Jason Tood/Conner Kent
HALLOWEEN SECRETO 2020
Conner soltó un suspiro contrariado. La fiesta de Halloween empezaba a parecerle aburrida pese a que era evidente que sus congéneres tenían ideas muy diferentes a las suyas. La música se encontraba al máximo, las luces se encendían y apagaban al ritmo impuesto por los parlantes de alta gama, el humo se levantaba del piso del gimnasio y todos los estudiantes saltaban, gritaban, se zarandeaban y festejaban como si no hubiese un mañana. La tétrica decoración que hubo robado tantas exclamaciones de asombro cuando entraron ya, para esas horas, se hallaba olvidada y desbaratada; los estudiantes solo centrándose en pasarla bien, en reír, en jugar con sus amigos y quizás en colar una que otra botella de alcohol para adulterar el ponche.
Conner podía imaginar muchas otras maneras de pasarla bien que encontrarse inmerso en ese mar de hormonas juveniles, sin lugar a dudas. Hasta se le venían a la mente una persona en específico, pensó con una sonrisa dibujándose en sus labios.
Después de varios minutos de pie junto a las gradas soltó un chasquido con la lengua ya con impaciencia y buscó con su mirada a sus amigos. Los había perdido hacía rato y necesitaba asegurarse que aun siguieran en el salón de baile antes de poder escaquearse por un tiempo.
Fue Tim quien lo invitó a aquella celebración de Halloween de su escuela. La entrada había estado abierta para estudiantes y para un acompañante que podía ser de otro colegio de Gotham y, sin embargo, el siempre eficiente petirrojo no solo se las había ingeniado para hacerlo entrar a él, un adolescente de Kansas, sino que había encontrado la manera de que el resto de los Titanes pudieran colarse también. Todos se hubieron entusiasmado con la idea ni bien Robin se las hubo informado hacía una semana atrás, no perdiendo ni un instante en ponerse manos a la obra para crear su propio disfraz tal y como dictaban las tradiciones terrícolas. Otra cuestión con la que Conner no se hallaba familiarizado sin duda, pero que, pese a las circunstancias, disfrutó mucho del proceso; acompañado por las chanzas de sus amigos y el esfuerzo invertido en tal trabajo. Así era tal y como se hallaba ahora: engalanando su muy elaborado disfraz de lobo, con la cola y las orejas azabaches para combinar con su cabello, un traje de cuero oscuro que se ceñía en las partes importantes de su anatomía y una camisa blanca semi-abierta que no dejaba nada a la imaginación. No iba a fingir que no se veía bien. Desde que había llegado a la fiesta no había hecho más que robar más de una mirada indiscreta por donde pasaba y ya se había hecho con varios números telefónicos en pequeñas notitas que guardaba con cierto recelo en su bolsillo trasero.
Tim había optado, en cambio, por algo más sutil para pasar las fiestas: un disfraz de un detective famoso de la literatura inglesa le había dicho. ¿Cómo se llamaba? ¿Sherly Hall? ¿Sherman Holes? Daba igual. Cass, por su parte, no había perdido oportunidad en exhibir sus curvas y sus tan bien torneadas piernas de amazona. Lucía un vestido corto que se entallaba en su cintura y su cabello largo estaba recogido en un tocado que creaba la ilusión de ser de la década de los cincuenta. Sus carnosos labios rojos, un delineado prominente y un lunar pintado sobre su boca terminaban el acabado. Marilyn Monroe le había dicho con un guiño coqueto cuando se lo preguntó y ciertamente a Kon no le interesaba saber más.
El resto del equipo se había decantado por trajes más pintorescos: pirata, hada, vampiro, bruja de Salem, taquero mexicano, y quién sabe qué otro espécimen arrancado de la inventiva terrestre o de la cultura pop del momento. En conjunto hacían un grupo muy pintoresco y no dudaba de que estaban siendo la comidilla de la secundaria 'Gotham Academy', pero daba igual, ¿no? ¿No impresionaban acaso a donde fuera que llegaran? Aunque muy a regañadientes tuvo que prometerle a su mejor amigo que no diría quién era, ni de dónde era ni cómo se habían conocido. Las malas lenguas eran terribles y Tim parecía siempre en la cúspide del chisme en aquel lugar pese a que el petirrojo no hacía nada para provocarlo. Ya antes le había advertido que no todos eran amables allí con él y sobretodo porque era el hijo adoptivo de Bruce Wayne. Conner solo asintió y le prometió comportarse para no levantar ninguna sospecha aunque en el fondo no lo comprendía. No entendía el hecho de que todos en aquella secundaria parecían ser crueles y competitivos con Tim pero allí, en pleno jolgorio, se acercaban a él entre sonrisas tras sus máscaras y sus maquillajes despampanantes, pidiendo ser presentados al resto del equipo o halagando su elección de disfraz. Todo aún le parecía muy confuso.

ESTÁS LEYENDO
Qué boca tan grande tienes... || JayKon
FanfictionUna fiesta de Halloween en la prestigiosa Academia de Gotham podría resultar entretenida para Conner después de todo. Más aún tras el encuentro con el forajido escarlata, protagonista de sus más candentes ensoñaciones. ¿El Lobo feroz será capaz...