Capitulo 2

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Arón

Acababa de regresar a la ciudad me cambié de universidad para regresar a vivir con mi madre y mi hermano ya que era menos costoso y teniendo en cuenta los gastos de la universidad y lo poco que ganaba trabajando no me alcanzaba para cubrir todos los gastos a pesar de que mi madre hacía todo lo posible por apoyarme económicamente.

Ella era una mujer pequeña, de ojos azules y cabello un poco ondulado, era buena persona aunque a veces no lo pareciera ya que después de lo que pasó con mi padre hizo que ya cambiará y dejará de ser la mamá cariñosa y comprensiva que antes era. Antes de que pasara el incidente con mi padre ella era extremadamente cariñosa conmigo y mi hermano nos demostraba su cariño en cada ocasión que podía, ahora ya no lo hacía era más cerrada y desconfiaba mucho de las personas que acababa de conocer, ya no nos decía que nos quería ni nos abrazaba y no me malinterpreten no era que nos quisiera simplemente que ya no lo demostraba como antes.

Hoy era el primer día en la nueva universidad. En lo que llevaba del día había estado "bien" si se le puede llamar así, lo único realmente bueno era que me había reencontrado con mi viejo amigo del bachillerato Harry.Él era la única persona que consideraba realmente mi amigo ya que siempre estuvo ahí para mí cuando más lo necesite, así como yo estuve para el cuando su madre los abandonó lo apoye siempre que me necesito.

Nos habíamos separado lógicamente porque la universidad a la que yo fui estaba en otra ciudad aunque habíamos manteniendo la comunicación por teléfono no era lo mismo.

Estaba pensando en la fiesta que me estaba organizando mi hermano porque había regresado de la ciudad que no me había dado cuenta de que Harry estaba a mi lado.

–En que piensas– me preguntó – que está pasando por esa cabecita tuya – me conocía tan bien que no le podía mentir.

– Estaba pensando en la fiesta de esta noche– le contesté.

–Cres que aparezca por ahí– y como supuse se refería a Dan.

–No lo se pero me gustaría que se allá olvidado de lo que pasó– le contesté más para mí mismo.

–Espero que no nos traiga problemas.

Dan era un sujeto desagradable con el que tuve problemas hace unos años, en ese tiempo él era un camello que quería que trabajará para él. Sabía que yo conocía a muchos en esta ciudad y me movía por muchos Clubes con mis amigos. El problema fue que yo no acepte trabajar para él. Es cierto que yo en algunas ocasiones le llegue a comprar pero de eso a que yo quisiera ser el camello había una gran diferencia. Eso desencadenó que él quisiera obligarme a trabajar pero no le funcionó ya que yo no era muy fácil de manipular y terminó amenazándome. Yo no tome su amenaza en serio ya que en ese entonces era un camello de poca monta y yo me iría a la universidad así que no le tomé importancia. Pero ahora que había regresado a la ciudad las cosas ya no eran igual él ya no era un simple camello, había ascendido y era uno de los distribuidores más importantes de la ciudad no tenía claro si todavía me recordaba o si todavía quería vengarse de mi. Por hacerle perder tanto dinero.


[...]

Había llegado la hora de la fiesta y ya no cabía nadie más,había muchas personas que conocía y me saludaban cada tanto,  pero no encontraba por ningún lado al Harry. Había llegado más temprano a mi casa para ayudarnos a preparar la fiesta pero hace ya rato lo perdí de vista.

Estaba buscándolo en el piso de abajo cuando lo vi bajar por las escaleras junto con una chica que venía abrazándolo lo que me hizo darme cuenta que terminaban de follar.

– Harry tenemos que hablar– le dije mirando a la chica para que nos diera privacidad.

–Dime...–contesto mientras me seguía afuera de la casa para hablar.

–Tenemos que estar pendientes de que no aparezca Dan ni ninguno de sus amigos, si ves a alguien me avisas para estar prevenido.

–No creo que se parezcan por aquí pero sí así es te lo diré. – me contestó pero no le preste mucha atención porque en ese preciso momento vi que se iban  acercando a la entrada un par de chicas.

Una de ellas me llamó mucho la atención es de unos 17 o 18 años, bajita, castaña, tiene unos hermosos ojos azules como el mar.

En ese momento me pillo mirándola y me ofreció una sutil sonrisa que iluminó la penumbra de la noche.

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