One shot

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Aquí esta @LaEmperatrizKarol....Por cierto mis otros fics se van a descansar un tiempo...

Villa Hermosa 1998.

Un nuevo día y yo como todos los que llevo casada con Federico Rivero soy cada vez más infeliz, haré un recuento breve de mi vida. Tengo 19 años y me enamore perdidamente de Diego un peón del rancho de mi padre, pero como todo según lo que dice la norma una señorita como yo no podía casarse con un simple trabajador mientras me peino recuerdo la manera en que me hizo su mujer honestamente solo estuvimos unas cuantas veces mismas que podemos contar una de mis manos, me gusta como queda mi melena y acto seguido me pongo un bonito camisón, no puedo creer que en las noches haga tanta calor aunque vivo en este pueblo desde que nací hay cosas que aún me cuesta asimilar, mi camisón es blanco y tiene un pequeño escote pues soy madre de una beba de muy poco tiempo de nacida mi Maria del Carmen tiene dos meses y medio de nacida y es una belleza bueno supongo que para nosotras las madres es la manera en que vemos a nuestros hijos.

Me case con Federico pues mi padre me quitó a la niña al nacer para dársela a Raquela una de mis empleadas y yo lo descubrí un tiempo después la cuestión es que Federico quien siempre había estado interesado en mí se ofreció a ayudarme a encontrar a mi pequeña y heme aquí soy la señora Rivero, me case sin amor solo para tener a mi hija de regreso y lo conseguí ahora mismo está con mi madre pues he intentado en repetidas ocasiones amamantar y no he podido con lo cual mis senos están más grandes e hinchados, sumemos que llevo meses sin intimidad exactamente once meses y medio.

Siento que me estoy enloqueciendo pues tengo las hormonas en las nubes y estoy deseosa de hacer el amor, no crei que este acto se convirtiera en algo tan importante para mi, reconozco que cada dia empiezo a ver de manera diferente al infeliz con que me case, no sé porqué pero lo veo tan hombre como ni siquiera vi al padre de mi hija, dicen que está muerto y estoy por creerlo entonces ¿por qué no darle a mi marido lo que quiere?, no nunca hemos tenido intimidad hasta el sol de hoy me ha respetado.

Cierro los ojos y aquí estoy, imaginando hacer el amor con mi marido tal vez sea la manera en que Raquela lo busca lo que me hace pensar que ese condenado ha de ser delicioso en la cama, me miro en el espejo y que delicia vale, sé apreciar los cambios que ha tenido mi cuerpo gracias a mi pequeña mis senos son más grandes y ni qué decir de mis caderas, sin duda no veo tan simple como Raquela.

Niego con la cabeza, debo respetar el amor que siento por Diego no puedo pensar así de mi marido, él solo tiene derecho a estar con Raquela y no ha tocarme.

Escucho como unos pasos fuertes y tambaleantes se acercan a mi recamara, me asusto sé que mi marido bueno que Federico ha tomado la costumbre de beber y eso me asusta, cuando pequeña escuchaba la manera en que mamá se quejaba cuando papá llegaba ebrio y ella gritaba sin duda ahora entiendo porqué lo hacía: papá la obligaba a cumplirle como mujer.

Me muevo rápido o por lo menos eso intento, entonces Federico aunque tambaleante es más rápido que yo y finalmente entra a mi recamara, me asusto por la manera en que viene pero entonces lo comprendo, se tambalea no porque esté ebrio sino porque... suspiro seguro le paso algo más pero se que no está borracho.

-¿Qué haces aquí Federico? - mi voz suena vacilante - ¿Qué quieres, qué quieres aquí Federico? - repito nerviosa - él da un par de pasos adelante y yo retrocedo - estas tomado ¿Cómo te atreves a entrar de esta manera? - chillo nerviosa aunque reconozco que en la penumbra lo veo delicioso, agradezco que estamos a oscuras y no puede ver la manera en que mis senos reaccionan a él, mi bata está medio abierta.

-Ya me canse de dormir en otra recamara - contestó acercándose peligrosamente y reconozco que me empieza a gustar la manera en que nos retamos - me case contigo ¿no? - su voz suena fuerte - pues esta noche vas a ser mi mujer - me toma de los brazos y yo tiemblo, no lo había notado nunca pero sus manos me gustan son grandes y algo más delicadas que las de Diego entonces un pensamiento diferente me asalta ¿Cómo sería que tomara mis senos con ellas, que los acariciara?.

Consumación...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora