñeca acababa de ser ejecutada en el Juicio del juego de matanza por haber echo que el alma de Satoko Kurosawa fuera sacrificada para lograr su deseó egoísta de volver con la persona que ama, Elizabeth la chica que su alma estaba atrapada en el cuerpo de esa muñeca de madera, había echo un trato con los dioses que si hacía 150 sacrificios le devolverían su cuerpo como si estuviera nuevo, La muñeca ya llevaba 149 antes de morir, por lo cual ese último sacrificio que era la señorita Satoko la hizo completar su Plan, dejando ver su verdadera personalidad en juicio hizo que las personas votaran por ella provocando su muerte.
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¿...pero que paso después de eso...?
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Elizabeth se encontraba despertando en el mismo bosque donde ella había muerto, se froto los ojos no recordando nada del juego de matanza, solo recordaba los sucesos antes de que muriera y como la mataban, apenas logro analizar esa situación abrió sus ojos como platos y toco su parte donde la habían apuñalado pero no había rastro de herida, suspiró aliviada , levantándose del suelo miro a sus lados, el columpio se veía tan inestable que le daba algo de pena, pero no tenía tiempo que perder ¡ella quería verlo!, comenzó a caminar hacia la salida del bosque viendo todo a su al rededor, estaba algo nerviosa pero no quería demostrarlo, al lograr salir del bosque pudo ver a la persona que tanto quería ver.-J-Jumin...~
-Logró decir de manera bajita y muy feliz, una sonrisa boba de enamorada logró versé en su rostro, se acercó tímidamente al chico y lo toco levemente del brazo, el chico se giró pero el nunca pudo esperarse ver a Elizabeth, no pudo evitar abrir sus ojos como platos y sin poder evitarlo comenzó a llorar en silencio, Elizabeth limpió las lágrimas del vampiro-
-Jumin.. te extrañé tanto...
-El vampiro sonrío dulcemente mientras Elizabeth limpiaba sus lagrimas, ambos se abrazaron de una manera tan suave y dulce que parecía que todo el pasado horrible que tuvieron ambos había desaparecido, ambos lograron alcanzar la felicidad en tan pocos instantes, nada podía arruinar este momento, ahora Elizabeth era quien estaba llorando.
-No quiero volver a alejarme de ti...
-Dijo Elizabeth mientras manchaba la ropa del mayor con sus lágrimas-
-Y yo no quiero volver a perderte...
-El mayor le respondía mientras acariciaba la espalda de la chica, se separaron para tomarse de la mano y caminar juntos hacía el bosque mientras Sebastian le hablaba de las muchas cosas que pasaron y Elizabeth escuchaba atenta, pero ellos dos no lograron ver.. los ojos de Shirley que vigilaba por la ventana.
-. . . que molesta chica... ¿No entiendes que no te quiero cerca de MI sirviente?
-La reina abandono la ventana a paso lento.