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Las oscuras nubes eran la unica cosa que se lograba ver al cielo en esta tarde, retumbando en señal de que pronto caerían las primeras gotas de lluvia.

Unos tiempos bastantes extraños para él, que solo se encontraba caminando a un paso calmado y mirando hacia arriba, pensando unicamente en lo bello que aveces era ese fenómeno natural.
En dirección a aquella casa en medio de una colina, alejada de el pueblo pero tampoco como para perderla de vista, suponiendo que la mujer que viviera ahí quisiera paz y soledad. Aunque sea joven y hermosa, perfecta para encontrar una pareja de vida, ella no parecía interesada, algo peculiar que debía aprender de los humanos...bueno...tampoco era tan extraño que los de mi especie tomen en cuenta en primer lugar sus propias metas que la busca de sus almas gemelas.

Las oscuras botas se manchaban con la tierra que se volvería lodo en cuanto empezara a llover, no le desagradaba, pero le incomodaba tener que sacrificar el buen estado de su ropa por ayudar a una mujer que ni conocía. Aún se preguntaba como sabía su objetivo con respecto al tema de lo paranormal y lo que se consideraba "sobrenatural" en el mundo humano, simplemente una vez se acercó a él y le suplicó su ayuda mientras le daba una nota con la dirección de su casa...después se fué sin decir nada más en aquél transporte publico llamado...autobus...

N

o pudo ese ser evitar sentir algo de curiosidad y se encaminó directo a aquel sitio lo más pronto posible.

Y ahora se encontraba ahí, al frente de aquella entrada de la casa de madera oscura dudando por un momento si fue buena idea pero el hecho de ya literalmente estar en ese lugar como motivo para continúar con esto. Suspirando sin esperar algo que lo sorprendiera tocó tres veces la puerta, el ruido retumbó por el interior de la casa y no le tomó muchos segundos escuchar unas pisadas de dentro dirigiendose a él. La puerta se abrió dejando ver a la misma mujer que le había pedido su ayuda.

Su apariencia lucía diferente a cuando la había visto por primera vez en el centro del pueblo. Antes llevaba un negro traje, se encontraba más cuidada y limpia junto con un cabello bien arreglado envuelto en un moño con un lazo rojo oscuro del mismo color que la corbata que traía, su cara llevaba lo que los humanos llamaban "maquillaje" que como según él había concluido era para verse más coqueto a la vista...simplemente absurdo, disfrazar el rostro con polvos y pinturas raras para intentar verse más elegantes.
Ahora la dama se le notaba cansada, desalineada y con su castaño cabello desarreglado y nudoso, con una mirada agotada que después se llenó de impresión al verme.

-¡Eres tú! ¡Decidiste llegar!

-Supongo que no nos presentamos la vez anterior que nos vimos, soy Nicolai Dunne.

-Beatrice Wilson, un placer y en verdad gracias por venir.

Sosteniendo con delicadesa su mano derecha, besé esta en un saludo cordial, aunque así lo hacía ver mi ilusión humana...en verdad apenas tocaba la punta de mi pico con su mano.
Ella al parecer soltó una risa pequeña ante mi gesto, supongo que en estos tiempos ya no resulta ser tan común estos tipos de saludos, aún así...seguiré saludando de esta manera.

-No es nada, ahora por favor, digame una cosa, ¿como usted sabía que me dedicaba a la investigación paranormal?

-Oh...en verdad eh...solo lo supuse...es que la semana anterior lo ví entrar al Gold Beer...ya sabe, esa bar que supuestamente está embrujado, entonces...

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⏰ Última actualización: Nov 17, 2020 ⏰

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