—¡Ellos son buenos!— Trataba de defenderlos, ¿Qué sería de él sin los humanos? Exacto, no sería nada.
—¿¡Qué acaso no ves lo que te están haciendo?! ¡Cada día te encuentras peor! ¡Recapacita de una buena vez!— Reclamaba el astro mayor. —Entiendo que los quieras, pero, ¡Por Dios Tierra! ¡Te están asesinando lenta y dolorosamente!— No podía soportarlo, verlo decaer un poco más cada mañana, verlo tan rendido y protector, eso era lo que más le dolía.
—¡Yo sé que pueden cambiar! ¿No ves cómo hay otras personas que incentivan al cuidado del medio ambiente? Si alguien puede hacerlos cambiar, son ellos mismos.— Sonreía lo más que pudo. Las pocas fuerzas que tenía eran suficientes para mantenerlo en pie, sabía que lo lograrían, solo necesita esperar un poco más.
Gruñó para acomodar las oscuras gafas que traía. —Algún día verás como te llevan a tu perdición, y ese día, no podrás mirarlos de la misma manera.— Se alejó frustrado. ¿Es qué acaso le era tan difícil asimilar que sus queridos seres humanos eran una plaga? Sobrepoblación, hambruna, pobreza, contaminación, guerra. Algunas personas ya ni si quiera parecían una, las hostiles condiciones que ellos mismos se imponían los estaban cambiando.
Se sentó en el oscuro suelo, sus piernas ya no soportaban el quedarse de pie por mucho más tiempo. Un sismo sacudió las placas tectónicas de su superficie. —¿Tierra? ¿Te encuentras bien?— La respuesta era obvia, un no rotundo.
Dejó de temblar, reprimiendo las nauseas que sentía. Debía ser fuerte, los países y sus habitantes ya deben estar sufriendo con el terremoto, tenía que alivianar la carga para ellos, era su deber. —Si, me encuentro bien Lu, no te preocupes.— La tenía a ella, su fiel compañera para las buenas y para las malas.
—¿Tierra?— Sonaba por el micro-altavoz que traía puesto. —Aquí habla ONU, ¿Todo bien? El sismo fue de una magnitud considerable.— Por supuesto, ¿Para qué más lo llamarían? Debía haberlo esperado.
—Si ONU, todo bien.— Respondió para acercar más el micrófono a su boca. —¿Planeas hacer una reunión de emergencia?—
—Justamente para eso te llamaba.— Oh, hace mucho tiempo que no hablaba con otros países. —Quisiera invitarte a participar de la conferencia. Reuniré a todos los países, sin importar si son miembros o no. Me preocupan los daños que se pudieron haber magnificado o creado por este evento.— Su tono amable pero firme lo caracterizaban. Realmente lo admiraba, ya imaginaba lo difícil que sería tratar con todos los países al mismo tiempo.
—¡Claro que sí! ¡Cuenta con mi apoyo!— Expresó emocionado. Deseaba oírlos, verlos, al menos por unos instantes. Eran sus hijos. —¿Cuándo va a comenzar?—
—En unas horas, volveré a contactarte cuando todos se encuentren presentes, ¿Vale?—
—Ok, ¡Nos vemos más tarde ONU!— La pseudo llamada había finalizado. ¡Qué contento estaba! Escucharía a sus pequeños luego de tantos años sin saber de ellos. —¡Tengo que buscar ropa más acorde! ¡Andando Lu!— Exclamaba para marcharse corriendo junto a la pequeña satélite.
—Tú lo conoces mejor que yo, ¡Tienes que encontrar una manera de que entre en razón!— Nunca había estado más preocupado en toda su vida. —Si no hacemos algo, ¡Va a morir sin siquiera darse cuenta!— La idea de perderlo le aterraba. Aunque no fueran muy cercanos, aunque prácticamente solo se hablaban para discutir, aunque fuera alguien terco, lo quería, y lo quería mucho.
—Que sea cercano no significa que podré resolver esto.— Conocía lo suficiente a su "hermano" como para saber que no cedería, ni por él, ni por nadie. —Tú eres el que tiene que aceptar que no lo podrás cambiar, él es así, y no podremos detenerlo si eso es lo que realmente desea.— Hablaba calmado. Sufrir solo los deterioraría, debían aprovechar su tiempo con el planeta y cruzar los dedos para que no empeore su estado.
—¡Es qué no lo entiendes Marte!— Estalló contra él. Las flamas de su superficie se movían frenéticamente, creciendo, disminuyendo, ardiendo fervientemente al compás de sus sentimientos. —¡No quiero que se vaya! ¡¡No puedo dejarlo ir!! Simplemente... No quiero que parte de mi corazón desaparezca con él...— Las pequeñas lágrimas que salían se evaporaban por su elevada temperatura. 'Tsss...' Sonaba como un sartén con aceite.
Apartó la mirada unos instantes. —Sé como te sientes, pero no hay nada más que hacer. Tú eres egoísta con él, y él es egoísta con sus países.— Lo observó fijamente. —Él los ama tanto como tu lo amas a él.— Podía sentirlo. El calor que emanaba hace unos instantes ahora era más suave, casi frío. —Lo lamento Sol, solo trata de disfrutar el tiempo juntos, ¿Si?— Le dio un pequeño abrazo. No iba a negarlo, también quería a la Tierra, eran prácticamente gemelos después de todo. Pero ya lo había intentado antes del interés de la estrella, era irremediable, era tan indomable con ese tema.
Sus lentes oscuros cubrían las gotas que se quemaban al tacto, pero el sonido aún lo delataba. El dolor aún persistía.
—La Tierra no es un objeto que puedas controlar Sol.— Entró en la conversación el cuerpo celeste femenino. —Si quiere suicidarse, lo hará, y nadie podrá intervenir. No son los únicos a los que les preocupa, ¿Saben?—
—Lo siento Venus, no es que quisiéramos dejar al resto fuera ni nada de eso.— Se disculpo el planeta rojo.
—. . .— Se retiró nuevamente en silencio, no quería compartir sus angustias con más de la cuenta, ya le bastaba con Neptuno y Marte.
—¿Para qué te estás cambiando? ¿Te das cuenta de que no te podrán ver de todas maneras?— Comentaba divertidamente. Le alegraba que los ánimos del terrestre subieran, le harían falta para lo que se venía.
Rió. —En eso te equivocas mis querida amiga.— Su sonrisa se ensanchó, ya quería ver la cara de emoción de la menor. —¡Ta-chan! Nos instalaron un nuevo satélite. Servirá como una especie de cámara, ¿¡No es genial?!— La alegría que desprendía era contagiosa. ¡Qué bueno era ver sonreír a la Tierra de nuevo!
Daba unos pequeños y antigravitatorios saltitos. —¡Genial sin duda! ¡Tengo que arreglarme yo también entonces!— Finalmente, algo en lo que compartían el mismo grado de ilusión, ¿Hace cuánto tiempo que no realizaban más que sus deberes juntos? No habían llevado la cuenta, pero les alegraba poder compartir más tiempo juntos como seres queridos, aunque fuera relacionado con trabajo.
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Rᴇᴅᴜᴄɪʀ, Rᴇᴄɪᴄʟᴀʀ ʏ Rᴇᴜᴛɪʟɪᴢᴀʀ ‖ Pʟᴀɴᴇᴛʜᴜᴍᴀɴꜱ, Cᴏᴜɴᴛʀʏʜᴜᴍᴀɴꜱ ʏ Aᴘᴘʜᴜᴍᴀɴꜱ
FanfictionSólo te harán daño; ¡Pero yo los amo! Deja de ser tan ingenuo, ellos no son buenos; ¡Pues los haré cambiar! El hecho de que los ames no significa que dejen de lastimarte; ¡Eso no me importa! ¡Con tal de que estén bien me conformo! Por favor, deja de...