En las paredes de aquel monasterio solo se escuchaban los gritos de Denver y Monica mientras Raquel y Sergio dormían plácidamente en posición de cucharita. Sergio se encontraba detrás de ella posando una de sus manos en su estómago y su cabeza cerca de su hombro.
De repente los gritos de afuera se hicieron mucho más altos lo cual causó que despertara a Sergio. Lo primero que encontró fue a Raquel durmiendo tranquilamente a su lado y se preguntaba qué eran aquellos gritos. Medio dormido y confundido miró a su alrededor y tratando de ignorar la situación se inclinó hacia Raquel. Se veía tan linda mientras dormía con una expresión de tranquilidad en su rostro que inevitablemente empezó a llenarla de besos en el hombro. Raquel al sentirlo se despertó y se dio la vuelta y lo primero que notó fue los gritos que provenían de afuera. Sin decir nada se acerco a él y presionó sus labios contra los suyos.
Estuvieron quien sabe cuántos minutos allí pegados el uno al otro, acariciando varios rincones de sus pieles. Por muy bueno que empezase a estar todo, los gritos pudieron más. Raquel rompió el beso frustrada y preguntándose cual era el motivo del ruido.
-¿Qué son esos gritos? -Preguntó Raquel confundida y molesta ya que le cortaron el rollo de hace unos segundos antes.
-No sé -Respondió Sergio. -Me despertaron igual hace unos minutos. Creo que son Denver y Mónica teniendo una discusión de pareja.
Se quedaron en silencio tratando de descifrar aquella tercera voz que se oía se les estaba uniendo en el pasillo.
-¡Antiguo que eres un antiguo, vuelve a la cama ¡a la cueva! -se escuchó la voz de Nairobi, revelando finalmente que ella también estaba allí.
Sergio y Raquel se miraron mutuamente a la cara intrigados, preguntándose que era aquello que pasaba afuera.
-Hay que dejarlos, Sergio, seguro paran pronto. -dijo Raquel, no pensando claramente pero como manera rápida de zafarse de ello.
Sergio, no muy convencido, abrió la boca para responderle, sin embargo no pudo decir ni una palabra ya que Raquel volvió a asaltar sus labios con un beso que le hizo olvidarse rápidamente de lo que iba a decir y todo lo demás.
La mano de Sergio viajó rápidamente a la cintura de Raquel, poco a poco bajando hacia sus caderas, luego sus muslos. Raquel inconscientemente empezó a abrir sus piernas por el toque. Profundizaron más el beso, la lengua de él dentro de la de ella, explorando con lentitud.
Sergio continuó recorriendo con sus manos los muslos de la ex-inspectora, cada vez más y más cerca del lugar que ella tanto estaba esperando que tocase. Raquel cerró los ojos en anticipación, esperando finalmente ese toque que tanto deseaba, y cuando por fin lo iba a hacer se escuchó la voz de alguien de fuera, pero tan fuerte que les sacó del trance en el que estaban.
- ¿Sabes cuál es el verdadero patriarcado?-Se escuchó la voz de Palermo.
- ¿Cuál?-Respondió Estocolmo.
- El que tengo acá colgado! ¿PERO QUE CARAJOS LES PASA? ¡SON LAS TRES DE LA MAÑANA! Anda a lavar los platos Nairobi.
- Tu no eres machista tu eres gilipollas, vamos -se escuchó enseguida la réplica de Nairobi, que sonaba enfurecida. - ¡Que te vayas a tu cuarto!.
Sergio rompió el beso en cuanto empezaron a escucharse varios gritos al punto que la conversación era inentendible. Frunció el ceño frustrado, ya no podía más con esta locura.
-Raquel, lo siento, pero no puedo seguir así.
Raquel lo mira decepcionada, y lo ve levantarse de la cama.
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Monastery nights
FanfictionUna noche como cualquier otra en el monasterio donde Sergio y Raquel intentaban dormir, pero... ¿será así? One shot de @serqueldreams y @serquelhearts en twitter.