CAPÍTULO 2

3.6K 128 26
                                    

Título: Una Apuesta
Proxy: Hoodie
Advertencia: +18
Dedicado a: Nadie

Estabas tranquila y relajada en medio del bosque de Slenderman, estabas sentada sobre el pasto, recargada en un árbol y leyendo un libro enfrente de un hermoso y tranquilo lago

Detuviste tu lectura cuando escuchaste pasos acercarse a ti, cerraste el libro y tomaste la pistola que tenías a un lado, sigilosamente te levantaste y esperaste el momento oportuno para atacar a quien iba hacia ti

No vas a atacarme con mi propia pistola ¿verdad? —Pregunto Hoodie mientras se dejaba ver—

Lo siento, pensé que eras alguien más
—Respondiste bajando la pistola y sonriendo—

¿Esperabas a alguien más TN?
—Pregunto Hoodie con curiosidad—

Te esperaba a ti —Respondiste mientras te sentabas y volvías a leer tu libro—

Ambos permanecieron sentados en el césped, tu leías tu libro, Hoodie recargaba sus pistolas y ambos escuchaban el sonido del agua corriendo por el pequeño riachuelo que llegaba a un pequeño lago

Había veces en la que los dos podían pasar horas haciendo lo mismo, pero con el simple hecho de sentirse acompañados uno del otro les bastaba

Después de un tiempo sin decir nada, Hoodie comienzo a hablar

Por cierto, TN creo que he ganado nuestra última apuesta
—Dice Hoodie—

¿Enserio? —Pregunta TN—

Puedes preguntarle a quien quieras
—Dice Hoodie—

Bien, ¿Qué es lo que tengo que hacer?
—Pregunta TN curiosa—

Hoodie te miro y se quedó pensando por un momento, después al parecer había encontrado tu castigo

Quiero que nades en el lago desnuda
—Dice Hoodie—

Yo nunca te pedí algo semejante a lo que tú me pides —Dice TN—

Ese es tu problema, no aprovechaste las oportunidades —Respondió Hoodie de inmediato—

Te levantaste del suelo, sin despegar la mirada de los ojos de Hoodie, comenzaste a quitarte tus tenis, deshiciste de las trenzas de tu cabello, sin mostrar piel en exceso te quitaste los pantalones y después te quitaste las bragas, viste como Hoodie trago saliva al observarte

El calor que sentías por tu cuerpo iba en aumento conforme te quitabas las prendas, sentías un agradable cosquilleo en tu zona intima

Te quitaste lo que te faltaba, dejándote completamente desnuda y expuesta ante Hoodie, sus ojos se oscurecieron mientras te recorría de arriba abajo y se removió de su asiento, sentías que por donde pasaba su mirada te dejaba la piel ardiendo, después de unos momentos de que contemplara, fuiste hacia el lago, te introdujiste por completo en el agua templada y después saliste a la superficie

Quieres nadar conmigo  —Pregunta TN seductoramente a Hoodie, que en cuanto te escucho comenzó a desnudar para ir detrás de ti—

Pero antes de que entrara al agua, tu saliste de ella, quedando los dos completamente desnudos, el uno frente al otro, con sus respiraciones algo agitadas

No pudiendo soportar más, te abalanzaste a sus labios y Hoodie te corresponde de inmediato, te sujeto con ambas manos de la cintura y tú te aferraste a su cuello, sus lenguas se mezclaban y reclamaban el territorio, sentías su gran erección contra tu vientre

Hoodie comenzó a besar tu cuello, succionando y dejando marcas que seguramente serían muy visibles más tarde, bajo un poco más y toda su atención la tenían tus pechos, mientras lamía y succionaba uno, con la mano a otro lo acariciaba y masajeaba para excitarlo aún más, ahora con sus dos manos acariciaba tus pezones y los ponía cada vez más duros, mientras seguía su camino de besos hasta tu zona íntima

En cuanto sentiste su aliento en tu zona soltaste un gran gemido y escuchaste a Hoodie sonreír, tus piernas estaban flojas y pensabas que no podrían seguir sosteniendo, Hoodie pensó lo mismo, por lo cual sin dejar de acariciarte te sentó unos pasos atrás en una roca

Estando sentada te sentiste mas cómoda, Hoodie abrió un poco tus piernas y entonces comenzó a besar y lamer tu zona con una torturante y placentera lentitud, soltabas gemidos a diestra y siniestra, arqueadas tu espalda con cada vez más con cada embestida de su larga y fría lengua, mientras sostenías su cabeza y enredabas sus cabellos en tus dedos y sin querer movías tus caderas hacia su boca, sentiste que tu cuerpo estaba a punto de colapsar y llegar a tu primer orgasmo cuando Hoodie dejo de hacer lo que estaba haciendo y recuperaste el aliento
Hoodie se arrodillo frente a ti y te beso con más fuerza, poco a poco te fue recostando sobre el pasto sin dejar de besarte, sus manos te acariciaban los pechos y después una de ellas bajo hasta tus muslos, abriste las piernas y Hoodie se posiciono en medio de ellas y sin previo aviso se introdujo en ti, arqueaste la espalda al sentirlo dentro, la sensación que sentías en ese momento, no la habías sentido anterior mente, era completamente placentero como Hoodie salía un poco de ti y después volvía a entrar con más fuerza, llenándote por dentro, comenzaste a clavar tus uñas en su espalda con cada embestida, ambos gemían y con más y más fuerza, sus embestidas empezaron a ser más rápidas y al poco tiempo ambos llegaron al clímax derramando sus jugos

Ambos quedaron tumbados en el suelo, mientras recuperaban sus respiraciones

Hoodie te abrazo con fuerza y tu enredaste tus piernas en él, después de un rato se levantaron y fueron a buscar sus ropas, mientras te vestías no podías ocultar tu cara de felicidad

Nota de autora:
¿Qué les pareció?

Hay muchas lectoras fantasmas, así que recuerda votar

Dejen sus comentarios que me ayudan mucho e invita a más personas que lean el libro

One Shots ProxiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora