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Elizabeth de la Cruz era una pelinegra que a su corta edad de diecisiete años ya se había independizado de sus padres y,aunque este hecho había sido más obligatorio que voluntario, logró adaptarse y superarlo. Era de tez blanca pero le encantaba broncearse, decía que la hacía ver más profunda. Por las tardes le gustaba leer novelas de romance y en secreto se releía unos cuantos capitulos de Agnolia Psicosis*,una novela de horror y misterio que había sido publicada en los años 1997, guardaba una cierta obsesión por su personaje principal Patrick a quien consideraba profundamente inteligente y audaz.

- Lizzy! ¿Estas ahí?- Llamó Mabel, su compañera y amiga de trabajo.

Elizabeth despertando de sus pensamientos se reincorporó y fue a mirar hacia la ventana de donde venía el llamado.

-¿Mabel?

- Lizzy, vine a verte porque he estado preocupada...no has ido al trabajo desde hace dos semanas y la gente afirma no haberte visto salir de tu cuarto en días!

Oh si, era cierto, Elizabeth no había puesto un pie fuera de su habitación desde hace días, para ser exactos, desde ese día.

- Ah...Ah si, he estado un poco enferma no te preocupes.- respondió de mala gana.

- Omg, ¿que tienes? Si quieres puedo subir y-----

-No, estoy bien.-Interrumpió a Mabel antes que pudiera decir otra palabra más y procedió a cerrar su ventana cubriéndola con la cortina.

Es verdad, no había salido desde esa noche...la noche en la que todo se fue al infierno. Pero no podía seguir encerrada por siempre, la gente pronto empezaría a notarlo más y empezarían las sospechas.

Se tiró sobre la cama y un escalofrío recorrió su espalda.

"Cierra los ojos"

-NO!-gritó.

Exasperada se levantó de un brinco y fue a darse un baño.

Elizabeth para lograr mantenerse tenía un trabajo a medio tiempo al cual asistía después del colegio, era un trabajo de secretaria, nada complicado, solo contestar llamadas y llevar café al jefe, quien además era una persona muy amable y generosa.

- Nicholas me matará cuando me reintegre...- murmuró mientras se enjuagaba el jabón del cuerpo.

En el colegio mantenía notas regulares y el promedio le alcanzaba para aplicar a una universidad aceptable, distribuía bien su tiempo y nunca le faltaba dinero. Una chica bastante disciplinada para su edad.

De pronto alguien tocó a la puerta.

- Elizabeth, se que estás en casa, te vengo a traer los apuntes de las clases que has perdido abre.

¿Carlos? 

Un poco apresurada terminó de enjuagarse, se secó rapidamente y salió del baño.

*Su teléfono empezó a sonar*

Era David.

Se paralizó, sintió helada la sangre y de repente hasta le dieron náuseas.

- Elizabeth, te prometo que si no abres en este instante derribaré la maldita puerta.

Ella miró su celular por un instante más y entonces lo decidió.

*Rechazar*

- Ya voy estúpido- dijo envuelta en la toalla. De todas formas no era la primera vez que la sorprendía saliendo del baño. Eran mejores amigos desde los 4 años, prácticamente se bañaban juntos en ese entonces.

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⏰ Última actualización: Oct 31, 2020 ⏰

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Mad Elizabeth©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora