¿Acaso no te has dado cuenta? Naciste para dañar, tu cruzada es hacer daño a tu prójimo y es que de resto la vida no tendría sentido, si tan solo te detuvieras a pensar en como serian las cosas si todo fuese felicidad, si todo lo consiguieras en un abrir y cerrar de ojos, si tu piel no se arrugara y tus huesos no se quebraran, si tu corazón no se infartara y tu cerebro no se paralizara, si el velero sin viento navegara y si el viento en tu cara no golpeara, alguna de ustedes saben cual es la pregunta que mas frecuenta mi mente? La pregunta del millón de dólares es, ¿Por qué cada vez que pienso en no lastimar a alguien es lo primero que hago? Y es que para amar soy un huracán, pero para dañar soy un tsunami, dicen que el tiempo no vuelve atrás y que los días sin contarlos se nos van, que amaremos a quien no nos ama por no haberlo amado cuando nos amaba, me refugio en la música, en los textos y en ser tan chistoso que hasta yo mismo me doy risa, me refugio en mi habitación escribiendo entre lagrimas con mas ganas de asfixiarme que de respirar, me refugio en lo inimaginable, entre praderas de letras y valles llenos de versos, de especies extintas, no te castigues a ti mismo/a, date la oportunidad de lastimar, el propósito de nuestras vidas en las vidas de los demás es enseñarles las consecuencias del amor, los trastornos que causa amar, el dolor que transmite un te amo cuando lo dejas de escuchar, un beso punzo cortante y un abrazo que jamás volverá, cáusate daño, causales daño, dáñales inocentemente, porque el dolor junto con la felicidad es lo que experimentamos mas frecuentemente y a veces no sabemos que nos duele mas, si un suspiro dulce y cálido o mil lágrimas frías y agobiantes, pues ahora me encuentro en un camino lleno de incertidumbres, en el pasillo de los sueños, inmerso en un mar de lagrimas y oculto entre arbustos de confusión, OH querido Dios de la sapiencia, guíame a través de las tinieblas del amor y enfócate en causarme dolor, porque gracias al dolor todos hemos aprendido a ser una persona mejor.
