Otro día transcurría poco diferente a los demás, lo único que lo hacía distinto era que ahora no había nadie merodeando cerca suyo.
Había pasado el día lejos de Jeno y Haechan.
Mantuvo su cabeza en el arduo trabajo de organizar sus pensamientos y sentimientos. La tristeza invadía una gran parte de su cuerpo y alma, aquella que por más llanto se negaba a abandonarlo. El pensamiento de tener un padre al cual no miraba hace más de un año, una madre y abuela muertas. Ese sentimiento de soledad, Renjun no tenía a nadie.
Amigos si, los tenía, algunos que se acercaban únicamente porque "El chico bonito paga la cuenta" "El sin cerebro conoce gente muy atractiva" "Los maestros pasan de año a su grupo de amistades por solo ser su amigo" "Es un hipócrita de mierda" "Es muy hijito de mami".
Tanta palabrería y ninguna era cierta, pero no necesitaba darle explicación a ninguno. Mientras estuviera bien consigo mismo, los demás se podían meter sus palabras por dónde mejor les entraran.
Hermanos también tenía, pero ese "cariño" o relación de hermandad no existía. Cuando Renjun estaba triste, molesto o decepcionado de si, ellos estaban ahí, recalcando todo lo que "hacía mal".
"-Saque 9.8 de promedio final- mencionó Renjun mientras veía en su boleta ese número, de nuevo la decepción cayó sobre él.
-¿Porque tan bajo Renjun?- preguntó su hermano, el mismo que reprobó dos años.
Los ojos de Renjun se llenaron de lágrimas, de nuevo estaba fallando, él era inteligente como su madre, pero tuvo un nueve y no un diez.
-Aprovecha tus estudios, eres el ejemplo de mis hijas- Su hermano hizo un chasquido con la lengua y negó con la cabeza para después irse de la sala.
Renjun amaba a sus sobrinas, siempre que lo veían mal, intentaban consolarlo, pero últimamente Renjun nunca estaba bien por lo que casi ya no las veía.
- Soy un estúpido- dijo Renjun mientras se golpeaba.
"Cuando me molesto por algo, quiero golpear algo, no importa si es a mi mismo, lo merezco" fue lo que le mencionó al psicólogo.
- ¿Estás decepcionada de mí?- pregunto mientras miraba al cielo desde su ventana.-Sabes la razón por la que sigo con vida- susurró mientras su cara hacia un gesto de dolor. Soltó su muslo el cual estuvo pellizcando hasta sangrar un poco."
"No tienes el deber de quererlos, claro que nosotros queremos a nuestra familia, es como un sentimiento que existe desde que nacemos. Pero hay dos opciones; con el tiempo ese sentimiento se hace más fuerte o desaparece." Mencionaba su abuela cada que lo consolaba.
Sin duda Agosto era un mes melancólico para Renjun, el cumpleaños de su difunta madre de y el aniversario luctuoso de su abuela. Necesitaba controlar sus sentimientos y disfrutar con sus amigos, superar esa angustia y tristeza.
Él necesitaba estar bien.
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