Capítulo Único

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Estaba perdido en sus pensamientos. Tenía muchas cosas que hacer, debía estudiar para dos exámenes, debía un trabajo atrasado y pronto llegaría su madre a casa y vería lo desordenada que dejó su habitación. Probablemente intentaría hecharle de nuevo a la calle.

Se acercaba el final del semestre y esa es la parte más estresante de cada año, los exámenes finales, ver tus resultados, ver lo mal que te fue y entender que no tienes futuro. Necesitaba calmarse un poco.

Donghyuck miró por la ventana del tren en el que iba, ver las calles moviendose le relajaba y entregaba tanta paz por alguna razón. Fue entonces que se dio cuenta de que las calle no se estaban moviendo, y que el tren tampoco.

No estaban en una parada establecida, estaban en medio del camino. Pero no había escuchado ningún anuncio. Tal vez si lo dijeron, pero no lo escucho por estar pensando en su futuro. En serio necesitaba calmarse un poco y poner los pies en la tierra.

Dudó en preguntarle a alguien, pues probablemente no habían dicho nada, pero también podrían haber dado un anuncio de que el tren se detendría por problemas técnicos, en ambas circunstancias le mirarían mal.

Sí preguntaba que ocurría y el resto de personas tampoco sabía iba a quedar como un idiota, pero sí preguntaba que ocurría y todo el resto ya sabía, también quedaría como un idiota. Tal vez si era un idiota.

Arriesgando su propia dignidad (de la cual tampoco tenia tanta como para andarla desperdiciando) decidió preguntarle al hombre que se encontraba a su lado, el cual por alguna razón tenía el descaro de ser extremadamente guapo.

No lo había notado antes, pero su vecino de asiento de verdad estaba a otro nivel de guapo. Tenía los hombros anchos, la mandíbula marcada, pero no tanto, lo suficiente. Tenia el cabello negro, cosa que le hacía ver irrrespetuosamente caliente. Y la sombra de una naciente barba. Había algo en su cara que le hacía ver ilegalmente atractivo, pero Donghyuck no supo identificar qué.

Se veía agradable, pero sabía que sí le hablaba se trabaría, se pondría rojo, y pasaría la vergüenza de su vida. Miró hacia el otro lado y se encontró un anciano arrugado y enfadado que parecía iba a morder lo primero que se le cruzara. Probablemente esa sería una peor vergüenza.

Se volvió a voltear hacia el chico lindo, el cual estaba revisando su celular. Le tocó ligeramente el hombro y cuando logró conseguir su atención y observar mejor su rostro Donghyuck pensó que hubiera sido más agradable que aquel ancianito le mordiera.

Tenía el cabello revuelto, su piel expuesta sin maquillaje, y se veía perfecta, los labios entreabiertos y su mirada. Oh su mirada, era intensa, parecía confundido, entonces Donghyuck recordó que el tren no se estaba moviendo y que no entendía porque, eso era lo que le había traído a esta situación.

Se había perdido en sus pensamientos nuevamente y ahora él guapo extraño estaba mirándole confundido y un poco molesto, estaba esperando que le dijeran algo. Así que eso haría.

— Disculpa ¿Sabes que pasó con el tren?

El guapo extraño pareció comprender algo y su cara de confusión pasó a ser esa que le das a los niños pequeños cuando dicen algo estúpido pero tierno.

— Se detuvo, parece que alguien calló a las vías, dijeron por él radio que vamos a estar aquí al menos media hora.

¡Diablos! ¿había algo minimamente desagradable en este sujeto? Su voz era hermosa, casi no parecía que estuviera hablando de que el tren atropelló a alguien.

— ¿El tren atropelló a alguien? — preguntó intrigado Donghyuck, más que por la situación, por el hombre que tenía al lado.

— al parecer si, pero no dijeron nada más.

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⏰ Última actualización: Dec 15, 2020 ⏰

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