Cerca de ti -Shoyo Hinata

最初

Me subí en cima de la maleta y me di impulso, logrando desplazarme mas de tres metros. Todo un logro.

Mi felicidad, por ser la futura humana que remplazaría a flash en sus películas, se terminó en un abrir y cerrar de ojos, ya que me estampe contra alguien.

Maldije a quien se había interpuesto en mi camino.

- Oye, ve con cuidado pedazo de subnor... -mordí mi lengua fuerte al recordar que si insultaba en español nadie me entendería.

Pero eso no fue lo peor. Cuando me fijé que aquella persona llevaba un papel, en el cual ponía; Alicia. Me quise matar.

Era mi padre de acogida, acompañado de su mujer, es decir, mi madre de acogida.

Me enderece de un salto y de paso puse en pie mi maleta. Hice un intento de reverencia hacia ellos antes de tratar de poner una escusa.

- yo, lo sien lo siento y lo s- la mujer me cortó antes de que pronunciara mis treinta disculpas pendientes.

- Supongo que eres Alicia - soltó con una leve risita. -. Tranquila, ya lo sospechábamos. Tu misma en el informe que recibimos, explicaste tu don de tropezarte incluso con el aire.

Me hizo reir, aun que era verdad. ¿Que? La sinceridad ante todo.

- He si, yo... Lo siento - miré de reojo a mi supuesto padre, el cual hasta ese momento no habló para nada,

- Tienes que ir con mas cuidado - tras oír sus palabras tan esperadas, me puse mas recta de lo usual y me tensé un poco. Una sonrisa socarrona surcó sus labios, algo que nos confundió tanto a su mujer como a mi. -. jajajajaja. Hubieseis visto vuestras caras - se siguió riendo, aunque esta vez tanto Akane, como yo, nos unimos. -. Que bien que hayas llegado, creo que si el vuelo se atrasa mas me hubiese ido .

- Arata - Akane le dió un codazo intentado ser discreta.

- era broma era broma - ella negó con la cabeza,  acto que me me hizo mas gracia. -. Supongo que estarás muerta de hambre. Akane a hecho Ramen, el mejor que probarás en tu vida -

Ella, algo sonrojada, hizo un gesto con la mano en signo de que exageraba. Mi sonrisa y paz interior aumentó en segundos. Me sentía tranquila, y eso era exactamente lo que ellos transmitían. Por un momento se me cruzo por la mente mi querida España, y que tal vez mi familia me extrañaría durante este intercambio. Aunque de inmediato rechacé aquella suposición.

(...)

Doblé mi cama y recogí el desastre que ayer en la noche armé en un abrir y cerrar de ojos. Bajé por las escaleras corriendo. De buena mañana era muy hiperactiva, aunque diría que también es causa de todo el deporte que hago. odio estar quieta, es una perdida de tiempo. 

- Alicia, no corras o te caerás-  me regañó Akane, sirviendo en la mesa tres bols  de sopa de Miso con huevo.

- déjala, esta nerviosa por ir a ver la zona ¿No? - de inmediato asentí a la par que engullía el plato como toda una fiera.

- te vas a atragan...- su frase se corto por mi tos repentina.

Efectivamente, me estaba atragantando. 

- perdón - logré disculparme una vez que Arata dejó de darme golpes en la espalda para ayudarme.

- eres totemo enerugisshu - mi boca se abrió de par en par, prácticamente invitando a las moscas a entrar. Mi cerebro trataba de buscar el significado de lo que acababa de decirme, pero me quedé en blanco.

Me daba rabia que me pasaran este tipo de cosas, pero era normal. No dominaba el japonés como si fuera el español, y quisiera o no me tendría que aguantar y seguir aprendiendo diariamente.