Harapo

3 1 0
                                    

Caminó hacia el contenedor con enojo. Todos se habían olvidado de sacar la basura. Otra vez. Todos los días pasaba lo mismo y ya estaba cansada. Abrió la puerta del contenedor y cuando estaba por arrojar sus bolsas notó que no había espacio. Estaba hasta el tope de envoltorios de comida y de harapos. Suspiró e intentó hacer espacio con sus bolsas. Pero dejó de presionar al escuchar un extraño ruido. Dejó su basura en el piso y sacó un pañuelo descartable del bolsillo. Con mucho asco removió entre los residuos hasta encontrarse con un ojo humano. 

Maldad en flor (colección de microrrelatos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora