El Buffet De Venus

Capitulo 3

Ahora era la noche de ese mismo día. Bruce estaba en su habitación recostado sobre las sábanas de su cama, mirando como su esposa se preparaba para ir a la cama en el baño contiguo.

"¿Cómo estuvo tu carrera hoy?" Preguntó desde el otro lado del camino.

Todavía no le había contado de su visita al restaurante, ni tampoco del misterioso encuentro con la anfitriona.

"Un poco apestado, estaba caliente como si tuviera sobre mí mis propios rayos del sol persiguiendome con este calor".

"Sí, me lo imaginé", observó.

Todavía no había tenido tiempo de procesar el encuentro por completo. Seguramente la mujer en el buffet solo estaba buscando enojarlo. Miró la figura femenina de su esposa e imaginó cómo se vería con otras 25 libras.

"Sí, el trasero es un poco más redondo, los senos más llenos, una linda barriga", pensó.

La anfitriona rubia incluso había dicho "¿Qué tienes que perder además del costo de la cena?"

"Es una locura", continuó con su monólogo interior. "Todavía debo estar un poco fuera de esto".

"Oye amor, para la noche de la cita del viernes, ¿ya decidiste lo que querías hacer?" Preguntó Kira mientras salía del baño hacia la cama.

Kira procedía de una familia filipina; tenía la piel clara pero bien bronceada. Llevaba su cabello oscuro largo hasta más allá de su pecho. Antes de la universidad había sido bastante delgada, pero les cayó las famosa 15 libras en su primer año en la universidad, pero mientras salía con Bruce se las arregló para volver a adelgazar. Para su desdén durante su embarazo, lo recuperó todo, poniendo su peso alrededor de 135 libras en su pequeño 5'3. Lo llevaba de manera uniforme con un par de piernas cortas pero bien definidas y caderas curvas. Sus senos eran una copa C, pero Bruce nunca se molestó en buscar el tamaño real. Podía ver solo una capa suave y ligera de grasa en su abdomen, el resultado de su desdén por el gimnasio. Había momentos en que solo quería dejar ir y dejar de preocuparse por su tamaño, pero siempre tenía miedo de lo que pudiera pasar. Ella era una mujer muy cohibida, derivado de años con una familia muy vocal y obstinada. Esto resultó en que ella fuera muy remilgada y apropiada, con un gran sentido de modestia.

Bruce siguió mirando a su esposa, pero ahora imaginaba que ella tenía el tamaño de la anfitriona de hoy. La barriga del delantal se derramaba fuera de su camisón, con muslos del tamaño de su propia cintura. Sus gordas curvas balanceándose con cada paso….

"Oye, ¿me escuchaste?" Ella intervino. Mirándolo con un toque de molestia mientras regresaba a la realidad.

"Oh, lo siento, sí, me encontré con un restaurante en la ciudad en el que no hemos estado, creo que sería divertido verlo".