Bruma blanca, color de un comienzo. Cáp.1

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Lluvia...
Gota a gota caen mi techo; Escucho como se estrellan violentamente mientras leo un libro, el primero que me encontré en la estantería. Quiero desacerme de todos estos
pensamientos inecesarios que chocan en los limites de mi mente y crean un eco casi insoportable.
Hojeo rápidamente, no deseo leer el título.
(Toc, toc, toc...)
Me levanté del sillón y abrí la puerta, no pregunté quien era, hoy no tengo ganas de decir nada.

-Señorita Emma...- él era un señor de mediana edad, con claros inicios de canocidad en su cabello.

No dije nada, él era un hombre que veía casi todos los días en la recepción de la hostal, comienzo a pensar que vivimos en el mismo piso.

-Creo que no nos hemos presentado.- dijo animadamente.

-Si... No creo que sea necesario, pero gracias por venir.- Traté de volver a cerrar la puerta. De verdad que no tengo ganas de recrear una vez mas el tedioso monólogo de la presentación amistosa.
El señor alcanza a detener la puerta con su pie y la mantiene firme.

-Señorita, no le quitaré mucho tiempo.- dijo a traves de un estrecho hueco de la puerta que matiene atascada.

-Ahhg, señor, eligió el peor día para venir a entablar alguna conversación conmigo. Creo que tendré que poner un aviso en el diario mural del edificio cada vez que me sienta así.-

-Lo entiendo señorita pero, no solo vine para presentarme, si no para algo mas importante, algo estrechamente
íntimo.-

Hace bastante tiempo que ya nada me daba curiosidad. Pero, algo me decía que algo, por lo menos interesante iba a ocurrir pronto.
Me tomé un poco de tiempo para ordenar mis ideas y por fin responderle a tal enigmatico pero, a la vez tan charlatán caballero.

-Pff, correcto, esta bien.- Le abrí la puerta y lo invité a pasar.

Le ofrecí asiento en mi sillón. mientras, yo tomaba una silla, la colocaba con el respaldo de frente y me sentaba.

-¿Y bien?-

-Yo soy el señor O'hare, James O'hare.-

-¿Mucho gusto?, señor O'hare. Dígame, ¿en qué le puedo ayudar?-

-Dígame... Usted es doctora, no?- O'hare se rascó la cabeza con nerviosismo.

-¡No, no soy doctora! Ahora que lo sabe, váyase, por ahí puede encontrar algún doctor que lo pueda ayudar.-

-Dísculpe, yo sé que usted es doctora, no se pregunta como es que sé su nombre? Usted es médico, solo que ya no ejerce.-

-¿Qué como sabe mi nombre?. No me importa lo mas mínimo como lo averiguó, solo por favor, no insista mas.- Me levanté y lo llevé a la salida.

-Mire, yo no estaría aquí si no fuera algo que me importa mucho.- dijo mirandome a los ojos, mientras me sujetaba el antebrazo derecho.

Bueno hasta aquí el primer capitulo de "Mi inocente Michelle".
De verdad espero que les llame la atención y les resulte interesante!!
Les mando mucho cariño y me despido!!! BAM BAM...💌

Mi inocente MichelleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora