Una Desconocida Ataca

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Rizzo: Así es –afirmaba el chico cruzándose de brazos y sonriendo con seguridad- yo mismo estuve ahí cuando lo venció

Sergio: Que ganas de luchar con el –Sonreía emocionado pues nunca había oído algo tan fantástico como eso y solo sentía más ganas de convertirse en campeón- ¿no crees cari... Laura?

Laura: S-si c-claro Sergio –con voz temblorosa pues lo que dijo el chico le dio mucho miedo

Luego de tomarse el café, cada uno se fue por su propio camino, Rizzo dijo que iba a las montañas a capturar pokemon mientras que Laura y Sergio fueron al mercado. Laura estaba confundida pues no estaba segura de querer ser campeona, pues quería complacer a su amado, pero no quería pelear con este campeón, ya que creía que al vencer a Red era el entrenador más fuerte del mundo. Su cara tenía un horrible semblante de preocupación y Sergio nota eso

Sergio: ¿Qué sucede corazón? ¿Te asustó lo de Red? –La tomaba de la mano- todo va a estar bien, entrenaremos muy duro para eso, sus pokemon no podrán contigo ni los chicos –le besaba la frente-

Laura: Tienes razón amor –le sonreía un poco más calmada y se sonroja al recibir aquel beso- sigamos paseando

Sergio al darse vuelta choca con una bella mujer de figura enloquecedora y ambos caen al suelo

Sergio: Lo siento señorita –se levanta de golpe y la ayuda a levantarse mientras Laura se queda observando un poco celosa- no fue mi intención. ¿Está bien?

-Sí, gracias –le sonríe y le da un papel con su nombre y número de teléfono impresos- vendedora de flores, llámame si necesitas un encargo –le guiña un ojo y sigue caminando mientras que Sergio solo la ve alejarse

Laura: Heey, despierta, tu novia está acá –decía meneando su mano frente del muy enfadada

Sergio:  ¿Huh? Ah sí, lo siento –le extiende la mano- vamos cariño

Laura: vamos –empieza a caminar sin tomarle la mano

Sergio: Creo que se enojó –pensaba para el- (ya se le pasará, ocurrió lo mismo con la vendedora de chucherías del mercado, en un par de horas estará igual que siempre... espero)

Pero desafortunadamente no fue así, al llegar a casa seguía enojada por lo ocurrido y no podía pensar en nada más que ella y las cosas que le haría si se la encontrara de frente

Laura:  ¿Por qué te le quedaste viendo? –Decía muy molesta- ¿Acaso ya cambiaste tus gustos por las mujeres? ¿Acaso ella es mejor que yo?

Sergio: Amor, cálmate, estas asustando a los pokemon –Señalando a Sebastian, Rock, y un pequeño Salandit, quienes estaban temblando pues nunca habían visto a Laura de esa manera

Laura: Váyanse a su cuarto bebes, esto se va a poner feo –decía compasiva, y al momento en que los pokemon abandonaron el lobby de la casa volvió a su furia extrema

Sergio: Acaso estas celosa amor, sabes que nadie puede reemplazarte, porque nadie fue capaz de salvarme del suicidio además de ti –la abraza por la cintura- no tienes por qué sentirte menos, eres muy especial para mi

Laura: lo sé, pero –empieza a caminar por el cuarto- vi como la mirabas... además ella tiene –señalando sus pequeños pechos- además de –señalando sus planas nalgas

Sergio: pero por el amor de Dios, ¿Enserio me crees tan enfermo para fijarme en eso? –decía incrédulo

Laura: Eres hombre, así que eres capaz –sus ojos parecían que tuvieran llamas por lo enojada que estaba- hoy duermes en el sofá por idiota –se daba media vuelta y se dirigía a su recamara

PokeNovela: En Busca de un SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora