Entre Crímenes y Acordes

Empieza el Caso

Olivia es una mujer de 35 años que trabaja como detective resolviendo toda clase de crímenes, y nunca falla, encuentra siempre la verdad con un método muy poco común, nadie lo usa, es un talento que ella adquirió mediante practica y estudio, aprendió a conseguir que las personas digan la verdad mediante canciones tocadas en piano, la música puede llegar a tener más potencial de lo que se ve u oye, a lo largo de su carrera desde sus 22 años ha desvelado las verdades de varios crímenes cometidos en la nación de Colombia, y esta vez no sería diferente, a su oficina le había llegado un documento con un nuevo caso por resolver, el caso era sobre una de los más buscadas, Catalina Giraldo, esta mujer tenía una pandilla de favorecimiento y facilitación de contrabando y narcotráfico, había conseguido propiedades y puestos importantes para sus subordinados en la cámara de representantes de ciudades alrededor del país y en el senado de manera corrupta, con sobornos y compra de votos, todos habían sido descubiertos y destituidos, pero está mujer no se rendía, afortunadamente ahora ninguno de sus hombres estaba ejerciendo un cargo, pero ella no se dejaba atrapar, aunque sabían donde está su mansión no logran capturarla, además de estos delitos de corrupción y narco tráfico a cometido asesinatos en nombre de los Giraldo, y lo extraño es que a pesar de conocer los culpables no pueden hacer justicia, el caso que le había llegado está vez era del homicidio del senador Humberto Sánchez:

Había sido asesinado en la casa de la señorita Giraldo pero en la hora del crimen la señorita Giraldo se presume estaba en la finca familiar de los Camacho, otra de las familias más buscadas del país, en la mansión solo estaba la servidumbre y algunos de sus sicarios favoritos, en las interrogaciones los empleados afirmaron que ni siquiera habían visto cuando el senador llego y que no tenían información sobre su venida o de su estadía en la mansión...

"Este si que es un caso interesante" pensó para sí Olivia mientras leía la carpeta con el caso. 

...Al interrogar a los sicarios de la señorita Giraldo afirmaron que estaban ahí esperando a que su jefa llegará pero no tenían ordenes de actuar,  aún no han interrogado a Catalina Giraldo debido a que no se sabe su paradero exacto.

Debido a la falta de información sobre el caso y no poder interrogar a la Señorita Catalina fue necesario interceptar sus llamadas para obtener información sobre su ubicación.

*En la llamada de la señorita Catalina*

Catalina: bueno...¿ y ya me consiguió lo que le pedí?

???: claro ya lo tengo solo necesito que venga a recogerlo

Catalina: ¡¿usted cree que yo me voy a arriesgar a ir a Bogotá a que los tombos me lleven?! ¡¿usted cree que soy tan estúpida?! yo le pedí a usted que me lo trajera yo no voy a ir por allá 

???: pues que le cuesta a usted venir acá..... igual si no la han cogido hasta ahora no creo que la vayan a coger ya

Catalina: si claro lo que usted diga.... que no vio eso que mataron al senador ¡¡ahora con más razón me van a buscar!! a quien se le habrá ocurrido matarlo en mi casa

???: pues si no fue usted por que tendría que tener miedo

Catalina: mire a usted nadie le está pidiendo su opinión.. . y aparte muy seguramente van a aprovechar el papayazo para llevarme presa

???: a eso si bueno... nadie la mando a hacer lo que hizo ¿o si?

Catalina: usted no se busque lo que no se le ha perdido

???: a pues si tanto la ofende mande uno de sus subordinados a matarme pa que le agreguen más cargos a su condena

Catalina: no se busque lo que no se le ha perdido.... ¿Qué le cuesta a usted venir acá a traerme eso?

???: sabe que... le dejo su encargo en el punto acordado antes de la payasada esa de huir.. venga acá y recójalo o mande a alguien a recogerlo ya sabe donde está.... no me espere ahí porque me voy a la finca en Tuluá...y no se le ocurra mandar a alguien a buscarme

*fin de la llamada*

La llamada termino y ahora habían conseguido un poco de información, ahora sabían que aparentemente no fue Catalina Giraldo quien mato al doctor Sánchez, pero tampoco había dado la orden de matarlo, seguían sin saber donde estaba pero sabían donde estará, otros hombres de la policía judicial irían a Tuluá a interrogar al ayudante de la señorita Giraldo, para saber el lugar exacto donde estaría la sospechosa, a pesar de lo dicho en la llamada no estaban seguros de que fuera verdad, y aunque lo fuera, era una pieza clave para encontrar al verdadero homicida.