Creciendo Para Las Chicas

Capitulo 19

Aturdida por mi sueño, nos empezamos a turnar para ducharnos. Habiendo pasado la mayor parte del día desnudas juntas, parecía que no tenía sentido cerrar la puerta del baño. Fue divertido ducharse mientras observaba a Claire a través del vaporoso vidrio mientras se maquillaba. De alguna manera estar totalmente desnudas juntas se había sentido inocente, pero ver a Claire con nada más que su sujetador de encaje rojo y bragas a juego se sentía tan traviesa. Traviesa y muy simpática. Su comida para bebés apenas había retrocedido y me encantó cómo empujó su suave barriga sobre el frío y duro mármol del mostrador del baño.

"Puedo decir que me estás mirando", dijo Claire, ni una sola vez volviendo la cabeza por mirarse en el espejo. "¿Te gusta lo que ves?"

Se volvió hacia mí y apretó sus grandes pechos con las manos.

"Sí", respondí. "¿Y a ti?.

Presioné mi cuerpo contra el frío vidrio de la puerta de la ducha, de modo que mi vientre y mis senos se aplastaron. Los ojos de Claire se abrieron de par en par y se mordió el labio inferior.

"Te ves enorme querida, simplemente enorme".

"Bueno, gracias", le respondí con un acento falso. "Uno intenta mejorar la figura".

La presión de mi vientre presionando contra el vidrio fue demasiado para el débil sello magnético y la puerta se abrió de golpe, permitiendo que saliera agua de la ducha. Claire me miró, agua tibia corrió por mis tetas y le di una pequeña sacudida. Ella se rió como una niña y cerró la puerta de vidrio.

"Después de la cena", insistió. "Después de Heather."

Después de secarme con una toalla

"Solo respira", instruyó Heather.

"Estoy respirando. Los malditos fabricantes de vestidos deben haber escatimado en material".

Con mi ayuda al juntar la tela roja, Heather pudo subir la cremallera y Claire respiró aliviada. Se evaluó en el espejo de cuerpo entero.

"Bueno, es un poco abrazador a la figura", juzgó. "¡Pero hace que mis pechos se vean enormes!"

Heather y yo fuimos demasiado amables para mencionar que parecía que iba a reventar las costuras. La vimos tratando de suavizar los tirones en la tela que causaba su figura abultada. Evidentemente, nunca antes había sido lo suficientemente gorda como para que un vestido no le quedara perfecto. Finalmente, se rindió y se encogió de hombros.

Luego fue mi turno. Por suerte, el corte de mi vestido de lunares azul cobalto y blanco era tal que mi barriga apenas estaba restringida y el abultamiento de los petit coats significaba que mi trasero tenía todo el espacio del mundo. Les di a las chicas un giro, de modo que el dobladillo aplastado se levantó para revelar mis rodillas gordas. Aplaudieron de buen humor y probablemente con un poco de envidia de que mi vestido fuera perfecto para mí.

Poner a Heather en su vestido era nuestra última tarea antes de bajar a cenar y me sentía culpable por jugar a hacer las medidas de su trasero demasiado pequeñas. Con Claire y yo guiando el vestido sobre su cabeza, lo bajamos hasta que llegó al estante de su trasero. Fue más difícil entonces y la tela estaba tan apretada que Heather, con los brazos todavía asomando por la parte superior del vestido, nos dijo que nos quitáramos las bragas. Bromeamos diciendo que el milímetro desnudo de la tela de sus bragas no iba a compensar un pie de estante, pero para nuestra sorpresa, el vestido se deslizó mucho más fácilmente sobre la piel desnuda y, con un movimiento final, se tiró hacia abajo.

Heather lucía magnífica con su vestido verde esmeralda, con su cabello castaño rojizo rozando la piel blanca cremosa de sus hombros y la extensión de su escote. Ella pudo ver la admiración en nuestros ojos y nos dio un giro o más bien un giro incómodo, ya que estaba claro que Heather no tenía mucho espacio para moverse con su vestido. De hecho, su vestido era prácticamente un corsé de cuerpo entero. Sus curvas eran grandes y amplias, con su enorme trasero tirando de la tela verde esmeralda con tanta fuerza que prácticamente podías ver tu rostro reflejado en ella.