Capítulo 1

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En una habitación dónde no reinaba nada más que el silencio, se encontraba una hermosa mujer de cabellos negros como la noche sumergida en sus pensamientos. Han pasado 5 años ¿eh? se siente como si hubiera pasado ayer cuándo...

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un sirviente para informarle que el cambió de toda la servidumbre en el castillo se hizo sin contratiempos. Cada año desdé la muerte de los antiguos reyes toda la servidumbre, ministros, caballeros, Etc. eran cambiados drásticamente según el desempeñó que demostraban.Mientras recitaba los últimos detalles de aquel cambio de puestos decidió recordar la importante fecha. 

 —Majestad le recuerdo que hoy es el aniversario de la muerte de sus padres los antiguos soberanos de esta nación. 

 — Lo recuerdo muy bien Damir, pensaba ir a su tumba como es tradición — Se levanto de su asiento para dirigirse a la puerta de salida —Veo que ya terminaste tu informe, iré a visitar su tumba.

— Su majestad, si usted desea puedo acompañarla — La siguió hasta la salida de la habitación mientras intentaba ganarse su simpatía como mayormente solía suceder. 

 — No, solo necesitó que cuatro guardias me escolten— Con frialdad se dirigió a el sirviente al darse cuenta de sus intenciones y por último decidió agregar — Si tienes tanto tiempo libre deberías estar organizando la ceremonia de mañana, no hagas que me arrepienta de haberte dado este puesto. 

 — Su majestad tiene toda la razón, no perderé más el tiempo —Hizo una reverencia y salió casi corriendo de ahí tenía claro que aquella frialdad en la reina podría hacer que el amaneciera en el calabozo. 

 Mientras tanto ella solo siguió con su camino hacía el cementerio de la familia real, al recorrer los pasillos de aquel enorme castillo cada sirviente que se encontraba a su paso no podía evitar hacer una reverencia algo rígida por temor de su presencia.Cuando al fin llegó a su destino pudo divisar una silueta femenina muy familiar frente a la tumba de sus padres, hizo una seña a los guardias que la acompañaban para que les dieran privacidad.

 —Camelia —Se dirigió la recién llegada a la persona que se encontraba frente a la tumba.—Adara, veo que tienes el descaro de venir a visitar la tumba de tus padres. 

 — Te recuerdo que soy la Reina, así que dirígete a mi con respeto — El tono de su voz era autoritario, aunque esto no logro callar a Camelia.— ¿Respeto? —Pregunto con sarcasmo —¿A quién asesino a los anteriores reyes? 

 — Cuida ese tono Camelia— Aprendió la mayor— Creo que sobre el asesinato de mis padres ya había quedado claro que yo no los mate así que ¿Podrías dejar de decir esas estupideces? O ¿Necesitas otros días encerrada en el calabozo? Querida Camelia. 

 — ¡Cállate! — Exclamó furiosa —Sabes que yo debería ser la monarca de estas tierras no una sucia asesina que ni sus padres querían. 

Adara no pudo soportar aquella provocación sin contraatacar. 

 — Oh no Camelia estas muy equivocada —Dejo el tono de burla para mostrar un sonrisa siniestra —Tu jamás estuviste preparada para poder ser Reina, ¿Sabes por qué? Porque sólo eres la sobrina del anterior Rey a quién adoptaron sólo para hacer una buena acción por la muerte de tus padres o ¿Es qué acaso me equivocó?

Tras decir aquello Camelia no podía aguantar estar más tiempo ahí, así que sin más disponía a irse.

  —¿Ya te vas? Pero si aún no terminó —Camelia paro en seco al oír su voz mientras que Adara empezó a rodearla como un depredador a su presa. 

 —No tengo porque escucharte más —Trataba de sonar lo más firme que podía —Te crees mejor que yo para gobernar, pero los nobles sólo te querían en el trono para poder manipularte, mis padres sólo te trataban bien para que no hablaras mal de la familia real, no puedo creer que hayas olvidado cuando mostraron su verdadera naturaleza ¿Acaso olvidaste "esa" noche? —Al escuchar eso Camelia palideció no quería que esos terribles recuerdos volvieran a atormentarla —No puedo creerlo ¿En verdad lo olvidaste? La sangre, los gritos.... 

 —¡Basta! —Lo que menos quería ella era recordar aquella ocasión dónde no pudo hacer nada y se convirtió en una prisionera más de las mentiras de aquel castillo —Solo te diré una cosa más, el reinado que has construido esta podrido y caerá, cuando eso pase yo estaré ahí para tomar tu lugar, veré tu destrucción —Y sin más se fue. 

 —Supongo que al final no está tan equivocada —Murmuró para si misma, volteando al par de tumbas que tenía enfrente, se quedo por bastante tiempo hablando con ese par de tumbas las cuales eran su único confidente, las únicas que sabían toda la verdad.

[...]


Era de noche y Adara se dirigía a su habitación donde la esperaba una nueva sirvienta. 

 —Buenas noches su majestad —Hizo una reverencia —Mi nombre es Berit, a partir de hoy seré su nueva dama de compañía y sirvienta personal.

 — Eres más joven de lo que esperaba ¿Cuantos años tienes? —Cuestionó mientras Berit le ayudaba a cambiarse de vestimenta. 

 —Veintidós su Majestad. 

 —Incluso eres más joven que yo. 

 —¡Dios mío! —Grito Berit al ver la espalda de Adara —¿Como fue que se hizo esas cicatrices, su Majestad?.

 Esta se palabras sorprendieron a Adara, ninguna de las sirvientas que habían visto su espalda preguntaron sobre cómo las había conseguido, incluso corrían muchos rumores sobre esas cicatrices el más sonado era que fue el precio que tuvo que pagar al ser la única superviviente en la noche que asesinaron a los Reyes.

 — No necesitas saberlo —Mantuvo la calma al contestar mientras tapaba su espalda.

 —Pero puedo ver que esas heridas fueron profundas como si hubieran sido hechas por un látigo —Las palabras sólo salieron de la boca de Berit sin que ella pudiera detenerlas. 

 —Te lo e dicho no tienes por qué saberlo y te daré un consejo Berit, si quieres sobrevivir en el castillo mientras menos sepas mejor —Le advirtió mientras le quitaban las últimas horquillas del cabello. 

 —Si, lo que usted ordene su Majestad.

 —Te puedes retirar —Se dirigía a la cama. 

 —Que descanse su Majestad —Hizo una reverencia, para después retirarse.

 Al salir de la habitación Berit no pudo evitar preguntarse ¿Qué eran esas cicatrices? Había escuchado de ellas pero no creía que en verdad existían ¿Acaso tendrá que ver con la cancelación de dos de sus compromisos? Berit no podía comprender todos esos misterios pero lo mejor era mantuviera alejada si quería sobrevivir. 





 Hasta el próximo capítulo, Rayitos del cora.(⌐■-■)

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2020 ⏰

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