Creencias y tradiciones, de eso vivía la familia de Lisa además de la combinación del nuevo mundo. Sin embargo, su casa estaba más repleta de antigüedad que de tecnología. En la cocina yacían libros viejos con caratulas de piel. Un horno con una hoya grande donde su abuela le gustaba hacer infusiones y por eso la mayoría de las veces la cocina olía a medicina y galletas de jengibre que su madre cocinaba y dejaba enfriar en la mesa. Para las pocas amistades tanto de ella como de su hermano, odiaban los olores cuando iban de visita, pero para ella, era pensar: "estoy en casa"
Ese mismo día, cuando bajo a desayunar, su abuela estaba haciendo una infusión de hierbas con canela y semillas de calabaza, lo que significaba una cosa, la noche de brujas estaba por comenzar y el aquelarre daría la bienvenida a nuevos miembros. Y estos eran nada más y nada menos que su prima, ella y su hermano mayor, que miro con perplejidad lo que su abuela estaba haciendo.
Hoseok: No seré parte de esto. -Dijo el chico de cabello castaño, tomando de la mesa uno de los bollos de calabaza que su madre había dejado
Suran: Aunque no lo quieras, es parte de nuestra naturaleza. -Fueron las palabras de la mujer mayor de la familia- Tú madre también se negaba al principio, pero después de saber su destino, quedo encantada como una bruja de la cocina.
Lisa sonrió. Eso era lo que le gustaba del linaje de su familia, venían de la herencia de brujas subdivididas en la realización de cosmos, magia, cocina, naturaleza... y la magia oscura en donde habían pasado años desde la última aparición. Esa Subdivisión había sido desterrada por todas las organizaciones de brujas.
-Hoseok puso una mueca de no gustarle ser un hombre con sangre de bruja- ¿No puedo ser como el abuelo Yoongi? Ser alguien ajeno a todo esto.
-Las tres generaciones de mujeres voltearon a ver al hombre mayor que permanecía sentado en la mesa, viendo por la ventana mientras bebía su café – El abuelo es diferente a nosotras.
En eso le daba la razón a su madre, Lisa. Su abuelo era alguien extraño. No podía decir que era ajeno a la familia porque a veces les regalaba miradas con leves sonrisas a todos ellos, pero la mayor parte del tiempo se la pasaba callado, mirando hacía la ventana.
Lisa: ¿El abuelo siempre supo que eras bruja, abuela? -La mujer miró a su esposo con seriedad y un poco de frustración que acumulo con el tiempo que llevaban de casados-
Suran: Lo supo. No puedo decir que eso no creo conflicto en nuestra relación -La mujer sonrió y volvió a su infusión, sirviendo un poco de ella en una taza para después dársela a su esposo que cambio su café por esta- Pero es algo con lo que aprendes a vivir con los años. Lo mismo que pasó con tu madre y que pasará con ustedes.
Hoseok: Conmigo no. Lo siento, pero no tengo pensado pertenecer a esto. -El chico castaño salió de la cocina yendo rumbo a la escuela, indicándole a su hermana que debían irse y esta asintió.
En su camino, Hoseok conducía el auto mientras Lisa miraba por la ventanilla la silueta de su abuelo, que tenía su vista marcada en el árbol de afuera.
Lisa: ¿Nunca te has puesto a pensar porque nuestro abuelo siempre ve ese árbol?
Hoseok: Porque fue ahí donde lo vio por ultima vez- Fueron las palabras de Hoseok que cambio su rostro a uno frío cuando miro en la misma dirección antes de encender el auto e irse.
Lisa: ¿A quién?
Hoseok: ¿De verdad quieres entrar al aquelarre de la abuela y mamá?
Lisa: ¿Qué tiene de malo?
-Hoseok suspiro- Entre familia no esta la opción de traicionarse, pero a veces incluso la misma familia pueden ser las personas que es necesario traicionar para poderse salvar. Si cambias de opinión, puede que te diga un pequeño secreto que descubrí tiempo atrás- Lisa enarco las cejas sin comprender las palabras de su hermano que no hablo en todo el camino hasta que llegaron a la universidad y cada uno iba a tomar su camino- Te veo a la hora del almuerzo... y Lisa, piensa en lo que te dije.
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Aquelarre -YoonMin-
Короткий рассказDespués de haber cumplido los 18 años, Lisa por fin tendrá su ansiado aquelarre de brujas, solo que la ceremonia no termina siendo lo que esperaba.