Capítulo I

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Esta historia va a ser un Three-short seguramente, aunque pude que se alargue un poco. 

💥🍵

El rubio de orbes rubíes se hundió lentamente en el sofá del salón, no le apetecía hacer nada de nada, su humor estaba por los suelos, en los últimos días, apenas había probado bocado de su plato. 

Su 'bakuaura', justo como diría Ochako, estaba bastante rara, tampoco gritaba a nadie, sólo hablaba de vez en cuando con Kirishima y con Uraraka, sus mejores amigos. 

Se mordió el labio inferior, ya había entrenado durante una hora, había estudiado, ya habían acabado todos los de su clase de cenar, pero tampoco tenía ganas de ir a dormir, o por lo menos, sabía con certeza que aunque se acostara en la cama, nunca conseguiría conciliar el sueño. 

Llevaba más de dos semanas en ese estado, y la falta de sueño era algo que le comenzaba a pagar facturas, no estaba lo suficientemente concentrado en clase, fallaba en algunas pruebas que para él sería considerablemente sencillas... 

Sus dos mejores amigos estaban muy al tanto de que algo no iba bien, pero cada vez que habían querido hablar con Katsuki, este le había largado sin más, y se había encerrado toda la tarde en su habitación. 

Cuando se dio cuenta de que en su reloj de muñeca le marcaban las nueve de la noche, pensó que ya era lo suficientemente tarde y que debía descansar, aunque no lograra dormir cuanto le hubiese gustado. 

Suspiró con pesadez mientras sus pies se movían a una velocidad considerablemente más ágil que sus compañeros, que todavía estaban medoreando por ahí. Como normalmente nadie iba por las escaleras, escogió ir por ahí, así estaría tranquilo. 

-¡Hey Bakugo-kun! - Su piel se erizó al escuchar e identificar de inmediato la voz de persona que le llamaba, trató de seguir caminando lo más rápido posible, su pulso se aceleró e incluso usó una pequeña explosión para avanzar a gran velocidad. 

-¡Oh, vamos! - Fue lo que la chica dijo cuando vio a Bakugo llegar a su cuatro y cerrar la puerta de golpe. Aunque era de baja estatura, consiguió estar escasos segundos después de Bakugo, al lado de su puerta. Uraraka suspiró, inspiró de forma profunda una buena cantidad de aire y se dio ánimos a sí misma para tocarle la puerta del cuarto de Katsuki. 

-Bakugo... Por favor... Contesta... - fue lo que sus labios expulsaron casi sin pensar. Cuando notó que habían pasado varios minutos, miró la puerta de él con tristeza, se apegó a esta y lo siguiente que hizo fue susurrar un. - Si no quiere hablar de lo que te preocupa, que sepas que cuando quieras comentarlo, estaré allí. Que tengas buenas noches. - 

La voz de la chica se escuchó muy suave desde el lado de Bakugo, sus oídos podían oír perfectamente la forma en la que Uraraka estaba triste porque él estaba mal, y eso lo hacía sentirse aún peor. Bakugo sabía perfectamente que esa mujer era la persona con más agallas que jamás hubiera conocido, y a la vez era tan dulce, era tan sonriente, salvo ahora, que las ondas de sonido que salían de la garganta de Ochako, estaban rotas y casi pedían de un hilo. 

Quería abrir la puerta con cuidado para que la chica no se cayera y abrazarla con todas sus fuerzas, quería, no mejor dicho, querría hablar con ella de lo que le pasaba, pero no quería pasarle sus tontos problemas a la chica de la gravedad. 

No quería verla mal, sin embargo, estaba allí sin dar respuesta si quiera a las palabras de la Cara de ángel. 



No pueden reemplazarte, Bakugo [kacchako][Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora