Lo primero que notó el castaño conforme bajaban, fue que sentía frío, no tanto como para encogerse de hombros y temblar, sino como un aire fresco cual si el aire acondicionado estuviera encendido por horas en ese lugar cerrado. Se detuvo en la plataforma media de las escaleras, había dos opciones, seguir por la izquierda o la derecha, por inercia, se fue por la derecha hasta llegar al piso del sótano, Hongbin ganó para la izquierda y Wonsik, dudando un segundo, ganó a la derecha por igual. Cualquier opción los guiaba al mismo lugar de todas formas.
Algo que era peculiar del sótano, desde el primer escalón, era que estaba iluminado con diversos focos de diferentes tamaños y tonalidades, algunas eran luces blancas, otros eran bombillos viejos en tonalidades amarillentas y naranjosas, algunas barras de intensa luz led estaban ancladas en las paredes, las lámparas que colgaban del techo eran altas y bajas, no había un diseño concreto, era como si se tratara de un departamento de iluminación en las tiendas departamentales. El brillo que los cobijaba contrastaba con el papel tapiz de las paredes, aquel que parecía había sido rojo alguna vez hacía años pero que ahora solo era un gastado tono sepia casi rojizo, algo rosado, y el resto del piso estaba cubierto por una alfombra de intenso tono rojo cereza que lucía rasposa y dura, como si le hiciera falta una limpieza con la aspiradora.
A Wonsik le preocupaba que estuvieran ahí abajo, quería subir a la casa, pero a pesar de estar pensando frenéticamente en que quizás alguien los seguía y que creía fielmente que sus pasos no fueran escuchados gracias al alfombrado, no podía exteriorizar sus pensamientos.
A Sanghyuk le bastó verlo a los ojos para entender que estaba pensando incoherencias quizás.
-Esto debe ser una broma. –Suspiró Hongbin al avanzar hacia la primera pared que había visto, a una distancia corta de ellos, asomándose y viendo otras paredes por igual.
-Es... –Sanghyuk calló, veía a su alrededor. Confirmó que Hongbin era un estúpido por seguir repitiendo que "era una broma" lo que les estaba pasando. Como si no fuera suficiente todo lo que les había ocurrido como para estar consciente de que nada ahí era una cagadísima broma. Dio algunos pasos por el lado contrario a Hongbin, una pared tras otra, retándolo a tomar decisiones. –Un puto laberinto.
-Un puto laberinto. –Repitió Hongbin, sin saber si era una afirmación, duda o temor lo que le había salido de la boca.
-¿Creen que sea buena idea-...? –Apenas había murmurado esas palabras, Wonsik guardó silencio cuando se ganó una mirada detestable del castaño, quien sostenía el arma con ambas manos, mostrándose a la defensiva al instante.
-Cualquier cosa que encontremos, debe ser mejor a ver nada solo paredes.
-Ve por la derecha. –Ordenó Hongbin, señalando en dicha orientación. –Ganaré por la izquierda.
-Más te vale que no enloquezcas de nuevo, Hongbin. –Amenazó Sanghyuk, mirándolo con seriedad.
-Tampoco tú, Sanghyuk.