𝑃𝑟𝑜𝑙𝑜𝑔𝑜: 𝑽𝒊𝒗𝒐.

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Los días se vuelven aterradores con el paso del tiempo, parecía que todo había sucedido ayer pero han pasado semanas desde que pasó este caos.

Me refugie en casa por qué aún no tenía un plan eficiente para salir de la ciudad y tampoco es que pueda sobrevivir por tanto tiempo.

La comida se acabará algún día, ¿Que voy hacer cuando no haya más para comer? Probablemente muera de hambre.

Hasta ahora podría vivir más de unos meses si sigo conteniendo la comida.

—Ye Zun, ¿Cómo sabré si sigues con vida?—mire el celular sin señal, no puedo llamar ni mensajear aunque el internet es bastante funcionable por una extraña razón.

Pero no me sirve de nada cuando no puedo tener una comunicación con nadie.

Con pasos lentos me acerco a la ventana y abro un poco la cortina que cubre la luz del día.

—Hay tantos, no puedo creerlo—mire a las personas infectadas que ya no son humanos y tenían su piel tan desgastada e podrida que se pueden ver algunos huesos.

Ojos color amarillentos, cero pensamiento de sus acciones y sobre todo comen carne o a ellos mismos pero igualmente se infectan algunos para que se extienda está enfermedad.

Seguí mirando con atención y luego cerré la cortina.

—No pensé que esto llegaría tan lejos— mire la televisión en silencio y es el mismo programa repetido sobre que llegarán a rescatarnos.

Que nos alejemos, nos quedemos en casa y por ningún razón debemos salir a enfrentarlos por qué son más peligrosos de lo que piensan.

Pero han pasado semanas ¿Cuando llegarán?, Si este lugar no estuviera rodeado podría haber soltado un grito de estrés pero no puedo ya que eso significaría atraerlos.

Los pasillos están llenos de ellos e incluso la puerta la tengo asegurada y está sellada con varias cosas para que ninguno pueda entrar.

Mucha gente perdió la cordura en esto, hizo lo que puedo para tener señal y comunicarse con personas de afueras pero eso terminó con infectarse.

Escuché gritos de las personas que aún no estaban infectadas y decidieron salir pero eso terminó siendo comidos o infectados.

Aún escucho los malditos gritos pero eso no fue el peor del caos, lo peor es que ahora siento que ya no hay sobreviviente alguno en mi pasillo solamente que yo.

—¡Ah! ¡Alguien ayudame!—cuando escuche eso abro la cortina junto con la ventana de manera silenciosa , si no escuchan un ruido probablemente no se den cuenta de mi ubicación.

Abrí la ventana como si eso fuera de ayuda pero quería hacerlo pero algo me hacía quedarme tan quieto.

—Oye..—escuché una voz que me llamo tan baja pero clara de entender hacia el lugar donde me encuentro.

Los ruidos de la mujer son más fuertes debido que está siendo seguida y seguramente no escuchan lo que decimos.

Mire al frente para encontrarme a un hombre de cabellos castaños, ojos color miel, tenía barba, está vestido con un pantalón de mezclilla, camisa blanca y una chaqueta de cuero.

El hombre tampoco había dormido bien durante este tiempo y lo pienso por la evidencia de las ojeras en su rostro.

Me quedé en blanco, el hombre es guapo también me di cuenta que había otro sobreviente tan escondido que ni siquiera sabía que siempre estuvo enfrente mío.

—No te quedes ahí de pie, entra a tu departamento porque haré ruido pero si quieres hablarme después usa esto— me lanzó un láser que tome con una buena atrapada.

Vivo |Weilan| Guardian AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora