▪Recito▪ 𝓥𝓸𝓵𝓴𝓪𝓬𝓲𝓸 𝓗𝓪𝓵𝓵𝓸𝔀𝓮𝓮𝓷🎃

▪ Recito ▪

Su silueta frágil permanece frente al portón, y la falsa cara de quietud hace presencia al querer girar la manija entre su mano.

Sus pestañas deciden ignorar las luces del pasillo, despreciando que su tenue proporción de calor acaricie la piel, cuál hace suficiente tiempo carece en su cuerpo.

Al unísono de un "click" y resueno de un suspiro claramente ausente, se adentra.

La ausencia de visión no es más un problema, porque cada paso se acostumbró ciegamente a lo alguna vez, y podría decirse "siempre", fue hogar.

Es que nadie podría imaginar cuanto se espera volver a sentir el tacto al cerrar los ojos, aunque no sea necesario cerrarlos.

Horacio desplaza sus yemas en el recorrido de la gran barra gris de la sala culminando ante la figura de una copa, cuál acaricia con sutil nostalgia, acompañada con la mezcla de un olor a vino, llenando el recuerdo de su tacto en un fragmento de dolor..
irreconocible.

La misma monotonía coexiste incesantemente, hasta que se plasma un abrumador escalofrío al momento de mirar el balcón desde su posición. Horacio tiene el uso de la razón para comprender que no sigue más aquí, que la angustia de haber abandonado a Volkov ocasionó una terrible confusión donde quiera que él mismo se encuentre, no se puede existir si no sientes que estás vivo, es así como lo entendía.

Y el anhelo es quién logra realizar últimos impulsos.
lo único que se permíteme hacer es dejar la copa donde siempre, para encaminarse hasta el centro de la casa y proseguir a reencontrar rastro de su amado.

El problema jamás se originará en la espera fría entre paredes de los cuartos oscuros, ni en el tiempo que se lleve tirarse al suelo en suplica para que su voz nuevamente pueda ser alcanzada, ni tampoco en los presentes que simbolizaron demasiado para él  y para quién la voz ansiaba volver a recuperar, Volkov.

- Recito.. - Pronunciaba siempre y cuando estaba lista su voz escasa, como ahora, desde la última vez que no recordaba cuando su mente se fundía por las noches perdiendo la consciencia;
porque así Horacio desarrolló la costumbre del recito como un hábito analgésico, desarrolló entre tantas cosas ellas la percepción de miradas perdidas y distorsionadas entre sombras que lo observaban, casi podría jurar lo veían con una gran lástima.

El ser humano es demasiado fuerte, pero era inevitable el momento en el que la poca consciencia y cordura derrumbara la mentira que se fue usada como una salida.

.....

El cuerpo solo es la prisión de la mente y eso causa una profunda angustia y desesperación.

- ¡JODER!, ¡Tampoco te pido volver a la vida!..- 
Quejó la voz quebrada entrelazando los dedos a su cabeza adolorida por primera vez de todas las noches, en esa, siendo juzgado como si el infierno le culpara de alguna vez haber existido y sin saber realmente la razón por la que él abandonó su hogar, o el porque no podía cruzar al dichoso otro lado para comprenderlo.

El manto frío de la noches esa época de noviembre era desconcertante, en cuanto el reflejo de sus pupilas y en el disgusto de un cuerpo cansado se arrastra a pocas fuerzas fuera del balcón.
Puede persibir el ruido del tiempo que recorre por su piel, el bombardeo de un corazón pulsando a cada segundo poco a poco incrementando el eco del descontrol, descolgó del alma rota desvaneciéndose entre medio del balcón, perdiendo entre escalas el sentido de la poca vista que reflejaban la luna y faroles.

Cuándo un susurro imprevisto golpeó contra su poca cordura.

- ¿Por qué no me dejaste ir?.. tú fuiste quién sobrevivió. -

La preciosa voz masculina no provenía del otro lado donde creía él mismo se encontraba, provenía del más allá, fuera de la misma circunstancia paralela.

- No debiste haberte lastimado así corazón. - decayó aquella dulce voz melancólica.

Pero un escalofrío más allá de la emoción que le provocó volver a escucharlo por última ocasión, y haber superado por él, el mismo miedo a las noches tormentosas, el recuerdo de todo lo que logró al lado gracias a quién amó.
Pudo darse la ilusión de sentir una calma apacible, al fin su mente cesó un diluvio eterno,
pudo volver a recordar haber aferrado su cuerpo, fuerza y corazón por no caer al vacío cuando Volkov esa noche amarga fue quién le dió la oportunidad de vivir.

Víctimas de un fatídico accidente..

Pero en un corazón lleno de coraje e incapaz de aceptar perder parte de quién es tu vida no todas las cabezas, ni todas las almas, ni corazones resisten a lo impensable.

No se necesita estar literalmente ausente físicamente para considerarse muerto.

No fue necesario sufrir otra noche más, Tampoco fue necesario que Horacio volviera a recitar para volver a sentir a Volkov.

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Aclaración ~
Este escrito se tenía pensado de una forma narrada más, "Traumante" más la ocasión me llevó a conseguir este resultado.
Muchas gracias por leer.
Feliz Halloween!.