En verdad, que hermoso es el silencio, no veo muchas estrellas en cada noche que pasa, debido a la cantidad de luz que se genera hacia el cielo oscuro, para ello me tengo que ir lejos, pero no tanto, solo a nuestra ermita de Setefilla, 8 kilómetros son andando, pero tumbado en ese césped mirando arriba, podrás encontrar más de lo que recordaste ver antes de que las luces apagarán la luminiscencia del firmamento.
A veces pienso si esto lo hablo para mí, si le estoy hablando a nuestra señora, no tengo la necesidad de ser escuchado, pero si de que necesito transmitir y plasmar parte de mis pensamientos escritos, es la herramienta que más amo para poder comunicarme, la escritura.
Porque sin ella es difícil ordenar muchas de nuestras ideas, es difícil también tener un orden racional de las cosas, es difícil aprender y seguir hacia adelante. Pero... ¿hacía dónde estamos dirigiéndonos...?
¿estamos destinados a ir a un abismo en lo más profundo de nuestro corazón? ¿O es un vacío que intentamos rellenar como si fuese un muñeco de algodón?La dulzura y el tacto de muchas cosas me llegan a fascinar, al igual que lo áspero junto su amargura, ya que no son malos, dan un buen sabor de boca y percepción.
Pienso, ¿hasta qué punto somos nosotros mismos? ¿En qué momento definimos el (Yo)? No busco propósitos en esta vida, quizás sí metas, posiblemente una autorrealización, expandir conocimientos sobre varias fuentes y temas no solo es divertido, sino útil para comprender la realidad que nos rodea.Sigo buscando en este mar, no es turbulento, pero no puedo dejarme confiar, el bote es algo inestable, pero transporta una carga muy valiosa, nadie sabe que es, yo mismo no se que es aún, pero seguiré buscándolo.