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Silencio, debían guardar todo el silencio posible, o serían encontrados

Las pisadas firmes de Guillermo hacia el lugar en donde estaban se acercaban, dejando a los enmascarados con la tensión a flor de piel

—¿Has encontrado algo?—una segunda voz se escuchó, voz que ambos reconocieron como la de Rubén

Nieves frunció el ceño, mirando a Samuel, ellos estaban allí por su culpa, si no hubiera abierto la boca en primer lugar

—Nada por ahora, pero de seguro fue un zombie o algo

—Tampoco veo nada desde arriba—una tercera voz, perteneciente a un híbrido búho apareció, Fargan se elevaba del suelo con ayuda de sus alas—¿Rubius, estás seguro de que Miss Ellerie planea venir?

—Vendrá, y con compañía—afirmó el teñido albino, mirando a sus "hermanos"

La pelirroja le hizo señas a su acompañante, en un modo de decirle que le siguiera, el azabache asintió y caminó sigiloso detrás de la chica

Habían logrado alejarse un poco, pero seguían estando en el rango de visión de la Hermandad, lo cual era difícil evadir tomando en cuenta a David, quien vigilaba desde el cielo

Un paso en falso, el híbrido tomó un arco y flechas, apuntó, la flecha salió disparada hasta llegar a su objetivo

—¡Mierda!—la voz femenina resonó fuerte y clara dentro del bosque, no estaban lejos

—¡Ahí está, atrapadla!—corrieron hacia el lugar de donde provenía la voz, Miss Ellerie no tenía escapatoria

Nieves había recibido la flecha, clavandose esta misma en su vientre, de una forma que el proyectíl quedó incrustado muy profundo, causando que la chica comenzara a desangrarse

Samuel podía huir, dejar que la atrapen a ella, él se salvaría

—¡Corre!—su mente le gritaba—¡Alejate de ellos, huye y salvate!

Pero sus instintos no decían lo mismo, se posicionó frente a la pelirroja, en un modo de protegerla, las garras retractiles de su traje se asomaron y las pupilas de sus ojos parecieron achicarse

—Si la queréis lastimar, primero matadme a mí—su voz sonó un poco más gruesa, parecía dispuesto a atacar a sus contrincantes si se acercaban

—Lobo Nocturno—Guillermo observó confuso, pero no bajó la cuardia en ningún momento—¿Trabajas para esta tía?—remarcó la palabra "esta" con cierto desprecio y burla

Un zarpazo, un líquido rojo comenzó a brotar de la mejilla del albino, quien retrocedió instintivamente

—Con mi compañera no os entrometáis—su voz cada vez subía más de tono, dando indicios de que su aparente enojo crecía cada vez más

Nieves intentaba no caer inconciente, trataba de mantenerse firme ante el peligro, pero le era casi imposible a causa de la hemorragia, cerró los ojos, esperando profundamente poder abrirlos de nuevo en un futuro

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L

os rayos de luz golpeaban su rostro, frunció el ceño antes de abrir los ojos y mirar su alrededor, estaba en una cueva que habían acoplado para convertirlo en una especie de "refugio", la luz era perteneciente a una lámpara sobre la mesita de noche que estaba a su lado, y distinguió entre una grieta de la cueva las estrellas que aún brillaban en el cielo

—Despertaste...—fijó su vista en el ojiamatista, quien llevaba aún su traje de Lobo Nocturno, a exepción de su máscara, dejando su rostro al descubierto

—¿D-donde e-estamos?—su voz se escuchó lenta y entrecortada, como cuando fingía ser una tonta frente a todos, solo que esta vez su voz salió así debido a lo débil que se sentía, intentó levantarse pero el mayor se lo impidó

—Es...difícil de explicar—mustilló—Supuse que podrían buscarnos si te llevaba a mi casa, así que te traje aquí para que te curaran—señaló a unos hombres lobo que estaban al otro lado de la cueva—Ellos son como, mi manada o algo así

La ojicielo asintió quedamente, miró el lugar donde antes tenía una flecha clavada, acercó su mano pero el simple toque de sus dedos le causó un dolor punzante

—Te proporcionamos una posión de curación, pero las heridas que traías eran muy profundas, por lo que no se ha curado del todo—explicó un hombre lobo, llegando al lugar en donde estaban

—T-tengo que l-llegar a c-casa antes del a-amanecer—balbuceó de forma débil—N-no quiero q-que D-doblas c-comienze a sospechar de m-mi

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Los primeros rayos del sol comenzaban a aparecer, Rubén entró a su casa exhausto, estuvo buscando a Vegetta y a la desconocida durante toda la noche, rondando por las propiedades del amante del morado, esperando por su llegada, cosa que no sucedió

Fue directo al cuarto de baño, sacando un botiquín de primeros auxilios y comenzando a aplicar alcohol sobre sus heridas, gruñó varias veces al sentir el contacto del algodón sobre los zarpazos en sus brazos y torzo, luego aplicó los vendajes que necesitaría y se deshizo de las basuras que había formado en el proceso

Subió a su habitación, miró sobre su cama hayando a Nieves dormir tranquilamente, sonrió y se acercó a despertarla, la sonrisa se esfumó al ver la mancha roja que había sobre las sábanas blancas

Descartó la idea de que su mujer estuviera en sus días, eso era demaciada sangre como para que esa opción fuera desechada

Intentó despertarla en vano, se deshizo de las sábanas, levantó el camisón azul cielo (el cual también estaba lleno de sangre) que usaba la chica para dormir

Las vendas en su vientre llenas con ese líquido carmín lo alarmó ¿Porqué su niña estaba en esas condiciones?

Doblas...—la voz del azabache se presentó en su cabeza—Recuerda que no todo es lo que parece

Todo en su cabeza encajó

Fargan había causado esa herida, él había lastimado a Miss Ellerie

ᎷᎥᏕᏕ ᏋᏝᏝᏋᏒᎥᏋ《Kαɾɱαʅαɳԃ | Vҽɠҽƚƚα × Nιҽʋҽʂ》[HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora