Capítulo 3

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Solo me enfoque en destrozarle la cara a mi padre y solo sentía el enojo que tenía en ese momento más todo lo que hizo antes, todos eso sentimientos se mezclaron y por primera vez salieron.

Nose por cuánto tiempo estuve así, los policías trataban de separarme de él pero de alguna manera saque una gran fuerza para que no sacarme y seguir golpeándolo, mi padre no podía defenderse debido a que tenía esposas en sus manos y había que había una cadena que se conectaba a las esposas de sus piernas.

Al final me pudieron separar de él, me llevaron afuera de la sala de reunión y me llevaron a la recepción, uno de los guardias me miró mi mano derecha, ya que, es la que más utilizo para golpearlo, la tenía entre serrada y abierta, y el me pregunto:

-¿Te duele?. - me lo dijo con un tono serio y preocupado

-Si. - me dolía demasiado, pero podía seguir golpeando lo

Me mira, me suelta con cuidado la mano y me dice que fuera con el, y yo dudadosa le pregunte:

-¿A donde vamos?

-A la sala médica, no puedes irte con la mano así. - empieza a caminar

Le seguí hasta llegar una puerta que decía que era la sala médica, el guardia habré y me hace pasar, veo a una hombre que llevaba una bata y me hace entender que es el médico, el señor se da vuelta, nos sonríe y dice:

-Hola, ¿En qué le puedo ayudar?

-Esta chica golpeó a un recluso y su mano derecha está con dolor.- Cuando termina de hablar, el doctor se acerca para revisarme la mano

-Jovencita me permite su mano.- me lo dice un tono simpático y extendiendo la mano para que se la pasara a lo que lo hice

-Muy bien, yo me retiro, así que espero que te mejores jovencita.- hizo una despedida se dio media vuelta y se fue, sin antes cerrar la puerta

El doctor me hace sentar en la camilla, y me empieza a mirar un poco mejor la mano, me la suelta con despacio y se va a una mini refrigerador saco un gel frio y me lo puso con cuidado en la mano y sentía un dolor cuando lo empezó a poner pero al rato se me paso, me quede callada todo el rato, hasta que escucho una pregunta por parte del doctor:

-¿A quien viniste a ver?.- lo veo automáticamente pero sin expresión, el estaba sentado en una silla que esta alejado de como un metro mas o menos 

- A un idiota.- fruncí un poco el seño, ya que, quería olvidarme de ese momento

- Ya veo, pero creo quien sea quien fuera se merecía esos golpes.- empezó a salir unas minis carcajadas

- Eso creo.- lo miro y sacó una mini sonrisa, después miro a otro lado.

- Casi se me olvida, tomate esta pastilla para que se te pase el dolor un poco.- en su mano tenía una pastilla, a lo que la tomé y me la trague, después el doctor me pasa un basó de agua y la tomé.

Después de un rato, empieza a sonar el celular que era del doctor a lo que era una llamada, el me dice que lo disculpe, que será un ratito que se va a afuera y en cuando termine de hablar que volvería, a lo que asentí. Vi como el cerro la puerta para contestar el celular, a lo que me saque el gel azul que me dio y trate de llorar, para que mis lágrimas cayeran en mi mano y poder que se recuperarán, trate de provocarme el llanto, recordándome cosas dolorosas que me pasaron, eso no iba a ser tan difícil, así que trate de recordar  y al momento empezaron a salir mis lágrimas y cayeron en mi mano mal herida. Me quedé esperando a que se me curará la mano pero no fue así, debido a que no poseo ninguna habilidad o quirk como deseen llamarlo... Mi madre que ya no está en este mundo, tenía esa habilidad, se llamaba: lagrima de curación o curación de llantos, que cualquier herida podía ser curada, sin importar que fuera una gran herida o una pequeña, lo curaba todo. Al mirar mis lágrimas caer en mi mano dolorida me hizo acordar a mi mamá, de un momento a otro escuche como se empezó a abrir la puerta y veo que es el doctor, trate de ocultar mi cara, limpiar mis lagrimas y me pongo el gel azul de nuevo en la mano , esperaba que el no haya visto mi cara toda lagrimosa 

-Oye jovencita ¿estas bien?.- me lo dice con una voz de que se preocupaba

-Mi mano esta un poco mejor...creo.- Trato de hacer la voz de antes de llorar, que no se me escuchara triste o que había llorado y se lo digo mirando mi mano

Se que da en silencio, escucho que se acerca y me toca me pone una de sus manos en mi hombro

-Bueno si dices que estas bien jovencita.- me da una sonrisa pero no se la devuelvo, después se quita su mano de mi hombro y la dirige a mi mano para ver como estaba

-Bueno jovencita creo que debería usar una muñequera o eso creo, te haría pruebas para ver si tienes alguna lesión o algo pero debido a que estamos en una cárcel y no tengo todos los implementos, te podre mejor la muñequera y puedes irte al hospital para que te vean correctamente.- Fue a un cajón y saco una muñequera para ponérmela, lo hizo con cuidado.

-Muchas gracias Doc.- le dije con una sonrisa pequeña.

Me despido del doctor para irme, tomo mis cosas para irme a la para de auto bus. Llego a la parada y llegue a ver que había alguien ya desde antes sentado en un extremo de la izquierda, no le tome mucha importancia, me siento en un extremo derecho de la banca que hay para esperar el auto bus. Mire todo el rato mi mano que tenia la muñequera, me tenia en mi pensamiento hasta que escucho algo

-¿¡Dia difícil!?.- lo miro .-Por fin me miras, llegue a pensar que eras sorda, te pregunte como 3 veces.- me quedo callada por un rato

-Si, tal vez un poco.- le respondí viendo mi mano

- Mi nombre es Hizashi Yamada, un gusto en conocerte.- se acerca un poco para darme la mano como gesto de saludo

- se acerca un poco para darme la mano como gesto de saludo

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-El mio es T/A T/N.- Le doy la mano 

Solo mía [Aizawa × T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora