CAPÍTULO ÚNICO

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Esta historia no es mía. De hecho, estoy violando la privacidad de un muy estimado amigo y estoy rompiendo un voto de silencio al contarla, por lo que espero que él y su familia me perdonen. No lo hago con mala intención: no quiero lucro o ensuciar un buen nombre. Es sólo que siento que ésta debe ser contada, debe circular y todos deben saber qué pasó. Ya que en estas épocas es una problemática real que está afectando a todas las culturas , que se han ocupado de transgredir la palabra más poderosa del planeta y distorsionarla en su totalidad, quitándole casi todo su significado: el amor.

Muy pocas personas en este mundo, casi un porcentaje inexistente, saben lo que es en verdad el amor; creo que estarían de acuerdo conmigo cuando digo que el amor es algo que se debe trabajar, en lo que se debe invertir mucho tiempo y esfuerzo. Es como construir un edificio: uno no simplemente dice "oh, quisiera un edificio ahí" y al siguiente día, BOOM, ahí está, perfecto y listo para ser habitado. Uno tiene que poner buenos cimientos, alzarlo bloque por bloque, cuidar que no vaya hueco, adornarlo, hacerlo bello, y uno no puede hacerlo solo. Cuando esté terminado, lo contemplará y verá que es bueno. Yo he sabido de personas en su lecho de muerte, ya ancianos y cansados, que miran a la persona con la cual se casaron, con la cual tuvieron hijos y compartieron su vida, y dicen: "oh, entonces esto es el amor".

Yo mismo puedo atestiguar que alguna vez intenté amar de verdad, y fue tan terrible, tan doloroso, además con mi preferencia y está sociedad fue más complicado encontrar algo serio,  que desde entonces he temido al amor, he respetado su poder, y ninguno de los pocos hombres con los que he salido me podrá acusar de haberlo mencionado.

Se podría decir que aprendí a la mala. Pero el amigo al que le pertenece esta historia aprendió a la PEOR.

Todo comenzó después de una fiesta a la que él y yo fuimos juntos pero de la cual salimos solos. A mí me llevaron a mi casa unos amigos , pero él se desapareció a la mitad de la fiesta y no lo volví a ver sino hasta el siguiente día. Como sea, ya no era él mismo: regularmente era risueño, bromista, atractivo y demasiado popular con hombres y mujeres aunque él simplemente tenía atención para los primeros, era tan perfecto para muchos que se ganó el apodo de Ángel mi amigo Ángel kun, pero todo cambio ese día ; ahora era sombrío, distraído, como si estuviera inquieto.

Los días que le siguieron, faltaba a clases, le salieron ojeras enormes bajo los ojos rojos, comenzó a bajar de peso , y no importaba cuanto se lo preguntara, siempre decía que estaba bien. Yo comencé a temer que hubiera descubierto "drogas" algo horrible en esa fiesta, así que fui a hablar con sus padres (a quienes también conozco y me conocen y nos respetamos mucho aunque ellos no saben de mis preferencias ni las de mi amigo ) para preguntarles. En su casa, el predicamento era el mismo, según me contó su madre. Me dijo que él apenas si comía, que por las noches lo escuchaba deambular por la casa y que pasaba en su cuarto la mayor parte del tiempo, sin hacer ruido. Me dijo que tenía la sospecha de que por las noches, salía a escondidas.

Entonces llegó él y, al vernos a su madre y a mí hablando de él, me llevó a su cuarto y me reprendió diciéndome que yo no era nadie para venir a conspirar en su contra, que si tenía una duda que la hablara con él en persona. Él es uno de mis mejores amigos, así que yo respeté que me dijera esto y lo acepté, pero también le dije que sabía que algo andaba mal y que podía decirme la verdad a mí.

Así que me habló de él . La razón por la que no lo volví a ver en toda la fiesta.

Me dijo que esa noche se había puesto ebrio antes de la mitad de la fiesta y que había ido a un autoservicio cercano por una cajetilla de cigarros. Al ir volviendo, pasó cerca de un viejo edificio abandonado, que solía ser un supermercado y que le pareció ver algo en una ventana del segundo piso. Se detuvo a ver mejor, y notó que era un hombre  sin nada cubriendo su abdomen , y que al verlo se apartó rápidamente a la penumbra. Mi amigo es racional (incluso ebrio, quizá incluso más que en sus cinco sentidos), y lo primero que se le ocurrió fue que lo acababan de violar y que estaba asustado de salir, eso pensarían muchos después de todo estábamos en un área donde muchas personas con nuestras preferencias solían deambular para sentirse de alguna manera libres de todo rechazo o discriminación, pero muchos con malas intenciones y que no aceptan un no como respuesta, mi amigo y yo tuvimos que lidiar con ese tipo de personas y por suerte salimos ilesos pero según mi amigo tal vez ese chico no corrió con la misma suerte. Corrió hacia la entrada del edificio y, ayudado con la luz de su celular, encontró las escaleras al segundo piso. Se acercó a donde lo había visto, llamándole, asegurándole que quería ayudarle. Todo el piso estaba en silencio, él no estaba. Supuso que era natural que él no quisiera salir de donde estuviera oculto, si es que acababa de pasarle lo que él creía. Aun así, se sintió responsable de ayudarle, por lo que dejó su sudadera y su teléfono celular en el suelo y dijo que saldría del edificio para que él pudiera ponerse la prenda y hacer una llamada, que le gritaría cuando estuviera afuera para que viera que era cierto. Repitió que sólo quería ayudar.

AMAR A UN INCUBO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora