EN LAS PROFUNDIDADES

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Observo su rostro mientras el dolor de mis heridas disminuye a cada minuto, al igual que mis sentidos se apagan lentamente no veo nada, no siento nada escucho mi nombre como si fuera alejando, pienso que jamás podré ver esos ojos azul profundo, ni esos cabellos dorados y ese rostro, o su rostro con el cual fantasie muchas veces Serena su nombre que me sacaba de quicio y al mismo tiempo me causaba fascinación.
algo extraño me sacó de mis pensamientos note que ya no estaba en sus piernas y mi rostro está pegado al suelo, siento la tierra entrando por mi nariz abro mis ojos y veo una tierra negra y asquerosa sentí repugnancia, muevo mis brazos, los siento pesados me cuesta movernos lo hago con un gran esfuerzo y lo único que consigo es ponerme de rodillas reaccione tocando mis heridas sorpresivamente no sentí dolor pero si las sentí en mi cuerpo, pero no sangran ni duelen, he recobrado energía la suficiente como para ponerme en pie, antes observo a mis al rededores noto un repugnante olor el cual no podría describir  con mucho asco y un escalofrío que recorre mi mi cuerpo observo que me encuentro de costa. Miro a la distancia que un mar negro bastante asqueroso y viscoso volteo y miro una inmensa montaña a la cual no presto mucha atención, observo a mi derecha y un inmenso marco desgastado con una raquítica arquitectura la cual no pude reconocer camine hacia ella, miro que la roca desgastada y con formas extrañas, siento un escalofrío sin saber porque recorrió mi espalda y como si una fuerza moviera mi voluntad mire hacia el agua de ese inmenso mar que se sernia frente a mi  el cual despide un putrido olor me acerqué hacia la orilla me puse en cuclillas observo el agua con atención y noto que no es transparente mientras estaba inmerso en mis pensamientos una voz gélida, rasposa, gorgorente que no parece ser emitida por una persona, lentamente volteo para observar algo que no estaba ahí, un lúgubre bote solitario en el cual se materializa un ser de ultra tumba bastante peculiar, una túnica roida es lo único que se dislumbra de aquel ser.
Subiras o te quedarás mirando el paisaje- dijo.
Donde estamos- respondí.
Aún no logras deducirlo te recomiendo que eches un vistazo a tras de ti pero con detenimiento.
Volteo con cierta discreción y observo la misma montaña de antes.
una monta...- digo con cierta indiferencia pero no logró terminar la frase al vislumbrar que la montaña se mueve de una forma grotesca en eso, note que no es una montaña, está formada por miles de cuerpos, sus rostros están llenos de agonía, sufrimiento y angustia una risa lúgubre y sobre natural me hizo voltear era ese sujeto.
Para empezar tu quien eres que es este lugar donde estoy-  sentí como si mi sangre hirviera y con desprecio y molestia le dije.
Mi nombre es caronte soy el encargado de guiar a las sombras errantes a su destino aquí en el Hades, tu estas en la orilla del río aqueronte yo te llevaré al otro lado claro si pagas el peaje- contesto
De que estas hablando- dije con algo de odio.
Mi peaje es una moneda de plata por persona- contesto- si no pagas el peaje te dejaré aquí en la orilla y te convertiras en una de esas almas agonizantes del fondo no puedes salir y tu energía se acabará hasta no poderte mover más, por cierto no trates de nadar en el río porque es imposible y sólo podrás ahogarte por toda la eternidad- comenzó a reír.
No tengo ninguna moneda- le dije.
Entonces te dejaré aquí pero esos aretesque traes son interesantes quizás con eso podrás cobrarte, piensalo rápido ya que créeme te quedas sin tiempo.
Que más da tomalos- lo pense por unos segundo y dije.
Sube- dijo.
Toque mis orejas y ya no estaban me sorprendió pero no me dio tiempo de asimilarlo
Sube ahora o te dejo- dijo.
Subo y con algo de repulsión el bote está demasiado sucio y roto me sorprendió que pudiese flotar.
Siéntate porque si te caes sufriras el mismo destino que si andarás- dijo.
Con incomodidad me senté en una tabla asquerosa para pasar el tiempo observe a mis alrededores aparte de la negrura absoluta que se dislumbra, note que en el agua miles de rostros se notaban en el agua.
No los vallas a tocar ya que son los ahogados y si tratas de tocarlos tratarán de subir y no podrán pero si tirarte y creme que no haré absolutamente nada para sacarte- dijo.
