༻ 𝕀𝕟𝕠𝕤𝕦𝕜𝕖 ༺

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La mente del pelinegro era un desastre, se preguntaba por qué fingió estar dormido cuando el Kamado entro, el por qué el idiota de Gompachiro hizo eso y por qué el extraño hilo atado a su meñique era más notorio ahora.

Un par de días pasaron desde lo ocurrido en aquel cuarto de la finca mariposa, no mucho después de haber vuelto de una misión.

Otra vez se encontraba en aquella, ya tan conocida, habitación.
Escuchaba la conversación de los otros dos mientras se mantenía, extrañamente, callado.

Los otros dos le habían preguntado varias veces si se encontraba bien, claro que Zenitsu con su extraña forma de preocupación.
Al pasar los minutos se sintió aburrido, así que se levantó y salió rumbo a la cocina, lugar donde tal vez encontraría a la niña mariposa de ojos azules.

Y como supuso, Aoi se encontraba preparando Onigiris, tomando uno de los varios ya preparados se acercó a la más baja.
La reprimenda no se hizo esperar, en comparación con las otras veces se mantuvo callado hasta que la otra terminó, la de coletas le preguntó si no se sentía mal, seguramente, por no haber contestado en ningún momento a su regaño.

Ignorando la pregunta y lanzando la de, "¿Por qué había un hilo atado en su mano?"
Esta lo miró extrañado, tomó la mano derecha del Hashibira y le preguntó si ese hilo se encontraba atado en su meñique, asintiendo como afirmación, y se quejó de como la otra soltó una risilla.

Un par de horas pasaron desde que la Kanzaki le explicó que era aquel hilo, desde entonces se mantuvo tirado sobre el suelo con el brazo extendido al techo, mirando aquel rastro que ya sabía a dónde se dirigía.
Harto de verse a sí mismo en esos ánimos, se levantó y comenzó a buscar al de pendientes de hanafuda.

Lo encontró solo en la habitación de siempre, se veía distraído y aprovechando esto, de manera rápida se acercó al otro. Al fin notando la presencia del otro Tanjiro lo observó, curioso y nervioso por la cercanía, tomándolo desprevenido lo jaló así si estampando sus labios sobre los otros.

Fueron solo unos segundos, los suficientes para hacerlos sentir en el cielo, separándose rápidamente se puso la cabeza de jabalí, que en algún punto después de haber entrado se quitó, y al estar a punto de salir se detuvo y giró levemente la cabeza.

-𝚃𝚊𝚕 𝚟𝚎𝚣 𝚗𝚘 𝚜𝚎 𝚝𝚊𝚗 𝚖𝚊𝚕𝚘 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚛 𝚊𝚝𝚊𝚍𝚘 𝚊 𝚝𝚒 𝚃𝚊𝚗𝚓𝚒𝚛𝚘-

[̶̷̶ஜ̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̲̲̅̅ ̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̲̲̅̅ಌ̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̲̲̅̅ ̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̲̲̅̅ஜ̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̲̲̅̅]̶̷̶

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[̶̷̶ஜ̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̲̲̅̅ ̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̲̲̅̅ಌ̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̲̲̅̅ ̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̲̲̅̅ஜ̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̶̷̶̲̲̅̅]̶̷̶

Extra~

Mientras caminaba rumbo a dónde estaba el de cabellos Burdeos, se repitió su nombre cinco veces, sabiendo que a la sexta diría correctamente el nombre de el de pendientes.

💮Un Hilo Y Un Poco De Amor💮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora