Empezar a vivir juntos no debía ser complicado, se enfrentaron cosas peores como héroes, o eso creyeron antes de estar dos horas en el suelo viendo catálogos... Tal vez le estaban dando demasiada importancia algo superficial.
En una sala espaciosa y desprovista de muebles se encontraba una joven pareja, el chico tenía las piernas abiertas, y su novia estaba sentada en el espacio entre estas, las manos de ella estaban sosteniendo un catálogo.
—Tal vez marfil quedaría bien _Comentó el pelirrojo, sus brazos la rodearon sobre los hombros, tomando el catálogo.
—¿No querías ese color para la habitación? _Una exclamación cansada salió de los labios de Wally, al tiempo que recargaba su frente del hombro de Raven.
Llevaban demasiado tiempo ahí, sin hacer otra cosa que no sea ver ese catálogo, decir que estaba aburrido era poco, cada quince minutos salía utilizando su súper velocidad a buscar algo de comer, o algo que distrajera su mente tres minutos antes de volver.
—Bien _Alzó la mirada buscando un nuevo color— Amarillo es un buen color, ¿Qué tal esté? _Señalo con su dedo un amarillo demasiado intenso.
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—Wally, entiendo que durante mucho tiempo el amarillo fue tu color, pero, si veo ese amarillo cada vez que pase por la sala, terminaré destruyéndola, es demasiado escandaloso, relajación no es una palabra que venga a mi mente con ese color.
—Elige tú entonces _El antiguo Kid Flash le dejo catalogo en las manos de ella, aprovechó que estás estaban quietas para acariciar con sus yemas de los dedos el lugar, subiendo lentamente hasta llegar a los hombros.
—Wally _Advirtió, uno de sus ojos se cerró, al sentir los labios de su compañero sobre su cuello. Solo recibió como respuesta un suave “uhm”— Estamos en algo importante _Escuchó un ronco “Aja” contra su oreja, antes de sentir un nuevo beso contra está— Wally _Suspiro el nombre con voz temblorosa— Podrías concentrarte.
—Raven, hemos estado en esto desde temprano, quiero hacer otras cosas _Reclamó en un tono que a su novia le sonó infantil.
—Wally, tú fuiste el que quiso remodelar hoy _Raven volteó su cuerpo, quedando en el espacio que dejaban las piernas separadas de Wally.
Cuando Wally le propuso que vivieran juntos pensó que esto sería más fácil, apenas llevaban unas horas allí y ni siquiera habían podido decidir algo tan simple de qué color usar.
Ambos en lo que había sido su vida tuvieron preocupaciones más urgentes; como evitar que su padre dominará el universo, y hacerse cargo del manto de Flash en su adolescencia. Tal vez le estaban dando demasiada importancia a un asunto tan superficial como los colores de cada habitación.
—Raven, puedes pintar toda la casa de rosa si quieres, yo no estaré más que feliz por la decisión, total, ya nuestra vida es como el final de esas novelas rosas que guardas con tanto recelo entre tus libros _Wally le quitó el catalogo tirándolo en el piso sus manos tomaron los laterales del rostro de ella— Ahora, hagamos algo más divertido.
—¿Quieres salir? _Raven arqueó una de sus cejas al tiempo que las comisuras de sus labios subían.
—Tal vez… En unas dos, cuatro u ocho horas _Wally sonrió antes de acercarla más a él para besarla.
Esto no era un cuento, ellos no eran personajes cliché mucho menos personas normales, enfrentaron muchas cosas para llegar a donde estaban, para vivir juntos y aunque parecía, esto no era un final, ni siquiera estaba cerca de serlo, su historia continuaba, con altos y bajos, puede que en un futuro aparecieran nuevos desafíos, mucho más importantes que elegir un color, pero los enfrentarían juntos, como hacían también con las cosas superficiales.
La vida no es monocromático rosa, la vida está llena de diversos matices que la hacían más interesante.
Finalizado.
Más historias sin sentido, que ni yo sé de donde salen.
