Escribiré mis sueños en las hojas de un árbol
si para el otoño no se han cumplido
Al menos volarán libres
Y podrán renacer cada primavera...
☙Libro concursante de Season Awards 2020 en Otoño de @InfiniteEliss
☙Categoría: 𝓗𝓸𝓽 𝓪𝓷𝓭 𝓘𝓬𝓮
☙Posibl...
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Las horas se vuelven pesadas dentro de esta habitación sin relojes, como si el tiempo decidiera caminar demasiado lento por entre nosotros para torturarnos. Esto es el infierno del alumnado y el diablo salió hace horas pero aún no regresa.
Las paredes pintadas de blanco le dan un ambiente de sanatorio que no resulta muy agradable, aunque no está muy lejos de la verdad. El LED pestañea de vez en cuando avisando que tal vez no le quedaba mucho de vida, y esa intermitencia no hace más que poner a muchos nerviosos.
Dedico unos minutos a observar a mis compañeros de "celda". A mi izquierda se encuentra Todoroki Shoto que no sé que diablos pinta aquí, él no debería tener velas en este entierro pero en estos días el mundo está perdiendo su sentido, detrás de él está el idiota de Deku, tampoco entiendo mucho el motivo de su visita a tan indeseado lugar. Dos mesas más atrás está Jirou, a ella si me la esperaba encontrar por aquí, ya hemos compartido varias horas muertas en este lugar abandonado por las deidades. En la otra hilera está Yaoyorozu Momo, sí que me sorprende que esté aquí, una niña rica como ella no tiene motivos para respirar con pesadez dentro de esta ratonera y, por último, también está Kirishima.
Todos nos la tenemos bien merecidas, es tan pequeño este instituto que nuestros problemas van de la mano aunque no lo notemos, sí, todos merecemos matar las horas en esta pocilga mejor conocida como sala de detención, porque de una manera u otra nos hemos hecho daño en esta guerra llamada preparatoria.
—Demasiado aburrido— la de cabellos cortos camina por entre nosotros con impaciencia y se sienta atrevidamente sobre la mesa del profesor que debería estar a cargo, pero que brilla por su ausencia. Luce las mismas ropas de siempre, o más bien el mismo estilo, desde aquí puedo percibir la música escandalosa emanando de los auriculares que cuelgan de su cuello— A ver niños, sé que muchos son rencorosos y otros bien orgullosos pero mínimo debemos tratar de ignorar el hecho de que nos jodimos bien.
Todos la miramos, algunos con desinterés, otros aún absorbidos por la rabia que nos inundaba en los días anteriores al desenlace. Nadie puede superar el hecho de que hemos actuado como aves de rapiña los unos contra los otros, pero si en algo tiene razón es que si estamos destinados a compartir unas nueve horas de condena, mínimo deberíamos interactuar entre nosotros o vamos a volvernos locos de tanto platicar con nuestra propia conciencia, nuestra pobre, sucia y maltratada conciencia.
