Mi apocalipsis

Como todos los días me levanto para ir a trabajar, al principio muy al principio cuando recién estaba comenzando mi trabajo sentía felicidad, pero con el paso del tiempo, con los compañeros y con mi abusivo jefe, él cuál odio con todo mi alma, no lo voy a negar, desde el primer día que puse un pie en esa oficina ha hecho todo lo que está en su mano para hacer cada uno de mis días una pesadilla. Desde tirarme de manera "accidental" café encima hasta mandarme al otro lado de la ciudad a buscar unos "papeles importantes", los cuales nunca existieron.

El camino a mi trabajo era más tranquilo de lo usual ese día, no había mucha gente por la calle y los pocos que había estaban muy apurados y con compras en sus brazos, normalmente habría el cuádruple de gente caminando por esas calles. Una vez que llegué a la oficina vi a todos muy nerviosos, casi como si hubieran visto un fantasma, mi compañero del cubículo de al lado estaba viendo las noticias, cosa no muy común de él, así que aproveché el momento y le pregunté que veía, cosa que me respondió.

ㅡ ¿Qué no has visto las noticias hoy?, parece que hay un virus que está haciendo que la gente se ataque entre ellos, me da muy mal rollo, esto parece "peli" zombie ㅡ respondió con un tono nervioso.

De todo lo que me pudo decir eso fue lo menos que me esperaba, ㅡ ¿"un virus en plan zombie"?ㅡ le respondí con tono burlón ㅡ Venga ya, los zombies no existen y si existiesen yo no he visto ninguno mientras venía hasta acáㅡ

ㅡ Eso es porque no me has dejado acabar idiota, resulta que es un poco distinto, según lo que han dicho la gente antes de "convertirse" escucha una voz en su cabeza y luego comienza a matar a todos los que se encuentra ㅡ Me respondió.

ㅡ Bueno..¿si es así no deberíamos irnos a casa? o por lo menos ¿prepararnos contra un "apocalipsis"? ㅡ Le dije un poco más inquieto, ahora que lo pienso había muy poca gente en la calle y todos parecían haber vuelto de comprar comida y cosas por el estilo.

ㅡ Eso pregúntaselo al cabrón del jefe, se puede estar acabando el mundo y él no nos dejará irnos a casa ㅡ Me respondió antes de volver a ver las noticias.

En ese mismo instante se escucharon pasos por el pasillo a las oficinas, no eran pocos... Parecía como si se fuese a caer el suelo con cada pisada que sonaba, todos dejaron lo que estaban haciendo y miraron a la puerta, mi jefe, que tonto no era se metió a su oficina con unos cuantos compañeros encerrando a los de "bajo" rango ahí. Los pasos se hacían cada vez más fuertes, ¿corrían? o ¿talvez estaban persiguiendo a alguien? en ese instante se vio como la recepcionista del primer piso abría la puerta, estaba llena de mordidas por su cuerpo y estaba bañada en sangre, se desmayó en cuanto abrió la puerta y tardó menos de un segundo en verse unos 5 zombies detrás de ella, todos tenían una mirada aterradora en su rostro, sus ojos miraban a la nada, su piel estaba podrida y algunos no tenían algunas extremidades. En ese mismo instante se escucharon gritos por todo el piso, la gente gritaba, corría y también se observaba como esos "zombies" mordían a algunas personas, en ese mismo instante corrí hasta donde estaba el extintor, esos malnacidos me iban a dejar entrar a esa habitación o iba a destrozar su pequeña "zona segura".

En el camino uno de esos "seres" se me abalanzó encima, después de mucho luchar por quitármelo le logré reventar la cabeza contra una pared, no dudé en llegar hasta el extintor y correr hasta la única habitación lo suficientemente segura para sobrevivir. En cuanto me acerqué me abrieron la puerta, tenían miedo de que les rompiese las ventanas y entrasen esos "zombies", empezaron a discutir entre ellos, escuché a uno de ellos diciendo "¡¿por qué lo dejaste entrar!?" ¡nos matará a todos!. Una vez perdida la adrenalina del momento en el cual estaba peleando con ese "ser" de allá fuera, empecé a notar un fuerte dolor en el brazo izquierdo, sentía como si me estuviera muriendo lentamente, mientras discutían empecé a escuchar unas voces en mi cabeza, sonaban muy al fondo de mis pensamientos, pero eran lo suficientemente fuertes como para ponerme los pelos de punta, en un momento logré escuchar una voz que decía ㅡ "Abre la puerta" "Déjalos pasar" "Mátalos" "Devóralos" ㅡ Odiaba a esos, incluso antes de todo me hacían la vida imposible y ahora que el mundo estaba destrozado hicieron lo que pudieron para salvarse a ellos mismos, aunque en eso nos parecemos un poco....

Ya estaba cansado de todo, lo más probable era que iba a morir igualmente, así que me dirigí hasta la puerta y sin dudarlo dos veces dejé a esos seres entrar. En cuanto lo hice empezaron a gritar por su vida mientras les arrancaban la piel, disfruté el paisaje mientras me empezaba a entrar una sensación extraña, nunca antes la había sentido antes, era una especia de felicidad y el comienzo de una hambre nueva, hambre de carne humana. Detrás de unas mesas se escuchaba una voz, un sollozo más que nada, cuando me acerqué vi la sombra de mi antiguo jefe, se me dibujó una sonrisa y mientras mi piel se pudría lentamente y perdía la conciencia, lo maté.

Quizás estos eran mis verdaderos sentimientos, quizás no eran zombies o algo por el estilo, quizás era gente cansada de la vida que tenían, justo como yo.