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¿Está mal querer irse?

Él ya no quiere estar aquí

Está aprisionado dentro de su propio ser, de su propia mente

Él mismo se empuja al vacío, sin saber el por qué ni el cuándo

Es que es tan difícil comprender que es incapaz de luchar contra sí

Y que aún pelea constantemente

Contra ese deseo de desaparecer volando

La soledad que lo ha invadido a lo largo de su vida

Ha estado ahí haciéndole fiel compañía por tanto

Y aún así, aun así

Le pides que reviva

Le imploras a gritos que no se haga daño

Y es que el daño ya está hecho, y por siempre será así...

Lo escriba en prosa o lo escriba en verso

De qué forma lo puede hacer menos complicado

Has demostrado tantas veces que no lo comprendes

No comprendes por lo que pasa, ve y siente

Está bien, se ha acostumbrado a que lo hayas ignorado

La ignorancia nos acomoda, y por lo visto es lo único que entiendes

Después de tantos años, el descaro

Lo tienes, no lo niegues

De ir a preguntarle si está bien

Y tampoco sabes que cuando esto le preguntas profana

Su caja de sentimientos y emociones en pasteles

Con tanto pigmento que no lo sabrás manejar al cien

Y es que lo que siente es desesperación

Tan intensa y cortante

Que lo obliga a hacer y decir a su antojo

Lo encadena y somete, lo hunde en humillación

Y esta, al mismo tiempo, es tan lejana y distante

Lo obliga a encerrar todo esto y echar cerrojo

Por qué había escrito todo esto en verso, le preguntas

Por qué no en prosa, para qué las complicaciones

Acaso confías en releerlo y comprenderlo, recordar a lujo de detalle

Y él te pregunta, tú que escribes en prosa porque así lo acostumbras

O es que no importa como lo diga, solo quieres que calle

Si quieres que calle, díselo

Lo ha hecho tantas veces, por tantos años, que no habrá diferencia

Esto de guardar silencio le viene como anillo al dedo

Siempre pensando en no lo leas, escríbelo

Y rómpelo y quémalo, no debe quedar evidencia

Estará bien, aún cuando todos lo miren con recelo

Y es que tiene una forma tan mágica de hacerse llorar

Que ya no lo afectan ni tus hechos ni tus palabras

Tampoco tus actitudes ni tus canciones

Lloraba y lloraba hasta hacerse cansar

Y al día de hoy, no importa cuánto lo abra

Ya no puede llorar, se ha quedado sin razones

Por esto y más se pregunta, está mal querer irse

Después en tanto llorar y tanto sufrir

No merece un descanso

Solo queda despedirse

Para poder partir en paz

Con un solo adiós y un muy corto abrazo.

Desesperanza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora