Lo que comenzó debe acabarse.

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Todo los preparativos para la supuesta nueva pizzería estaban listos, o más bien, todo estaba dónde debía estar. Pero aún quedaba tenerlos todos juntos.

          Después de haber conseguido las cosas de la subasta de esa atracción del horror que ardió en llamas, Henry las compró y usó para redecorar y dar un antiguo ambiente lleno de energía, usó sus últimos presupuestos para crear unos simples escenarios, simples juegos, y un laberinto escondido que rodeaba todo el lugar.

          El plan había comenzado y tenía que salir casi perfecto, por lo que llamó a la antigua empresa dónde él vendió todo; Fazbear's Entertainment. Sobre ayuda económica y convercerlos de reabrir un nuevo local.

          "...Fue por eso que los llamo, quiero acabar con todo esto con el mínimo detalle".

          "Aceptamos la ayuda, Fazbear's Entertainment ya no es una franquicia pero lograremos darle el ambiente necesario para lograr su cometido Sr. Emily".

          "Muchas Gracias por la ayuda". Colgó aquella llamada y suspiro mirando su escritorio.

          Todo esto empezó hace semanas después de leer aquel periódico sobre la subasta y el incendio, la historia le había parecido extraño así que decidió investigar sobre todo lo sucedido después de desaparecer de la ciudad por años al haber muerto su pequeña niña.

          Miraba aquellos formatos que consiguió para poder unir los sucesos acontecidos años atrás y una melancolía le recorría hasta el alma, aún no puede creer lo que le había sucedido a William él estaba muerto; bueno no del todo. Al parecer seguía vivo por algo que había descubierto en los archivos de él como Remanente. Una cosa tanto extraña pero al investigar de enteró de lo que era y que no deja a las almas que de las almas descansen en paz.

          Se levantó de su asiento rápidamente, todo esto iba a hacer que entrara en una depresión angustiante. Por más que se alejó de todo, el destino lo trajo de nuevo y se iba a hacer el héroe tratando de liberar a todos aquellos que estaban atrapados y sin la posibilidad de irse de una vez por todas de este mundo de mierda. Y vaya mierda había pasado sin William a su lado, pero todo eso debía acabar y ese miserable iba a acabar más abajo del infierno.

          Le dolía recordar el pasado, le dolía enterarse todo lo que le había hecho a pequeñas almas inocentes por una locura incontrolable. Le dolía aún más haberle dicho que lo amaba.

          Tenía rabia y tristeza acumulada después de tanto que habían pasado juntos, empezar a trabajar, ser socios, haber triunfado, haberse enamorado. Él le mintió y escondió cosas completamente desquiciadas solo por gusto; aún cuando él mismo se sentía mal y le daba compasión cuando William perdió sus dos pequeños hijos.

          Henry se levantó un poco mareado y se recostó en su sillón de dos plazas recostando la cabeza en un pequeño cojín mirando al blanco techo. Llevaba días que no dormía, no lograba conciliar el sueño sin tener pesadillas con él o con su hija. Quería acabar todo de una vez, ya no podía estar en este mundo sufriendo de esta manera por su culpa. Desde que conoció a William nunca ha podido tener la mente en su cuerpo, de alguna manera ese hombre lograba sacarlo de quicio un par de veces porque no salía de su cabeza, como si lo controlará.

          El enamoramiento te hace tonto ¿Eh?, pues Henry se sentía aún más que estúpido. Vamos, él se había casado y tuvo una hermosa niña, ¿Por qué se volvió a enamorar?, ¿Por qué de él?
Esas cosas no lo dejaban por toda la noche y solo daba vueltas por la cama. Cama que también compartió.

Ahora Arde y Adiós. [William & Henry] |One Short |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora