Quiero que te quedes (pero tienes que irte) [Hosie one-shot]

Quiero que te quedes (pero tienes que irte)

- Lo hemos hecho antes, con Elijah, pero su cuerpo había muerto. Ella sigue viva.

Después de que Hope no despertase por más de una semana, Josie ignoró las ordenes de su padre y contactó con Freya para que la ayudase a despertar a la tríbrida. Tras unos días comunicándose vía notas enviadas con magia y proyecciones astrales para poder hablar cara a cara, Freya había llegado a la escuela para despertar a su sobrina.

- ¿Y como sabemos que funcionará? - preguntó Alaric.

- Por lo que me contó Josie, su... la otra Josie la atrapó al convertirla en piedra - explicó Freya -. Hay varios libros que mencionan como cuando alguien se queda atrapado en la mente de otro, realmente solo está atrapado en la suya misma.

- Por lo que para despertar a Hope tengo que entrar en su mente y conseguir que me reconozca y me siga hasta el pasillo, para que salga del bucle del recuerdo en el que se ha escondido - terminó Josie.

- ¿No sería mejor que entrase Freya? - preguntó el director - Es más posible que Hope reconozca a su tía.

- Lo es, pero no sabemos cuanto tiempo vamos a tener que mantener el hechizo, y soy la única con suficiente poder como para mantenerlo. Además que, aunque aquí hubiese alguna bruja que no necesitase magia de otros y conociese el hechizo, tardaría días a enseñarle las modificaciones que hemos hecho. Sin ofender - dijo mirando a Josie.

- Tranquila, estoy de acuerdo contigo. Ni que volviese a tener mi poder necesitaría magia constante de otro. Así que está decidido, papá. Ella entró en mi mente para salvarme, así que es lo mínimo que puedo hacer por ella.

*****

- Estoy preparada – dijo Josie.

- Recuerda que no voy a poder mantener el hechizo para siempre, así que debes ser rápida – respondió Freya.

La syphoner se tumbó en el círculo que había dibujado Freya y tomó la mano de Hope, quién también estaba tumbada en el suelo del viejo molino. Cuando Freya empezó a recitar el hechizo, ella cerró los ojos y, cuando los volvió a abrir, estaba de pie en el pasillo blanco que Freya le había descrito.

Empezó a caminar y se dio cuenta de que en cada puerta había un dibujo distinto: un cruz, la M de Mikaelson, una flor... Se paró delante de la de la flor y entró.

Se encontró en el patio de una casa en medio del bosque. No reconocía el lugar, pero oyó hablar a una niña pequeña, así que se dirigió hacia el origen de la voz. Justo cuando estaba a punto de llegar, oyó a un hombre y reconoció su voz. 

- Tu, amor, eres la hija de Klaus Mikaelson – oyó decir al híbrido -. Serás la mejor bruja que el mundo jamás haya visto. Y nada te asustará.

- ¿Sabes? Sé lo que eres – respondió la niña, a quién Josie reconoció como Hope -. El más fuerte del mundo, suficientemente fuerte como para alejar las cosas malas.

- ¿Qué cosas malas?

- Solo... hombres malos, monstruos, gente que es mala, egoísta, agresiva...

- Nada hará daño a mi pequeña. Nada podrá ni acercarse. Eres lo único que me importa.

Sin darse cuenta, Josie estaba sonriendo. Esa interacción padre-hija era demasiado dulce como para no hacerlo. Entonces recordó por qué estaba allí y llamó a Hope, pero la pequeña no respondió, así que decidió cambiar de recuerdo.

De vuelta en el pasillo blanco, caminó un par de metros y se paró delante de una puerta que tenía una gota dibujada y entró.

De repente estaba delante de una Hope de siete años y Hayley en lo que supuso que era el complejo Mikaelson en Nueva Orleans.