(Hiceunahistoriacomoestahacedías, peronolahabíaterminadoderetocarysinquererlapubliqué, aquílatienenmejorada)
-¡No, no lo hagas! ¡Por favor! ¡No!
-Nunca te olvidare...amiga mía.
-¡No...! -La voz de la joven se quebró al ver como el cuerpo de su amiga se inclinaba hacia el abismo con los brazos abiertos y con ojos llorosos, poco a poco caía desde ese edificio de mas de once metros de altura. Se abalanzó hacia ella para poder coger su mano, sus ojos llenos de lágrimas vieron como ambas manos se rozaban sin poder cogerse y como poco a poco la distancia entre ellas crecía.•••
-!Mama! -La pequeña de 6 años despertó de aquella pesadilla en la que ambas desconocidas estaban juntas. Miles de veces había soñado eso, no sabia quienes eran, pero era como si esa persona que caía fuera ella misma o alguien que conocía, tenia miedo, esa sensación de vértigo que sintió cuando vio caer a la chica, le dio escalofríos. Cuando se puso en la piel de la chica que caía, era extraño, sentía un terrible alivio, un poco de adrenalina y...pena, pero no miedo, sentía que llevaba esperando aquel momento desde hace mucho.
Ella repetía una y otra vez, a voz grito, "¡Mama!", necesitaba ver a alguien, tenia miedo.
Después de unos segundos una mujer de mediana estatura para sus 36 años apareció en la puerta, con su rostro serio, enfadado y despreciativo, como se mostraba habitualmente hacia la niña:
-¡No me interesan tus malditos problemas, loca! Suficiente es que te demos de comer hija del demonio.
-Mama...-Ella como siempre mostraba una sonrisa hacia ella, aunque la madre la despreciaba,, ella la quería con locura, era su madre.- tengo miedo.
-Me da igual. -Puso una mueca de asco al ver sonreír a la niña y desapareció de allí murmurando algo por lo bajo de lo que solo se pudo entender: "Ojala se muera...". Al oírlo la joven, comenzó a hacer un terrible viento en su habitación:-¿Tan mala soy? ¿De verdad quiere eso? -Sus ojos estaban abiertos de par en par, llenos de lagrimas, ya estaba acostumbrada a que ella dijera cosas así pero siempre le dolía, ella la quería ¿Por qué su madre no la quería a ella?. Poco después de unos segundos, en los que ella comenzó a despreciarse porque...¿Y si todo era verdad, y si era un demonio?, las cosas empezaron a caerse de las estanterías, debido al viento que en ese momento había allí. Toda la habitación comenzó a derrumbarse excepto paredes y suelo, los cristales de las ventanas se partieron en mil pedazos, todos los juguetes formaron un remolino, armarios y estanterías cayeron al suelo y la cama de la niña comenzó a flotar. Ella gritaba, por puro miedo, mientras lloraba sin parar, sus mejillas sonrosadas por el llanto estaban mojadas y llena de lágrimas, sus ojos se cerraron con fuerza mientras deseaba que aquello parara.
Los padres asustados miraban desde lejos mientras gritaban "¡Para, niña, para!", pero no podía controlar todo aquello, era imposible, imposible de parar, esto no lo controlaba, no era capaz de controlarlo. Ella gritaba una y otra vez: "¡Ayuda, por favor, haced que pare!", pero ellos, sus padres, no se acercaban tenían miedo de ella, para ellos era el puro diablo en persona, “El diablo reencarnado en una niña” llegaron ha decirle. Pasado un tiempo, aquello paro, por la sencilla razón de que ella callo al suelo desde la cama, no pudo mas, quedo inconsciente aquello fue demasiado para ella, solo tenia 6 años, era una niña.
Al siguiente día despertó tirada en el suelo con una pequeña herida en la cabeza por el golpe que había sufrido, al parecer sangró un poco en la noche. Lentamente se levantó del suelo, miro a su alrededor y automáticamente se le saltaron las lágrimas, ¿Todo eso había hecho ella? ¿De verdad era un monstruo? ¿Era realmente el Diablo? Comenzaba a dudar de todo aquello, tan solo quería que la quisieran, que no la temieran, ella solo quería dejar de hacer todo lo que hacia, no lo podía controlar. Respiró hondo y miro la hora en el reloj de muñeca, 8:30 am, aun le daba tiempo a llegar a clase. Ella siempre tenia que cuidarse por si sola, siempre preparaba todo lo suyo, excepto comida y cosas que ella no había aprendido. Comenzó a prepara su cartera, desayuno y ropa mientras tarareaba una linda canción de cuna, algo tétrica, pero tierna:
-Veamos...estuche, archivador, deberes, desayuno y llaves. -Sonrió ampliamente, ella siempre se decía que no perdería la sonrisa por muchas cosas que le pasaran, se lo juro a Lucy, la chica que solo ella podía ver, su única y verdadera amiga. Salio de su habitación destrozada, otra vez, se seco las lágrimas que habían permanecido en su cara por todo ese tiempo y se aproximo a la puerta, unos segundos antes cerro los ojos deseando que estuvieran ahí, dio media vuelta lentamente aun con los ojos cerrados.- Por favor... -Murmuro la joven mientras abría los ojos con la sonrisa mas grande que ella podía poner en su rostro, pero no estaban. Su sonrisa se borro, automáticamente miro al suelo entristecida, ¿Cuando podría decirle a sus padres: "Hasta luego", al salir para ir al colegio? Se giro de nuevo y lo mas rápido posible abrió la puerta para salir de allí, para salir de ese infierno.
Fue un largo recorrido ese día, mas de lo normal, su cabeza estaba llena de dudas e inseguridades: "¿Para que salir de ese infierno si voy derecha a otro?" era una de las preguntas que rondaban la cabeza de la joven niña. Ya desde el primer día de clase todos la miraron mal, igual que en la guardería, solo que en ella no le tiraban piedras, ni le pegaban, ni le arañaban y mucho menos la empujaban para que cayera por las escaleras, pero eso era rutina, siempre acababa con alguna herida, un día llego hasta a ir al hospital, la tiraron de un tercer piso, había setos, menos mal. Pero era normal, el segundo día salio aquello, aquello que no sabia controlar, esa extraña "magia del demonio" como allí en el pueblo lo llamaban.
Después de unos minutos, los minutos mas largos de toda su vida, llego a la puerta de aquel otro infierno, el colegio. Todos se apartaban para dejarla pasar, excepto su profesora Margaret que por alguna razón no le temía, seguro alguien le había pagado...no, mentira quien pagaría para que trataran bien a la hija del Diablo ¿Verdad?:
-Hola cielo, ¿Que tal el fin de semana?-La voz dulce y melodiosa de aquella mujer le hacia sonreír y sentirse agusto con ella.
-No ha estado del todo mal, esta vez pude comer helado.
-¿Saliste de casa?
-No, lo trajo mi madre.
-Bueno, veras que pronto las cosas irán bien, debo ir a hablar con algunos padres, nos vemos en clase.
La niña asintió con la cabeza, segundos después Margaret desapareció entre todo aquel tumulto de gente. Caminó tranquilamente hacia la clase para dejar las cosas en su pupitre, justo antes de entrar un pie se le cruzo por medio haciendo así que ella cayera al suelo. Oyó las risas de varios niños y niñas, intento girar para ver quienes eran, lo único que pudo ver es un zapato acercándose a gran velocidad hacia su rostro el cual automáticamente choco contra el suelo. En una mejilla el zapato en la otra el duro y frío suelo, intento levantar se, fue en vano, justo cuando lo iba a conseguir noto un fuerte dolor en el estomago, una de las niñas le dio una fuerte patada. Lágrimas brotaron de los ojos, comenzó a sollozar, ellos mas reían, mas le pegaban. Intento gritar, pedir ayuda, pero aquellos golpes en el estomago no le dejaban respirar apenas podía coger aire.
Intentó levantarse del suelo, no recordaba haber salido del colegio, ¿Que hacia fuera? Al intentarlo sintió una gran punzada de dolor en el estomago, aun dolían los golpes. Una vez consiguió levantarse tocó su labio, lo sentía húmedo...sangre, tenia sangre en el labio, una pequeña herida sangrante, en ese momento respiró hondo, ahí fue cuando se dio cuenta, había gente gritando detrás suya. Lentamente giró sobre si misma para encontrarse con aquella catástrofe, ¿Había sido ella? Dios mio, ¿Cómo?
El colegio estaba en llamas ¿Cómo lo había hecho? ¿Por qué no se acordaba? Entonces escucho en su mente una extraña voz; "Fui yo." No era su voz, era mas oscura, mas malvada, ahí estaba el verdadero demonio.
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Mɨ ɢʊɛʀʀa քsɨċօʟóɢɨċa.
Teen FictionUna chica con problemas psicológicos, un duro pasado, varios dones extraños y sin vida social. Un día conoce a una chica en su instituto. ¿Qué pasará? ¿Podrá superar todo los obstáculos del camino?