[21]. Crujidos

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Unknown: Hola Samanta ¿qué te trae por aquí?

Samanta: Pues nada en especial, solo quisiera averiguar por qué todas las noches me atormenta el sonido de un crujido en mi cabeza, cada día se hace más fuerte, simplemente no logro entender que es lo que significa.

Unknown: Interensante, y tú ¿despiertas luego de eso?

Samanta: No, en realidad eso es lo extraño, intento abrir la puerta de mi habitación pero jamás se abre, es como si me hubieran dejado encerrada, pero no logro recordar nada.

Unknown: ¿Qué es lo último que recuerdas?

Samanta: Pues yo realmente... (Interrumpe unknown)

Unknown: Vamos sé que recuerdas, esa noche cuando escapaste de casa para ir con tus amigas a un edificio abandonado en busca de lo desnonocido. La emoción, el miedo, el peligro...

Samanta: Ahora que lo dices, tienes razón, recuerdo haber tomado una ficha... – toma su cabeza para tratar de acordarse.

Unknown: Así es, jugaste aquel juego de piezas rojas y blancas, y cuando llegó tu turno jamás dudaste en hacerlo, ni si quiera lo pensaste dos veces.

Samanta: Espera, oigo a mis amigas, están llamándome – se levanta con respiración agitada e intenta abrir la puerta de la habitación.

Unknown: Enserio, ¿quieres ver lo que hay del otro lado? - pregunta con un tono ilarante.

Samanta: ¿Por qué lo dices?, es que acaso, ¿tú sabes lo que hay del otro lado? – un temblor recorre su cuerpo mientras respira agitadamente.

Samanta: Entonces, ¿quién eres tú?, ¿qué demonios haces en mi habitación?

Unknown: Ya es hora, abre la puerta Samanta – dice con una voz grave y alta.

Samanta: ¿Qué  es lo que hay del otro lado?, vamos no juegues más, ¿dónde estoy? – toma la chapa de la puerta y la gira lentamente.

Unknown: Ya casi, solo un poco más Samanta Morgan.

Samanta abre la puerta y cae de un edificio de cinco pisos, al caer al suelo oye el crujido de sus huesos rompiéndose, mientras un charco de intenso color rojo carmesí inundaba la calle. Sus amigas gritaban desgarradoramente desde la planta alta, pero ya era demasiado tarde; simplemente, se dejó llevar por el juego, la emoción y la muerte.

/Mr. Andrews©/


[Desde Lo Más Recóndito De Mi Mente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora