El frío aire de otoño azota las calles de Canterbury con más fuerza de la que es verdaderamente necesaria, las nubes pesadas y oscuras cubren el cielo como una manta cubre a un niño en plena noche de invierno temprano, y está este murmullo bajo en el ambiente que es ocasionado únicamente por las conversaciones de los habitantes.
Las calabazas con caras talladas que resultan vagar entre lo terrorífico y lo ligeramente ridículo están regadas por los jardines delanteros y las aceras, las telas de araña falsas están regadas por el césped y hay arañas de plástico hiperrealistas escondidas en alguna parte cercana tan solo para crear la ilusión de que ellas las han creado.
Hay alguno que otro ataúd con alguna sorpresa espeluznante dentro, en otros lugares hay cuerpos de goma colgados de cuerdas que sostienen sus cabezas caídos, esqueletos blancos que escalan hacia las ventanas más cercanas, tarántulas del tamaño de un coche adheridas a cualquier superficie estable.
Resulta ser un poco increíble como cada casa entramada parece estar metida en una especie de competencia para decidir quién tiene la decoración más terrorífica, pero lo cierto es que la tradición se ha vuelto de tal manera, que ya es más una costumbre que una novedad el ver todos esos arreglos por doquier.
Es el día de brujas, específicamente treinta y uno de octubre, y Louis Tomlinson se ríe en voz muy alta cuando le encuentra el sentido al chiste que Zayn ha contado hace alrededor de cinco minutos. El humo del cigarrillo ha salido estrepitosamente de su boca al igual que el sonido de su risa, y es una verdadera hazaña el mantener el cilindro entre sus dedos mientras su cuerpo se sacude.
Sus amigos lo miran por un instante antes de doblarse de la risa también, más por el hecho de que Louis haya tardado tanto en comprenderlo que por el mismo chiste en sí.
Ni siquiera ha sido una buena broma, pero hay algo en las palabras del moreno que han encontrado el estímulo en el cerebro de Louis y lo han activado. Y es divertido, y ligero, y el gozar tanto por algo tan trivial es capaz de causarle dolor en la parte posterior del cráneo al mismo tiempo en el que le brinda un alivio en el pecho que no tiene precio.
Tiene que jadear para poder estabilizar su propia respiración, y se enfoca a terminar de reír justo cuando las lágrimas se acumulan en las esquinas de sus ojos y corren por sus pómulos hacia abajo. Tose suavemente y se seca las mejillas con el dorso de la mano cubierta por el grueso suéter de lana que su abuela ha hecho para él y que no ha podido de ninguna manera rechazar.
La brisa casi silba por la fuerza con la que se desplaza entre los árboles, y el crujir de las ramas al ser movidas es capaz de opacar las respiración es ruidosas que cada uno de ellos da, sobretodo Louis, quien se pone la mano en el pecho y se da dos palmaditas antes de señalar a Zayn con el cigarrillo y llevárselo a la boca.
—Eso ha estado bueno— Comenta, con la voz amortiguada porque quiere imposiblemente hablar mientras succiona del pitillo.
Entrecierra los ojos brevemente y exhala todo el humo por la esquina de los labios. Su cabeza se mueve de arriba a abajo con la gracia todavía destilando de él y sus compañeros se divierten a sus costillas.
—Hombre, pero qué lento le has llegado— Opina Niall todavía entre suaves risas, con la dentadura brillante y los ojos ocultos detrás de unos lentes de marco ligero y negros que solamente usa cuando va a leer y que por eso mismo Louis no tiene idea de por qué los lleva puesto en medio del bosque. —Hasta Liam le ha entendido a la primera, y todos sabemos que no es el más listo en cuanto a los chistes.
—Eso es cierto— Apoya Liam, porque han tenido este montón de escenas en donde él es el único que siempre se queda detrás cuando se refiere a bromas y ya es un poco imposible para cualquiera de ellos el siquiera pensar en negarlo.
ESTÁS LEYENDO
Now I see ✦ larry au! | ✓
FanfictionEn una fiesta de Halloween, Louis ha estado siendo observado por este sujeto vestido como el personaje principal de una de sus películas favoritas, y él quiere saber de quién se trata. Sin embargo, y por alguna razón, no logra averiguar quién es deb...