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Hinata caminaba hacía su clase como cualquier día normal, con sueño y un poco de malhumor.
Se sentó en su lugar y recostó su cabeza en el banco en busca de descansar aunque sea 5 minutos.

De pronto el profesor de psicología apareció por la puerta del aula con una gran sonrisa y ropa impecable.
Hinata solamente se limitó a suspirar y tratar de despejar, al menos psicología era su materia favorita así que trataría de no dormirse.

La clase comenzó y transcurrió como siempre, todo normal.
Luego de 2 horas de psicología, la hora del receso llegó y todos los alumnos salieron del aula con rapidez y muchas ganas de morir como cualquier adolescente promedio.

Estaba caminando hacía el patio hasta que sintió que alguien tocaba su hombro.

—Shoyo, ¿vamos a comprar juntos?—.
le dijo Nishinoya, uno de sus mejores amigos.
era una de las mejores personas que había conocido en toda su vida y realmente lo quería.

Hinata le dedicó una sonrisa siendo contagiado por la alegría de su amigo para luego asentir e dirigirse hacía la cafetería de la escuela.
Desayunaron juntos y luego se dirigieron a sus respectivos salones con pereza.

El sueño y cansancio que Shoyo tenía antes había desaparecido por alguna extraña razón.

Ahora tenían clase de matemáticas, realmente odiaba matemáticas.
Simplemente no podía entender nada.

—Buenos días chicos, abran sus libros en...—.
la profesora no pudo terminar la oración ya que de la nada un chico abrió la puerta del aula con fuerza, estaba muy agitado y su cara estaba roja.

—Siento que llegar tarde profesora pero me había perdido—.
dijo el chico alto con una expresión sin emoción en su rostro.

—Está bien, por favor pasa y preséntate—.
Dijo la profesora mirando atentamente al chico recién llegado.

"Que entrada tan cliché, es tan típico de los nuevos estudiantes".
pensó Hinata para si mismo, ese chico no le daba buena espina así que simplemente lo ignoraría.

—Mi nombre es Kageyama Tobio, soy nuevo y amo el volleyball—.
habló kageyama mientras miraba a sus nuevos compañeros sin interés.

Por primera vez, el chico nuevo había captado su atención.
"¿volleyball? bueno, eso no lo esperaba".
pensó mientras observaba su cuaderno con desinterés.

Se pasó la mayor parte del tiempo mirando a la ventana o tratando de dormir, realmente odiaba no estar en la misma clase que sus amigos ya que solía aburrirse demasiado.

En el siguiente receso se encontró con la sorpresa de que el chico nuevo estaba en la misma mesa que sus amigos.

Suspiró y luego se sentó a su lado.

—Hola, mi nombre es Hinata Shoyo y somos compañeros—.
le dijo para luego sonreír tratando de hacerlo entrar en confianza ya que se podía ver de a kilómetros lo incómodo que estaba.

Kageyama parecía sorprendido por el gesto de Hinata, sin embargo solamente se limitó a asentir y comer en silencio.

Hinata no dijo nada, supuso que el chico era de pocas palabras.

Con el tiempo, Kageyama y Hinata se habían vuelto muy unidos.
Ni siquiera Hinata sabía cómo había pasado, ¿acaso era porque iban a la misma clase?
No lo sabía pero tampoco le importaba.

Y así fue como Hinata Shoyo conoció el amor, finalmente estaba experimentando ese cálido sentimiento que algunos alababan y otros odiaban.
Estaba perdidamente enamorado de Kageyama y sabía que estaba jodido.

Lo único para lo que Kageyama Tobio tenía ojos era para el volleyball y nada más.

Hinata sabía esto, sin embargo no pudo evitarlo.
¿cómo podía no enamorarse de aquellos ojos azulados que lo miraban sin ningún sentimiento?

Por supuesto que no era correspondido, o al menos eso pensaba.

—Hinata, me gustas—.
dijo Kageyama de la nada y con un pequeño sonrojo en su rostro.

Todos los presentes en aquel día se ahogaron con la comida y escupieron el agua que estaban bebiendo.

—¿Qué dices Kageyama? odio las bromas—.
dijo Hinata mientras reía  incómodo, no le gustaban las bromas.

—No es una broma, realmente me gustas—.
habló kageyama sin dejar de mirarle.

Ese día, fue el mejor día de su vida.

La relación que tenía con Kageyama era un poco extraña, Hinata era una persona muy cariñosa energética mientras que el colacador de Karasuno tenía problemas de comunicación.
Sin embargo, eso nunca fue un obstáculo para su relación.

Al graduarse, decidieron irse a vivir juntos y Hinata estaba muy feliz porque por primera vez Kageyama tuvo la iniciativa en algo.

Con el pasar del tiempo, Kageyama cada vez estaba más distante y ocupado.
Casi no cenaban juntos o mantenían una conversación de más de 10 palabras.

Debía hablar con Kageyama, no soportaba estar con él de esa forma.
Necesitaba una respuesta, ni siquiera él sabía lo que estaba pasando.

—Kageyama, ¿qué sucede? ¿por qué siempre estás ocupado—.
Habló Hinata con una voz suave tratando de ocultar su evidente tristeza por todo lo que estaba pasando.

—¿de qué hablas? estamos cenando juntos ahora—.
Dijo Kageyama mientras seguía comiendo como si nada.

Hinata no pudo soportarlo y se levantó de la silla.

—Sí, ahora estamos juntos pero, sabes qué? hace dos semanas que no cenamos juntos o hablamos, estoy realmente feliz de que estés cumpliendo tu sueño y te apoyo como siempre lo hice, pero espero que recuerdes que tenemos una jodida relación—.
Las palabras de Hinata habían salido con rapidez, sin embargo no se arrepentía de lo que había dicho.

Kageyama había dejado de comer y luego se levantó de su silla para luego quedar frente a Hinata.

—No sé que estás diciendo, estoy ocupado con las prácticas, dentro de poco tenemos un partido muy importante, pensé que lo entendías pero veo que sigues siendo bastante egoísta—.
Dijo Kageyama haciendo que los ojos de Hinata se llenaran de lágrimas.

¿Realmente era egoísta?
¿Realmente estaba exagerando las cosas?

"Quizás sí."
pensó Hinata por un segundo.

Estaba por hablar pero fue interrumpido por Kageyama.

—Creo que es mejor terminar, no tenemos las mismas metas y no puedes entenderme—.
Habló kageyama con frialdad mientras se dirigía hacía su habitación.

Hinata simplemente se quedó parado en medio de la cocina con lágrimas goteando de sus ojos.

Lo siguiente supo es que Kageyama había empacado sus cosas y se había esfumado del departamento que habían comprado juntos.


¿Así se siente que te rompan el corazón?
dijo hinata mientras las lágrimas salían de sus ojos pero él no sentía dolor, se sentía vacío.
un agujero en su corazón era lo único que podía sentir.
¿así se siente estar enamorado?
se preguntó así mismo mirando el suelo sin dejar de llorar.
estaba llorando ahora pero estaba seguro de que lo superaría, él superaría todo.

Hinata había llegado un poco tarde al partido de su actual novio pero para su suerte aún no había comenzado.
Estaba muy feliz y venía a animar a su novio.
Sabía que era un partido muy importante para él por lo que se aseguró de asistir.

—DALE ATSUMU, ROMPELES EL ORTO—.
gritó Hinata con fuerza.
Últimamente se había juntado mucho con Oikawa.

Atsumu miró hacía las gradas donde estaba su pequeño novio sonriéndole siendo correspondido.

El partido comenzó y el corazón de Hinata había dejado de latir por unos segundos al ver a su ex, Kageyama Tobio con la camiseta del equipo contrario mirándolo directamente.

cold // kagehinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora