¡Cariño, fue un error!

El Archiduque en mi habitación

El dormitorio estaba oscuro... Solo la tenue luz de una lámpara iluminaba el interior. Mientras parpadeaba en blanco, me puse alerta. 

«¿Dónde estoy?»

Estaba perpleja, miré mi cuerpo mientras sentía una textura sólida debajo de mi muslo. Era demasiado duro para ser una sábana.

«¿Qué es...?»

Lentamente moví mi cabeza hacia abajo. En poco tiempo, una persona familiar apareció ante mí. Cabello plateado, ojos celestes y delicados...

—... ¿Esto, el Archiduque? 

«¿Por qué está este hombre aquí? Incluso me senté en su cintura. ¡Dios mío!»

—¡Argh!

Rápidamente me di la vuelta y huí a la esquina de la cama. Mi corazón sorprendido latía como loco. Pude sentir la mirada del Archiduque sobre mí.

«¿Qué demonios está pasando aquí?»

¿No es un sueño? Levanté la cabeza con una gran rapidez. El Archiduque me miró y no dijo nada. Oh ¡Tal vez tiene un problema mental! Lo miré temblando de miedo. Mirando de cerca, estaba acostado en la cama con las dos manos atadas...

«¡Es una locura!»

Al fijarme en su apariencia, noté la mitad superior de su cuerpo desnudo. ¡Dios! Me sorprendió tanto que perdí el equilibrio y rodé al suelo. 

¡Thump! 

El sonido de mi cuerpo cayendo al suelo fue pesado. Creo que me golpee la cabeza, pero estaba tan avergonzada que no noté si me lastimé.

«¡Dios mío, ¿qué hiciste Vivian Lewis? ¡Estás loca! ¡De verdad!»

¡Secuestraste al Archiduque! Incluso está atado a la cama…  ¿Qué hice? Jajaja... Comencé a reírme, pero como una loca. Se oyó un gran crujido proveniente del Archiduque que estaba acostado en la cama. Me endurecí reflexivamente y pronto escuché su voz.

—¿Por qué no terminaste lo que comenzaste?

¿Si..?

Me pregunto qué fue aquella frase loca, lo miré fijamente y parpadee. Archiduque ¿Qué? ¿Qué acaba de decir?

—Quiero que hagas lo que estabas haciendo. Vivian Lewis y..

En ese momento, solo había un pensamiento que venía a mi mente.

«Estoy jodida.»

Yo, Vivian Lewis, 21 años. He secuestrado al Archiduque Gleen sin estar loca, gracias… ¡Estoy atrapada!

—¡Aaah!

Grité. De verdad quería arrancarme la cabeza. Mi habitación estaba llena de pinturas, tapices y cojines del Archiduque.

***

Cuando tenía 14 años, vi por primera vez al Archiduque. Fue en el baile de una fiesta de debut, llena de sueños y esperanzas de niñas. Tal vez conocería a alguna persona maravillosa y comenzaríamos a salir, estaba emocionada.

 .—¡Ah, mira hacia allá! Es el Archiduque.

—Oh, tan guapo. 

—¿Qué debería hacer? Creo que me enamoré.

Cuando escuché las voces murmurando de mis compañeras, sentí curiosidad y miré en dirección a lo que miraban. Él estaba ahí.  Un hombre que heredó su título a la edad de 17 años y es tratado como un noble. Rodeado por las luces brillantes de los candelabros y las risas de las personas, brillaba como los diamantes. Cabello brillante plateado, ojos azules como un cielo en otoño, piel como el jade blanco ¡Una belleza luminosa!