Asientó con la cabeza sin voltear, observe que en un punto muy a la distancia se ve algo  que apenas se puede distinguir por la oscuridad al llegar a la orilla baje de la barca.
Y ahora que- dije.
Pues camina por el único sendero que hay, irás a tu juicio. Comenzó a reír.
En ese momento note que su rostro descarnado apenas tiene piel y está tan delgado que parece  un esqueleto viviente bastante repugnante al observar que sus músculos visibles palpita y sufría pus sumamente asquerosa volteo y me miro directamente y sentí como si mirara a mi alma con el único ojo que tiene en ese instante comenzó  a reír y se alejó. Camine por el sendero que dijo.
Al caminar por un camino descampado  y sinuoso, al llegar a la cima vi a la distancia una edificación con una arquitectura inusual miraba con atención y cuando quise moverme no pude, como si algo me halaga sin interacción alguna fue como si la estructura se acercará a mi  a una velocidad absurda, al procesar lo que ha pasado note que ya no estaba en aquel sendero me encontré frente a una inmensa puerta , por simple instinto volteo buscando aquel lugar en el que me encontraba y lo vislumbra a  la distancia está muy lejos, más de  lo que se podría imaginar regreso mi mirada hacia la puerta gigantesca que se sierne frente a mi, dos inmensas estatuas se mostraban a los lados pero sólo la mitad de su rostro, la otra mitad está descarnada con la exposición de su cráneo, miro a  la otra estatua es masculina con un físico tallado como un Dios griego pero extrañamente no tiene rasgos faciales, pero en una pose como si estuviera pidiendo clemencia. en esos instantes una criatura encorvada muy delgada estaba parada al lado mío lo note pero lo ignore.
Pasa al tribunal- dijo el ser en un susurro lastimero.
Tribunal que tribunal? y quien eres tu?- respondí.
Soy sólo un alma que indica a las sombras errantes que no van hacia su destino y el tribunal es donde se le dará un veredicto por sus pecados asi que recomiendo que pase cuanto antes, el  tribunal es impaciente e impasible por si te lo preguntas los que presidenson: radamantis , mini, el rey de Creta y el rey de egina.
Por un segundo sentí miedo y pensé en escapar pero como un pause de sensatez note que no podría ir a ningún lado estoy en el infierno, he muerto y ahora lo único que me queda es tomarlo a lo que venga sin titubeos, en este ambiente obscuro no queda más que hacer lo correcto con determinación me pongo en marcha hacia la gran puerta en estos momentos se   encuentra abierta de par en par con determinación. Entro y me encuentro en una habitación donde hay una sola silla  en medio de  la habitación unas cadenas salen del suelo de abajo de la silla salieron disparadas hacia mi con mucho esfuerzo trató de esquivarlas, trató de usar mis poderes deberías, mis poderes regresan, lanzó una ráfaga de energía para pasarlas pero no se detienen mis poderes son suficientes las cadenas no se detienen y siguen incesantes me canso con una rapidez que jamás había experimentado, por fin logran atraparme y me sientan a la fuerza con un dolor incesante se me entierran en mis extremidades se aprietan y comprimen mis órganos y sus músculos, los descartan y las heridas que causaron mi deceso se abren y duelen nuevamente pero no dejo de sentir dolor nisiquiera sale una gota de sangre, las cadenas han entrado a mi cuerpo y mis heridas sueltan una luz sobre natural el dolor no sesa pero trató de tomar compostura y lo logró, miro impasible unas flamas azules comenzaron a encenderseen el lugar por fin pude ver a aquellos que presidirian mi juicio, los cuatro con rostro impasible me observan con una expresión siniestra uno de ellos lee un libro inmensamente, grande empezar a emitir palabras pero uno de ellos dijo:
Silencio ser inmundo.
Tranquilo hermano sólo es un alma imputa no tienes que ser emocional deja que hable- dijo otro.
En ese momento no supe que decir porque una ira casi incontrolable se sernia dentro de mi por la forma tan altanera que se refirieron hacia mi y con una exaltación me levanté y dije.
Soy diamante, el príncipe de Black Moon y no creo haber echo nada para encadenarme a está inmunda silla, entre por mi pie. No pude decir nada mas porque las cadenas comenzaron a causar más dolor como si estuviera al rojo vivo con desaprobación.
Aquel que leía el libro lo cerró y comenzó.
Que curiosa vida está alma errada como ninguna, yo Radamantis he leído tus pecados algo que decir?.
Yo jamás he gozado con el sufrimiento de nadie aquellos que lastime fue por mis ambiciones no lo gose- conteste yo.
En ese momento me miro y levantó sus manos hacia mi y una luz deslumbró mis ojos,  comenze a ver mi infancia me vi matando insectos, lastimado a mi hermano en juegos inocentes, burlándose de el por sus errores, también vi como determinaba a Tokyo de Cristal en el siglo XXX, todo eso se sintió como si miles de clavos ardiendo se introdujeran en mi cráneo y observe que todos estaban mirando sin titubear, empezaron a hablar entre si no podía escuchar nada como si una barrera se interpusieron entre nosotros uno de ellos comenzó a hablar con migo.
Hemos decidido tu destino: se ha decretado que irás al foso del tártaro la prisión en la que pasarás por lo menos una eternidad en aquel lugar, tus pecados sin imposibilidad de perdón.
Trate de refutar pero no pude hablar, mientras eso sucedía notaba unos sonidos familiares como cascos a la distancia como si unos caballos tirando una carreta se acercarán, unas puertas se abrieron a mi derecha y unas criaturas asquerosas entraron a la sala tomando las cadenas y tirando hacia afuera sin poder evitarlo el dolor me hizo tomar fuerzas y con todo lo que tengo hice un acto desesperado lanzando una ráfaga de energía sin igual, cual fue mi sorpresa la derribó sin mover un sólo músculo me miro con rabia con el movimiento de su dedo me atrajo hacia el comenze a sentir como una inmensurable tortura se hacia presente a cada segundo un dolor que no tiene fin escucho como hablaba uno de ellos.
Radamantis déjalo ya el señor Hades estaría furioso por tus acciones.
Tienes razón Niños llevenselo ya de aquí a está alma débil e inmunda.
Ya no trate de hacer nada sólo deje que me llevarán hacia afuera, en eso observe aquello que hizo ese ruido, una carreta negra con una mini prisión como una joya cuyo brillo fue reemplazado por obscuridad, en eso me lanzaron hacia adentro y con pesarme trate de mover y cuando lo logre me senté en la tabla, miro hacia adelante de la carreta veo a los caballos son negros, cuando exalaba un aliento de fuego salía de sus hocicosy nariz, trozos de piedra pegados en sus cuerpos un resplandor llameante, la reja se cerró y una sombra apareció y comenzó a moverse los caballos galopantes sonaban al respirar como una llamarada. Miro hacia el exterior, veo que nos dirigimos a un puente de piedra parece tan endeble que se romperá con el mino movimiento pero para este momento ya no me importa somos desbarrancamos, pero no pasó nada seguimos por un camino sinuoso, lo que me sorprendió es que a la distancia veía bebés en agonía como cualquier otro, mientras miraba eso pensaba que clase de lugar es no veo justo el castigo hacia unos infantes que no tuvieron oportunidad de vivir. Deje de mirar pero los gritos de agonía incesante hacen muy difícil ignorar el hecho de las cosas que se siernen allá afuera parecía eterno, en el momento que sentía que nunca terminaría se detuvo, las rejas comenzaron a moverse me lanzaron aún acantilado en la altura a la que estaba note un río de fuego rodea el lugar a la que me dirigía, mi fuerza se ha ido ya no puedo hacer nada por evitar la caída ni el golpe, cuando pensé que el golpe sería inminente me detuve como si una fuerza me detuviece en el aire, en aquel momento las cadenas que se encontraban dentro de mi comenzaron a desgarrar mi carne, mis músculos se desgarran, mi piel se está destruyendo, las cadenas entre más salen y se unen a las piedras que se encuentran alrededor entre  más salen más se alejan y se enganchan mas se desgarran mis músculos, mis huesos se quedan atorados en las cadenas quebrandose y aferrandose a los pinchos que crecen en las cadenas, lo único que puedo sentir es dolor un inenarrable  dolor infinito. Cuando las cadenas se detuvieron y ya no salían dentro de mi mire como había terminado veía órganos, músculos y piel quejándose y secándose una y otra vez, observo en las cadenas las palabras EL MAYOR GENOSIDA. Gritó descartando mis cuerdas bucales rgenerandose una y otra vez sin fin sólo pienso que me espera una eternidad me vuelvo loco pero mi integridad me se reinicia como todo lo que me pasa y pasa por las eternidades.

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