Prólogo

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Un torpe chico iba corriendo entre jadeos por toda la ciudad de los magos, llevaba un atraso de ocho minutos, y es que apesar de que siempre llegaba tarde a todos los lugares, jamás se lo había permitido los viernes. Y es en esos momentos donde el chico deseaba ser un mejor mago para poder aumentar su velocidad o volar y no ser aquel torpe que nunca sabría manejar la magia.

- Jungkook ¿Quieres qué te llevé a un lugar? Te ves apurado - el mencionado se detuvo abruptamente y observó a Taehyung, uno de los mejores magos de la ciudad.

- Este...

- Anda, no te pongas tímido.

- Vale... ¿Me llevas al teatro Flyruo? - pregunté en un murmuro.

- Oh ¿Vas a ver a Jimin? Me agrada aquel chico, es muy divertido.

En ese momento Jungkook sintió envidia de aquel muchacho, él era todo lo que deseaba ser, alguien aventurero, talentoso y sociable.

- Sí.

- Vente, sube a mi escoba y agárrate bien.

Jungkook un poco torpe se subió a la escoba, a causa de eso casi hizo que ambos cayeran ante sus movimientos bruscos. Por suerte lograron estabilizarse y no hubo mayor problema, lo único era que Jeon se encontraba sonrojado por la vergüenza.

- Lo siento.

- No te preocupes, mejor agárrate bien porque te puedes caer.

Y con esas últimas palabras es que el castaño se agarró firmemente de la escoba y empezaron a volar. Sobrevolando la ciudad, la cuál se veía ajetreada, había niños corriendo por las calles jugando con hechizos de primer grado, jóvenes saliendo a citas o familias en un día de paseo. Siempre que Jungkook volaba por los cielos, los cuales eran pocas las ocasiones, se quedaba admirando la belleza de su mundo, los árboles gigantes que desprendían brillos, plantas luminosas que alumbran las calles, podías encontrar cualquier estilo de casas, como las que utilizaban su magia para agrandar un hongo y hacerlo su casa, o las tradicionales que eran de madera. Y es que otra cosa que amaba Jungkook era la diversidad de seres que vivían en la ciudad a pesar de que era una ciudad de magos, te podías encontrar a ninfas, enanos, hadas revoloteando por las flores, ocros que eran los que cuidaban las murallas de la ciudad y por último Elfos, estos no eran tan recurrentes en la ciudad pero los que habían solían ser famosos por ahí, como Jimin, para Jungkook era el ser más hermoso del mundo.

- Llegamos - mencionó Taehyung sacando de sus pensamientos a Jungkook.

- ¡Muchas gracias! - dijo con entusiasmos el castaño - Nos vemos, Taehyung.

Jeon sin esperar nada más se adentra al teatro con emoción palpable en su rostro, entre empujones entrega su boleto para poder ingresar. Cuando paso toda esa multitud de gente se permitió respirar, y con pasos apresurados encuentra en la sección que se podía costear, y es que Jungkook a parte de no ser talentoso, también venía de una familia humilde. El castaño anhelaba poder estar más cerca del escenario pero no sé lo podía permitir y se conformaba para verlo de lejos.

Transcurrió como media hora hasta que las luces se apagaron y una canción tocada por una orquesta empezó a sonar. Es en ese momento es donde se levantó la cortina que ocultaba el escenario y aquel elfo que enamoraba a casi toda la ciudad salió. Empezó a caminar lentamente hacia adelante, con pasos elegantes y suaves y sin esperar ni un segundo más empezó a bailar, la sonrisa de aquel chico iba de oreja a oreja mientras se movía, toda las personas se quedaban maravillados ante Jimin. Este tenía su cabello platinado que estaba siendo decorado por una corona de flores que soltaba brillos dándole más magia a la presentación, su ropa se componía de una camiseta y pantalones flojos de color blanco, lo que daba una visión de pureza, simplemente la imagen de Jimin era tan etérea que aceleraba miles de corazones.

Y así es como se encontraba Jungkook, con un corazón acelerado y unos ojos brillantes que se asemejaba a una galaxia, y eso era porque lo estaba viendo a él, al amor de su vida Jimin.

Una hora después la presentación había terminado y se veía al platinado con una eyesmile mientras se despedía. Todos empezaron a abandonar el establecimiento, a excepción de Jungkook que era de los últimos en irse de ahí, porque se quedaba estancado con la magia que hacía Jimin, la de entrar a tu alma. Con un suspiro el castaño decidió salir ya y se topo con el frío de la noche, eso lo volvió a la realidad donde era un mago fracasado.

- Al menos por un par de horas me siento especial al verte.

Y con esa última frase se dirigió a su hogar.

¿Les interesa la historia? A mi me emociona mucho, espero poder terminarla porque está en especial me tengo que fijar en los detalles, ya que es una historia de fantasía. Pero realmente me gusta mucha la idea y la quiero compartir, amo la fantasía.

Esta canción me inspire en la canción "Soldier, Poet, King - The Oh Hellos"

Oh Lei, Oh Lai | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora