TODO PUEDE CAMBIAR, ¿NO CREES? [CLEXA/LEXARKE

ONESHOT CLEXA ESPECIAL HALLOWEEN

Lexa y sus amigas fueron invitadas a un fiesta en un enorme castillo. Jamás había asistido a una como está.

El castillo era el sitio perfecto para una fiesta de Halloween. Es terrorífico por donde lo mires. Es oscuro, con diseño antiguo, igual que en las películas, sillas, mesas, cuadros, paredes, chimeneas,

La comida, los postres y bebidas son buenas.

La música era vivo.

Una banda de 5 chicas cantaban sobre un escenario improvisado. Con luces de colores y humo esparciendo sobre en el suelo. Las bocinas sin duda brindaban un sonido de calidad.

Todas vestían trajes, corbatas y botas negras con camisa blancas. El cabello color negro era lacio y suelo, sus pieles pálidas y sus miradas profundas y afiladas. Cada vez que la cantante o el coro de las cinco cantaba, podían verse lindos colmillos en sus perfecta dentadura blancas. Una disfrazas muy sexy, decidió Lexa.

Al principio, ella no quería venir pero sus amigas la convencieron. Lexa tenía mal experiencia con este tipo de fiestas; todo era malo, la comida, bebida y a lo único que la mayoría asistia, era a alcolizarse y tener sexo con el primero que se les cruzara por el camino.

Lexa era la que terminaba ayudando a sus amigas a levantarse del suelo, llevarlas al baño cuando vomitaban, limpiarlas, aguantar su aroma a vómito, mezclado con sudor, tabaco y otras cosas revueltas, además de sus tonterías de borrachos de camino a casa. Esta vez le prometieron que eso no sucedería y hasta ahora, las chicas estaban cumpliendo. Estaban tranquilas divirtiéndose.

Todo estaba más que perfecto, sin embargo no parecía haber una chica para ella.

Su disfraz; de vestido hippi largo hasta los tobillos, color verde, con un cinturón negro ancho en su cintura, la abertura del pecho en forma de 'v' con un hilo que unía las dos partes, una gabardina negra, collares de hilos negros, lentes redondos rojos y un sombrero de ala ancha color negro, con botas altas color negro, parecía tener más éxito con los hombres y eso la desanimo bastante. Teniendo que rechazar los avances de los chicos con una sonrisa amable.

Lo que ella nunca se percató, fue que había una mujer que no le había quitado la mirada de encima, desde que llego al gigantes castillo, y no era cualquier mujer.

Con un suspiro bebió el ultimo poco de su bebida; en realidad no sabía que era pero estaba muy buena. Camino por las enormes salas llenas de gente, o mejor dichos monstruos en su gran mayoría zombies de distintas épocas, piratas, príncipes, cavernícolas, enfermeras mostrando tanto que no dejaba nada a la imaginación, monjas, colegialas, novias, policías, convictas, y otros más eran super héroes.

Los esquivo mientras ellos bailaban, charlaban o se besaban. Se dirigió hacia un mesero quien le cambio su copa por una nueva, el hombre pulcramente peinado, , con piel pálida, y esmoquin del mismo color que su cabello. Le agradeció con una sonrisa y camino por los pasillos, llenos de cuadros antiguo.

Fue uno, quien llamó su atención, una hermosa mujer rubia posando de pie, irradiando elegancia y seguridad al mismo tiempo. Vestía un enorme vestido blanco, de la época antigua, de esos enormes y pesados vestidos que no dejaban respirar.

La belleza de la mujer, era indiscutible y sus ojos azules tan cautivadores y llenos de vida.

Continuo caminando hasta a una enorme ventana, que daba hacia el descomunal jardín, con arbustos perfectamente recortados en diferentes formas, pastos verdes cubriendo todo el lugar, rosas rojas, en diferentes áreas, algunas como enredaderas enrolladas en un arco, una fuetes enorme con 4 cascadas; iluminadas por luces blancas. A un costado había un laberinto de arbustos y más flores rojas llenando otra zona del jardín .