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(02/03)

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(02/03)

Jungkook camino tranquilo por los desolados y aún oscuros pasillos de la escuela, subió hasta el tecer piso donde se hallaban las oficinas y entre ellas la de Park Jimin.

Tal véz lo que falló en el plan de Jackson era que, además de el saberlo era el hecho de no saber que Park entraba a las 6:00 mientras que las clases empezaban a las 8:15.

Dos horas completas para el y su amado Park Jimin.

Una vez en el tercer piso la oscuridad lo recibió pero una pequeña luz se colaba por la ventana de la puerta.

Jimin como todos los días, ya se encontraba ahí.

Se mantuvo parado frente a la puerta  unos cuantos minutos, los suficientes para oír las pequeñas quejas y maldiciones que soltaba el pelirojo desde adentro.

Sonrió de lado y tocó la puerta.

Jimin maldijo el que alguién hubiera llegado a esas horas ya que nunca era así.

Y todas sus alarmas salieron disparadas cuándo el inconfundible aroma a Alfa le llegó.

Café y Chocolate.

¿Quién mierda era?

¿¡Y porqué demonios olía tan bien!?

Jimin entró en pánico y empezó a agitar sus mano y dar saltitos nervioso.

-¿Profesor Park se encuentra bien?

La inconfundible voz de su alumno Jeon Jungkook le perforó por completo, sientodo como si le estuviera susurrando a su oído y no hablando detrás de la puerta.

¿Porqué derepente su aroma se volvio tan fuerte y claro?

-¿Profesor?

-S-si yo... ¡Dame un momento!

A tropezones comenzó a rebuscar por los cajones los supresores de celo, al encontrar el frasco su alivio duró poco al darse cuenta que este se encontraba totalmente vacío.

-¡Mierda!

Lanzó el frasco por la pared haciendo que este se rompiera.

-¿¡Profesor Park, está todo bien!?

Jungkook era bueno finjiendo preocupación.

Jimin sintió un sacudon en todo su sistema que lo dejó atontado y causó que sus piernas cedieran dejándolo caer. Gruño cuando sintio un cosquilleo en su vientre bajo y lo sensible que comenzaba a sentirse ante el simple roce de la ropa.

-Profesor Park voy a entrar.

Y Jimin maldijo el no haber puesto llave a la puerta y no tener las fuerzas suficientes para negarle el paso al menor.

Oh, Fuck! ; kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora