Despierto con el sonido de mi alarma. Después de apagarla, me quedo recostado sobre mi espalda. Otro día más en mi pieza, encerrado por motivos que están fuera de mi control. No sé hace cuánto estoy así, solo sé que no tengo ganas de hacer nada.
"Qué sueño tengo", pienso mientras miro el techo. Blanco y con unas manchas de humedad que me recuerdan que debo bajar el agua juntada allí por la lluvia de anoche. Bajo la mirada, y a los pies de mi cama veo mi mochila. Me observa como un maestro mira a un alumno que lo ha decepcionado. "¡La tarea!", pienso, y echo mi cabeza hacía atrás en señal de frustración. Miro hacía mi derecha, mi laptop se encuentra sentada sobre mi escritorio. Otro memento. "Uy, cierto. ¡Casi termino la serie!".
"Mis obligaciones se complotaron contra mí", pienso. Con un gruñido de resignación, me siento en la cama, dispuesto a levantarme. Sin embargo, mis fuerzas son arrebatadas por el seductor llamado de mi almohada. Que me invita a descansar esos famosos "cinco minutitos más". Miro una última vez a cada uno de mis recordatorios. "¡Qué pereza!", exclamo, antes de volver a recostarme para dormir un poco más.
ESTÁS LEYENDO
¡Qué Pereza!
Short StoryUna historia corriente que nos habrá pasado a todos. Cuando tus deberes te atacan, a veces uno tiende a arrugar.