Capítulo 5.

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Estoy en el sillón de la sala mirando a Axel hablar con un hombre alto y musculoso, lleva una vestimenta como los militares, pero completamente negra.

—¿Estás bien? — Me pregunta Álex sentándose al lado mío.

—Lo estoy — contestó sin mirarlo, puedo oírlo soltar un suspiro y removerse en el sillón.

—Escucha, no soy bueno para esto — ahora sí volteó, sus ojos me miran desesperado — pero quiero que entiendas una cosa, no puedes dejarnos eso nos mataría. Yo... ¡Carajo! Te prometo que si nos das una oportunidad vas a ser la mujer más feliz. Eres muy valiosa para nosotros.

—Si, Axel me dijo. Yo sólo quiero ver a mi amiga y después tomaré una decisión.

—Comprendo. Sé que todo puede parecer extraño y precipitado, sea la decisión que tomes la respetaremos.

—Gracias. ¿Quién es ese hombre?

—Es un Beta.

—¿Beta?

—Es la mano derecha de un Alfa. Un alfa es como un rey, pero de su manada.

—¿Tu...?

—Si. Yo y Axel somos los Alfas del Norte. Eso implica que tú eres nuestra Luna.

—¿Luna? ¿Soy reina? — asiente mirando con un brillo en los ojos. Sus ojos realmente son hermosos.

—Pero para que todo el mundo sepa, tenemos que pasar una prueba muy importante.

—¿Qué prueba?

—Cuando la unión de mates es aceptada. — me muestra su muñeca — Aquí, tiene que aparecer una marca.

—¿Marca? ¿Cómo un tatuaje?

—Exacto. Cuando nos aceptes y sientas el amor que nosotros sentimos por ti aparecerá en los tres.

Me encuentro absolutamente sorprendida. Esto cada vez se pone más interesante.

—¿Qué te dijo? — quiere saber Alex a su hermano una vez que el hombre desaparece por la puerta.

—Mañana mismo podemos ir — avisa Axel mirándome con una sonrisa.

—¿Qué? ¿¡Mañana!? — asiente con la cabeza, confundido, de la emoción que siento me lanzo a sus abrazos los cuales me reciben encantados — Gracias.

—De nada, rojita. — percibo su sonrisa y como aspira por la nariz. ¿Acaso me está oliendo? — Hueles delicioso.

Me tenso al sentir otro contacto en mí espalda.

—Es verdad — concuerda su hermano.

Siento como ambos aspiran cerca de mí cuello, me estremezco. Uno de ellos de repente empieza a besar mí cuello mientras que el otro frota su nariz con lentitud.

Jadeo ante la sensación que me provocan. Todo mi cuerpo arde.

—Ten piedad de nosotros.

—¿Qué? ¿De qué hablas?

—Podemos sentir tu excitación.

—Yo....yo no — interrumpe mi balbuceo.

—Es normal — habla con la voz ronca en mí oído, mis ojos se cierran voluntariamente — tenemos un control, pero se hace imposible retenerlo cuando nuestra mujer nos tienta con su olor. Me haces pensar en cómo se sentirían nuestros cuerpos unidos.

Trago grueso cuando dos manos calientes tiran de mí para acercarme más a su notable erección.

—¿Lo sientes?

<<Claro que lo siento y se siente tan bien>>

Dejó escapar un gemido cuando ambos empiezan a moverse de una manera muy sensual. Adelante y atrás, lentamente.

Aprieto los hombros de Axel. Mis oídos captan el sonido de un golpe.

—Chicos.

—Mm — ronronean.

<<¿Son gatos o lobos? >>

—La puerta — balbuceo soltando un jadeó. Alex se frota contra mis glúteos y Axel hace que mi parte baja pueda sentirlo directamente.

Axel se separa y me mira, sus ojos negros me transmiten deseo y puedo jurar que los míos también brillan de esa forma.

—Esto no se termina aquí — me asegura — Alex, ve a preparar algo de ropa.

—¿Para qué? — pregunta, Alex sigue moviéndose lentamente.

Gimo y entre abro la boca.

—Joder. No la hagas gemir, que no podré controlarme — lo miro, gruñe acercándose a mí y junta sus labios con los míos por unos minutos — cariño, ve a traer tu mochila que vamos a ir a ver a tu amiga.

—¿No era mañana?

Me aparto de Alex.

—Si salimos hoy, llegaremos mañana.

Otro golpeteo detiene la intención de Axel de volver a besarme.

—Prepárense.

Emocionada subo las escaleras casi corriendo.

—Con cuidado — grita Alex desde abajo.

Me encamino hacia la puerta de la habitación, al ingresar veo mí mochila en la cama.

Aplasto mis labios y me recuesto en la puerta una vez que la cierro, llevo mí mano donde mi corazón comienzo a latir más rápido de lo normal.

¿Qué sucede conmigo?

No puedo negar que los deseo. Me di cuenta que mi cuerpo parece estar hecho para ellos, reacciona a sus toques y palabras. Podría considerar, quizás quedarme por un tiempo, podría disfrutar de mis vacaciones. Tampoco es que voy a caer ante ellos, mi corazón está cerrado para el amor. Además, hace mucho no estoy con alguien y una mujer también tiene sus necesidades, ellos parecían dispuestos a dar el siguiente paso incluyéndome.

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AstridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora